Una conversaci¨®n de Rubalcaba y Seguro en Lisboa
Los partidos socialistas, hoy casi todos en la oposici¨®n, deben refundarse
Desde que se produjo la Revoluci¨®n de los Claveles, en Portugal, y la Transici¨®n democr¨¢tica consensuada en Espa?a, siempre he cre¨ªdo que las relaciones entre los dos Estados ib¨¦ricos deb¨ªan cambiar y volverse mucho m¨¢s frecuentes y fraternas.
Modestia aparte, yo mismo hice alguna aportaci¨®n a ello, durante la ¨¦poca en la que tuve como interlocutor al presidente del gobierno Adolfo Suarez. Con ¨¦l suscrib¨ª el Tratado de Amistad entre los dos Estados, que sustituy¨® el obsoleto Tratado Ib¨¦rico firmado por los dos dictadores, Franco y Salazar, siempre desconfiados el uno del otro. M¨¢s tarde, con el presidente del gobierno Felipe Gonz¨¢lez, un amigo querido, acordamos ingresar el mismo d¨ªa en la entonces CEE y mantuvimos siempre contactos regulares y fraternos.
Fue pasando el tiempo, pero las relaciones entre los dos Estados ib¨¦ricos, aunque los partidos que estuvieran en el poder fueran pol¨ªtica e ideol¨®gicamente diferentes, cuando no opuestos, nunca dejaron de ser buenas y fruct¨ªferas, en el marco europeo e iberoamericano. En efecto, somos aliados en la Uni¨®n Europea ¡ªy solidarios, como deben serlo los Estados europeos¡ª, en la OTAN y en la Comunidad Iberoamericana, que une a la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica con Iberoam¨¦rica, incluyendo, obviamente, a Brasil, un Estado emergente de decisiva importancia hoy.
Viene esto a prop¨®sito de un reciente encuentro en Lisboa entre los dos dirigentes socialistas ib¨¦ricos, Alfredo Rubalcaba, del PSOE, y Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, del PS. Anteriormente, y no hace mucho, tuvo lugar la reuni¨®n, tambi¨¦n en Lisboa, entre el presidente del gobierno Mariano Rajoy, l¨ªder del PP, y el actual primer ministro portugu¨¦s, Passos Coelho, l¨ªder del PSD y de la coalici¨®n gubernamental PSD/CDS/PP.
Hay, por lo tanto, en la ¨¦poca de crisis global que vivimos ¡ªy que tanto afecta a los dos Estados peninsulares, como a tantos otros¡ª muchas razones para profundizar en nuestras relaciones, que no se enmarcan tan s¨®lo en el momento, tan delicado, de la Uni¨®n Europea, sino tambi¨¦n en otras ¨¢reas geogr¨¢ficas que nos afectan tanto como el Mediterr¨¢neo occidental, el Atl¨¢ntico, ?frica, los Estados Unidos e Iberoam¨¦rica.
Es evidente que los dos partidos socialistas tienen una visi¨®n muy distinta de la que caracteriza ¡ªcon todos los matices, obviamente¡ª a los dos partidos conservadores ib¨¦ricos hoy en el poder. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de las diferencias ideol¨®gico-pol¨ªticas, son los problemas nacionales los que ahora se nos imponen, independientemente de los intereses partidistas. Y es eso lo que cuenta.
Lo m¨¢s importante es la manera de vencer la crisis y de evitar que la austeridad nos impida crecer?
No ten¨ªa el gusto de conocer personalmente a Alfredo Rubalcaba, por m¨¢s que hubiera seguido con atenci¨®n su trayectoria, sobre todo a trav¨¦s de El Pa¨ªs. ?l tuvo, sin embargo, la amabilidad de ir a visitarme, lo que me honr¨® y me dio la oportunidad de mantener una conversaci¨®n, breve, pero suficiente para entendernos en cuanto a la crisis global que nos afecta y al modo de salir de ella, aunque con las limitaciones de pertenecer ambos a partidos de la oposici¨®n.
Con todo, lo m¨¢s importante es la manera de vencer la crisis y de evitar que la austeridad, que los mercados usureros quieren imponernos, nos impida crecer econ¨®micamente y luchar contra el desempleo, con el fin de reducirlo dr¨¢sticamente. Se trata de un problema muy serio, que no afecta ¨²nicamente a nuestros dos Estados ib¨¦ricos sino, de forma cada vez m¨¢s agudizada, a la Uni¨®n Europea en su conjunto, especialmente en la zona euro. En estos mismos momentos ¡ª?qui¨¦n lo hubiera dicho?¡ª otra naci¨®n parece a punto de sufrir un colapso: ?Holanda!
Creo que los partidos socialistas, socialdem¨®cratas, laboristas y verdes, hoy casi todos en la oposici¨®n, deben aprovechar esta oportunidad ¨²nica para reflexionar sobre el papel de la izquierda y refundarse en ¨¢mbito pol¨ªtico, econ¨®mico, social y cultural. Los mercados usureros no pueden seguir dominando a los Estados, como est¨¢ ocurriendo ahora, porque en democracia es el voto ¡ªy no el dinero¡ª lo que legitima el poder. A menos que se quieran destruir las democracias europeas...
Francia, con los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, parece inclinarse hacia la izquierda ¡ªya veremos c¨®mo se comporta el electorado el pr¨®ximo 6 de mayo¡ª, lo que abre una ventana de esperanza. Otras se abrir¨¢n. Y es con esa perspectiva con la que la izquierda, en la oposici¨®n y sin prisas por volver al gobierno, debe prepararse no s¨®lo para refundarse en cuanto partido, sino tambi¨¦n para ayudar a transformar la Uni¨®n Europea en su conjunto, reafirmando los valores pol¨ªticos, sociales y civilizadores de los Padres Fundadores, en ese contexto nuevo hacia el que Europa, para salir de la crisis, est¨¢ obligada a virar.
M¨¢rio Soares fue presidente y primer ministro de Portugal.
Traducci¨®n de Carlos Gumpert.
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