Obispos contribuyentes

Poco a poco, de manera inexorable, parece que a la Iglesia cat¨®lica no le va a quedar m¨¢s remedio que empezar a ejercitarse en algo tan cotidiano y justo como pagar impuestos. Una vez que la Comisi¨®n Europea ha obligado a Espa?a a cobrar a los obispos el IVA, el debate est¨¢ abierto a otro tributo, este de car¨¢cter local: el impuesto de bienes inmuebles (IBI). La ciudad de Zamora no es la primera en plantearlo, pero s¨ª en idear una f¨®rmula: separar¨¢ la tasa de residuos urbanos del IBI para que la Iglesia, al menos, pague por la recogida de basuras. ?Ser¨¢ el pr¨®ximo paso obligarle a pagar tambi¨¦n el que grava los inmuebles?

De momento, no, pero la senda parece estar ya trazada. El actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallard¨®n, exigi¨® en octubre del pasado a?o y como alcalde de Madrid que el Estado compensase al municipio por casi 100 millones de euros que dejaba de recaudar por las exenciones del pago del IBI de que disfrutan embajadas, cuarteles, c¨¢rceles y edificios religiosos. Mario Monti, primer ministro italiano, ha decidido cobrar el IBI a los edificios eclesi¨¢sticos no dedicados en exclusiva al culto.

Los defensores de la laicidad est¨¢n en contra de estas exenciones que se suman, adem¨¢s, a las subvenciones estatales. En Espa?a, el debate del IBI es especialmente importante porque la Iglesia cat¨®lica lleva a?os poniendo a su nombre toda finca o edificio que carezca de propietario oficial. Son las inmatriculaciones, que est¨¢n engordando el extenso patrimonio episcopal. As¨ª que no es raro que en tiempos de crisis Zamora haya sabido hallar la f¨®rmula para que tambi¨¦n los obispos se rasquen el bolsillo. Es previsible que la movilizaci¨®n de los pol¨ªticos locales vaya en aumento.

Ruiz Gallard¨®n tiene ahora la oportunidad de cambiar las condiciones del acuerdo con la Santa Sede, que datan de 1979. Los tiempos son otros y acabar con este tipo de privilegios puede ser pronto un gancho electoral. Tom¨¢s G¨®mez, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, ya lo ha advertido: terminar con la exenci¨®n fiscal de la Iglesia lograr¨ªa una recaudaci¨®n anual de 3.000 millones. En tiempos de recortes son palabras mayores.