Inseguridad jur¨ªdica

La expropiaci¨®n de YPF a Repsol no puede obviamente beneficiar a Espa?a, ni a las empresas concernidas, pero tampoco a Argentina. Es urgente que la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ponga fin a esta ya larga incertidumbre respetando las reglas nacionales e internacionales y, sobre todo, la sensatez. Al final, siempre est¨¢n los tribunales. Pero cambiar las leyes para una nacionalizaci¨®n a bajo coste da?ar¨ªa de forma irreparable la seguridad jur¨ªdica en una Argentina que, como casi todos los pa¨ªses, Espa?a incluida, necesita de los capitales y de la tecnolog¨ªa extranjeros. La expropiaci¨®n, dictada por un enfoque populista interno en el que presionan los gobernadores locales, no resuelve ni uno solo de los problemas a los que ha llevado una desastrosa pol¨ªtica energ¨¦tica. Es Repsol, copropietaria de YPF, quien dispone de la mejor tecnolog¨ªa para nuevas exploraciones y extracciones que pueden convertir a Argentina en un pa¨ªs autoabastecido en petr¨®leo y gas.

Un pa¨ªs miembro del G-20 y de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio debe respetar las reglas con todos los inversores. ?Importa que Repsol sea nominalmente espa?ola? ?Cu¨¢nto capital extranjero hay en Repsol? ?Importa que Endesa est¨¦ controlada por capital italiano? ?O que sea capital espa?ol el que controle bancos ingleses? Estamos en otros tiempos. No hay que temer la apertura de las econom¨ªas. Espa?a es el primer inversor en Argentina, y tiene mucho en juego all¨ª desde que apost¨® por ese pa¨ªs cuando no estaba precisamente en el mejor de sus momentos, como ahora tampoco lo est¨¢ Espa?a.

Rajoy ha sacado su artiller¨ªa pesada en defensa de Repsol en Argentina. Es razonable que el Gobierno defienda a las empresas privadas espa?olas en el extranjero. La mejor diplomacia es la que sabe jugar con la negociaci¨®n discreta y evita la amenaza p¨²blica. Una escalada verbal, como la que han protagonizado los ministros de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, y de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, solo puede alimentar el c¨ªrculo vicioso de los reproches mutuos y en poco contribuir¨¢, por desgracia, a la resoluci¨®n del contencioso. M¨¢s prudentes son otros movimientos discretos del Gobierno para presionar a trav¨¦s de terceros a Fern¨¢ndez de Kirchner, o la abierta defensa de la posici¨®n espa?ola que ha hecho la Comisi¨®n Europea, exigiendo que se garanticen las inversiones extranjeras.

La situaci¨®n energ¨¦tica argentina debe despejarse. Repsol YPF es una pieza esencial para lograrlo. La presidenta del pa¨ªs deber¨ªa serenar y aclarar el panorama. Y si es necesario, Repsol debe invertir m¨¢s, aunque para ello tenga que revisar el reparto por ley de una proporci¨®n excesiva de los beneficios, impuesta por el anterior presidente N¨¦stor Kirchner para permitir la argentinizaci¨®n de YPF a trav¨¦s de la familia Eskenazi. Hay que recobrar el buen sentido y plantear los problemas reales, no los fabricados. Argentina y Espa?a tienen demasiados v¨ªnculos de todo tipo para andarse con estas peligrosas tensiones.