La ins¨®lita historia de una n¨¦cora asada
?Razones? Un litoral limpio y rocoso, abundancia de algas, disciplina f¨¦rrea de los pescadores que se auto imponen controles, restricciones y vedas, etc¨¦tera. Se refer¨ªan a los conocidos cangrejos (¡°necora puber¡±), que en Asturias denominan andaricas, esos crust¨¢ceos dec¨¢podos que apasionan a los devoradores de marisco.
As¨ª hasta que comenz¨® la cena. Despu¨¦s de unos aperitivos insustanciales llegaron a la mesa varios paquetes sorpresa con lacito incluido. Dentro del celof¨¢n que no era otra cosa que papel ¡°carta fata¡±, el famoso envoltorio de cocci¨®n transparente que aguanta altas temperaturas y respalda el chef italiano Fabio Tacchela, se observaba algo rojo. Marisco por supuesto. En cuanto desatamos las cintas la mesa se inund¨® de una vaharada intensa de aromas marinos. No enumero adjetivos para no incurrir en cursiler¨ªas.
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