Otro Pa¨ªs
Han crecido por miles aquellos que se preguntan, ?y qui¨¦n ha dicho que un Rey lo es hasta la muerte?
El pa¨ªs ha cambiado. No por la crisis, cambi¨® hace bastantes a?os, hasta el punto de que resultaba una inaudita anacron¨ªa leer, en aquel libro de Pilar Urbano, que do?a Sof¨ªa sosten¨ªa que un Rey muere en la cama, que jam¨¢s se jubila. Era sin duda una afirmaci¨®n de m¨¢s calado que aquella en la que mostraba su disgusto hacia las carrozas gays, pero ya se sabe que en este extra?o presente que nos ha tocado en suerte lo que concierne al com¨²n de los mortales es secundario. Un Rey muere en la cama. A m¨ª se me vino a la cabeza Aurora Bautista cuando pose¨ªda por su papel de Juana la Loca dec¨ªa aquello de ¡°El Rey no ha muerto, el Rey est¨¢ dormido¡±.
El pa¨ªs ha cambiado. Tanto como para que sus visibles cabeceos despu¨¦s de afirmar que el paro juvenil le quita el sue?o sean motivo de cachondeo (ah¨ª cabr¨ªa una intervenci¨®n de Aurora Bautista). Tanto como para que chirr¨ªe el hecho de que responda de mala manera a su mujer en p¨²blico, o a los periodistas cuando le preguntan por su salud. Esas salidas de tono, que fueron calificadas anta?o como campechan¨ªa, hoy no son m¨¢s que signos de extrema irritabilidad. Algo que se hizo patente en el c¨¦lebre ¡°?Por qu¨¦ no te callas?¡±, que tanto se celebr¨® y que personalmente no comprend¨ª en quien act¨²a como un diplom¨¢tico de m¨¢s alto nivel.
El pa¨ªs ha cambiado tanto como para exigir algo de coherencia moral a quien predica, pero no con el ejemplo. Me refiero, por supuesto, a hacer compatible la defensa de una esposa que est¨¦ a la altura del rango con la deslealtad permanente al matrimonio. Al pa¨ªs le han crecido los molestos amantes de los animales, los j¨®venes sin futuro que exigen transparencia, los ciudadanos que no entienden que una familia se pueda regir por leyes diferentes al resto.
Han crecido por miles aquellos que se preguntan, ?y qui¨¦n ha dicho que un Rey lo es hasta la muerte?
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.