Igualdad y progresividad

El IRPF deber¨ªa llamarse impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas obtenido por las clases medias, y especialmente por los asalariados. Decir que el IRPF grava las rentas de todas las personas f¨ªsicas es simplemente un dogma de fe.

Espa?a es un pa¨ªs sin ricos si atendemos a las estad¨ªsticas tributarias. En 2009, 6.829 contribuyentes declararon rendimientos e imputaciones por un valor superior a los 601.000 euros. Sin embargo, si consideramos que en Espa?a hay aproximadamente 143.000 personas que aparecen en un estudio sobre la riqueza en el mundo, est¨¢ claro que la mayor¨ªa de grandes fortunas tributa por otras v¨ªas. Esos grandes contribuyentes aportan solo el 0,05 % sobre el total recaudado por el IRPF, que obtiene la mayor¨ªa de sus ingresos por el tramo de rentas que va de los 12.000 a los 30.000 euros y que aportan el 57,14% al total del impuesto.

Si el IRPF es el impuesto que mayores ingresos dejar¨¢ al Estado ¡ªel 34% de los ingresos frente al 9,2% de sociedades seg¨²n los Presupuestos Generales del Estado de este a?o¡ª, me pregunto: ?no podemos exigir que, en lugar de recortes al Estado social, quien m¨¢s capacidad econ¨®mica tenga contribuya m¨¢s seg¨²n el principio constitucional de igualdad y progresividad?¡ª V¨ªctor Manuel Almeida Tielve.