Herzog&De Meuron y Ai Weiwei de nuevo ol¨ªmpicos

Una cubierta que indaga en el subsuelo. Once columnas -una para rendir tributo a cada edici¨®n anterior- y una m¨¢s para ilustrar la nueva intervenci¨®n sujetar¨¢n el techo del pabell¨®n de verano que la Serpentine Gallery de Londres inaugurar¨¢ el 1 de Junio. El edificio ser¨¢ poco m¨¢s que eso: una plataforma flotante sobre un interior -semidescubierto- forrado de corcho con el que Herzog& de Meruron y Ai Weiwei quieren expresar los cimientos del trabajo de los arquitectos. As¨ª, los autores del Estadio que Pek¨ªn inaugur¨® en las pasadas olimpiadas, regresan a territorio ol¨ªmpico.

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El corcho representa la arquitectura en las maquetas y, en Hyde Park, evocar¨¢ la tierra excavada, un sitio arqueol¨®gico ideado por los proyectistas para que los visitantes puedan ¡°sentir la presencia fantasmal de las estructuras que les precedieron¡±. Es cierto que el peso de las anteriores intervenciones de Daniel Libeskind, Alvaro Siza con Balmond y Souto de Moura, Frank Gehry, Zumthor, Koolhaas, Sanaa, Nouvel, Oscar Niemeyer o Toyo Ito -levantados junto a la galer¨ªa desde que Zaha Hadid iniciara la tradici¨®n en el a?o 2000- pueden suponer una losa, parece que fantasmag¨®rica, para una profesi¨®n m¨¢s habituada a medirse con los de su propia especie y condici¨®n que a ubicarse en el contexto m¨¢s amplio de la sociedad. Pero los arquitectos est¨¢n, en realidad, tratando de hacer autocr¨ªtica.

 ¡°Se han levantado tantos pabellones diversos y se han empleando tantos materiales y barajando tantas formas que hemos tratado de esquivar el problema inevitable de tener que elegir un objeto y una forma concreta¡±, han declarado los arquitectos suizos. As¨ª, propusieron la alternativa de excavar el terreno hasta encontrar el nivel fre¨¢tico. All¨ª, construyeron un pozo para recolectar el agua de lluvia ca¨ªda sobre esa zona del parque. La idea era incorporar una realidad invisible del jard¨ªn ¨Cel agua que acumula el suelo- al pabell¨®n. Y por eso su intervenci¨®n ser¨¢ el resultado de esa excavaci¨®n: un ejercicio de autocr¨ªtica a la arquitectura no desde las formas que produce sino desde el cuidado ambiental que descuida. Cavando en la huella de los anteriores pabellones los operarios dieron con cables y cimientos. Identificaron fragmentos de los 11 pabellones anteriores, tambi¨¦n la huella circular, alargada o puntillista de todos sus predecesores. ¡°La lectura de la huella que dejaron en el terreno permite ahora juzgar el cuidado de su intervenci¨®n en un parque natural¡±, explican.

La reconstrucci¨®n de esos restos forma un paisaje imposible de inventar, un regalo coronado por un techo que recuerda las cubiertas de los sitios arqueol¨®gicos. El agua de ese techo reflejar¨¢ el contexto o recibir¨¢ m¨¢s lluvia. Esa agua puede recogerse y guardarse en el pozo. Entonces esa cubierta flotante puede convertirse en una pista de baile que se posa en el parque casi sin pisarlo.

Cuando el pabell¨®n se cierre al p¨²blico, el 14 de Octubre, pasar¨¢ a formar parte de la colecci¨®n de Lakshmi N. Mittal, empresario de acero de Rajast¨¢n, la sexta persona m¨¢s rica del mundo -seg¨²n la revista Forbes- y patrocinador, junto a Usha Mittal, de los famosos pabellones. Y, adem¨¢s, vecino del barrio de Kensington.

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