El que contamina paga, aunque se llame Shell
Esta entrada ha sido escrita por M? Luisa Toribio Fuentes.
Foto: Amnistia Internacional. En la foto: Cecilia Teela (Bodo)
Los tiempos en que el delta del N¨ªger era un rico ecosistema lleno de vida parecen lejanos. Hoy es posible ver a ni?os jugando junto a lagos de petr¨®leo. En algunas zonas, los pescadores ya no encuentran el sustento para sus familias y tienen que remar durante horas para alcanzar aguas en las que la contaminaci¨®n sea menor. A¨²n as¨ª, dicen que hay peces que al abrirlos huelen a petr¨®leo.
A la ca¨ªda del sol, las llamaradas que provoca la combusti¨®n del gas ¨Cconsecuencia de la actividad petrolera¨C iluminan la noche y envuelven en humo t¨®xico las infraviviendas de unas comunidades que lo ¨²nico que han obtenido del petr¨®leo que alberga la tierra que pisan es miseria y enfermedad.
Desde que el gobierno de Nigeria y la industria petrolera, con Shell a la cabeza, comenzaran la explotaci¨®n petrol¨ªfera hace medio siglo, son muchas las personas que se han visto sumidas en la pobreza, mientras ve¨ªan c¨®mo el delta ¨Csu hogar¨C se transformaba en un entramado de tuber¨ªas, pozos y estaciones de bombeo, vertidos sin limpiar y una fina lluvia de petr¨®leo que de pronto riega r¨ªos, tierras de cultivo, casas y personas.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas se han producido miles de vertidos, motivo por el cual Shell acumula demandas por contaminaci¨®n en su contra. Uno de los casos m¨¢s graves se remonta a 2008. Aquel a?o, la vida de los habitantes de Bodo, localidad de la regi¨®n ogoni del delta, cambi¨® dr¨¢sticamente. Un fallo en un oleoducto provoc¨® en el mes de agosto un gran vertido que estuvo soltando petr¨®leo durante semanas. La historia se repiti¨® en el mes de diciembre.
Shell a¨²n no ha limpiado la zona ni ha indemnizado a sus habitantes, que se ven obligados a beber, cocinar y lavarse con agua contaminada. Tras a?os de pedir justicia en Nigeria, en abril de 2011 la comunidad de Bodo llev¨® su reclamaci¨®n por da?os y perjuicios ante el Tribunal Superior de Justicia del Reino Unido. Poco despu¨¦s Shell admiti¨® la responsabilidad de los vertidos y reconoci¨® la jurisdicci¨®n del Reino Unido.
El legado que el petr¨®leo ha dejado para los ecosistemas y las gentes del delta del N¨ªger es un triste ejemplo de la absoluta falta de ¨¦tica con la que puede operar un gigante como Shell cuando no tiene que rendir cuentas ante nadie. De ah¨ª la importancia de la campa?a de Amnist¨ªa Internacional. Una campa?a en la que se ha investigado la situaci¨®n sobre el terreno en colaboraci¨®n con la ONG local Centro para el Medio Ambiente, los Derechos Humanos y el Desarrollo, se han publicado detallados informesy se ha apoyado a la poblaci¨®n local.
Una campa?a que ahora da un paso m¨¢s. Un paso en el que cada uno de nosotros podemos ser parte. El pr¨®ximo 22 de mayo Shell celebrar¨¢ su Asamblea General en La Haya (Holanda). Ese d¨ªa, Amnist¨ªa Internacional mostrar¨¢ a la petrolera que el mundo la est¨¢ observando. Ante sus accionistas, la organizaci¨®n de derechos humanos har¨¢ llegar a la empresa miles de postales con un claro mensaje ¡°Shell: reconoce tu responsabilidad en los vertidos de petr¨®leo. Paga y limpia la contaminaci¨®n del delta del N¨ªger¡±. Animo a todos a sumarse a esta iniciativa.La comunidad de Bodo, que lleva a?os pidiendo a Shell que limpie el petr¨®leo derramado, merece ser apoyada.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.