?Sab¨ªas que ¨¦sta es la Semana de Acci¨®n Mundial por la Educaci¨®n?
Esta entrada ha sido escrita por PATRICIA GARC?S, de Ayuda en Acci¨®n, miembro de la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n.
?C¨®mo ser¨ªa tu vida si no hubieras ido al colegio? ?Si no hubieras aprendido a leer? Pocas veces dedicamos 3 minutos de nuestro escaso tiempo a pensar sobre el Derecho a la Educaci¨®n. Este derecho que m¨¢s de 180 pa¨ªses se comprometieron a que fuera una realidad para todas las personas en 2015. Este derecho que todav¨ªa se le niega a 67 millones de ni?os y ni?as que no van a la escuela y a 759 millones de personas adultas que no saben ni leer ni escribir.
Este a?o, en el que en muchos pa¨ªses se est¨¢ recortando en servicios sociales como la Educaci¨®n, desde la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n queremos defender la importancia de la educaci¨®n de 0 a 6 a?os, clave para el desarrollo de las personas. La educaci¨®n infantil es la primera oportunidad de aprender fuera del hogar para muchos ni?os y ni?as. Especialmente en el caso de familias de bajos recursos, una adecuada atenci¨®n en esta etapa es el cimiento para que puedan aprovechar al m¨¢ximo su paso por la escuela.
Si queremos contar con personas adultas, competentes y capaces de aportar a sus comunidades y sus pa¨ªses, debemos atenderles desde que nacen. Si adem¨¢s, queremos contar con personas que conozcan sus derechos, que sean reflexivas, cr¨ªticas y capaces de construir otro mundo, no tenemos ni un minuto que perder. Porque cuanto m¨¢s tarde ofrezcamos a los ni?os y ni?as menores de 6 a?os una atenci¨®n y educaci¨®n adecuada (que aborda la salud, la nutrici¨®n, el desarrollo social y emocional, el lenguaje y el aprendizaje), menos posibilidades tendr¨¢n de alcanzar su pleno desarrollo.
Y si ese desarrollo y esa formaci¨®n la queremos para nuestros propios hijos e hijas, ?por qu¨¦ no lo exigimos para todos los menores, independientemente de d¨®nde hayan nacido?
Por eso, en estos tiempos de crisis y recortes, no podemos perder un minuto m¨¢s aceptando excusas y debemos afrontar el camino por el que millones de personas acceder¨¢n a la educaci¨®n. Ese camino embarrado, que no se puede recorrer si no es a pie, que te lleva a una escuela alejada, en la que te espera un aula abarrotada y un profesor que en el mejor de los casos habr¨¢ terminado la secundaria. Ese camino que te niega el acceso a la escuela si eres ni?a para que vaya tu hermano var¨®n. Ese camino que impide a los pa¨ªses del Sur contratar docentes con formaci¨®n y remunerarles dignamente por unas reglas del juego impuestas por el FMI que hablan de reducci¨®n del gasto p¨²blico. Ese camino que mide en cantidad los alumnos/as que terminan las etapas educativas, pero que no se preocupan de qu¨¦ han aprendido.
Es urgente y necesario que recordemos al Gobierno espa?ol sus compromisos y que no aceptemos recortes en el presupuesto de Ayuda Oficial al Desarrollo destinado a garantizar la educaci¨®n b¨¢sica universal. Porque con 16.000 millones de d¨®lares podr¨ªamos enviar a la escuela a todos los ni?os y ni?as que no van a clase, la mitad de lo que en Europa y en Am¨¦rica nos gastamos cada a?o en comer helados. Porque los pa¨ªses del G20 aportaron 400.000 millones de d¨®lares para rescatar a los bancos.
Ahora te pedimos que dediques otros 3 minutos de tu escaso tiempo y participes en la Semana de Acci¨®n Mundial por la Educaci¨®n. Te sentir¨¢s parte de algo grande. Parte de un movimiento de gente de todo el mundo a la que le importa la educaci¨®n y que ha contribuido a una resta. La que dice que el n¨²mero de ni?os y ni?as que no van a la escuela es ahora de casi 40 millones menos que en el a?o 2000.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.