Barra libre para el jefe

La Fiscal¨ªa del Estado legaliz¨® ayer la utilizaci¨®n injustificada del dinero de los contribuyentes, al negarse a investigar los motivos por los que el presidente del Poder Judicial, Carlos D¨ªvar, carg¨® casi 13.000 euros al erario por gastos derivados de una veintena de largos fines de semana (de al menos cuatro d¨ªas cada uno) en Puerto Ban¨²s (Marbella). Un p¨¦simo mensaje sobre la necesidad de controlar estrictamente el dinero de los contribuyentes, que llega en el peor momento posible y puede ser interpretado por otras autoridades y altos funcionarios del Estado como patente de corso para evitar la justificaci¨®n de gastos dudosos y seguir actuando as¨ª en el futuro. La fiscal¨ªa no considera ni siquiera necesario preguntar a las personas a las que D¨ªvar dice que hab¨ªa visitado en esos desplazamientos, unos viajes que exigieron un dispositivo de seguridad, pagado tambi¨¦n por cuenta del contribuyente.

Las justificaciones aportadas por la fiscal¨ªa para tomar su decisi¨®n se limitan a dar por supuesto que el presidente del Poder Judicial no tuvo intenci¨®n de lucrarse, y que cualquier "duda" debe ser resuelta "teniendo siempre presente la proyecci¨®n que el cargo de presidente del Consejo tiene sobre todas y cada una de las actividades que realiza la persona que lo desempe?a". En claro, que si una alta autoridad toma decisiones que implican gastarse el dinero de los ciudadanos, sus razones tendr¨¢: barra libre para el jefe. Horas antes de que la fiscal¨ªa anunciara esta decisi¨®n, la Mesa del Congreso hab¨ªa vetado la posibilidad de organizar la comparecencia del afectado ante la c¨¢mara, alegando que es un caso sub iudice.

En pleno periodo de declaraci¨®n del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF), los contribuyentes apreciar¨¢n esta manera tan laxa de defender el correcto uso del dinero p¨²blico. No es posible que los ciudadanos soporten una sospecha tan evidente de que el presidente del Poder Judicial endos¨® gastos privados al presupuesto p¨²blico. Es imposible permanecer imperturbables ante un ¨®rgano constitucional cuyo presidente, que deber¨ªa ser el primero en mostrar una actitud ejemplar y ejemplarizante, se encierra en que no ha hecho nada reprobable y que la cantidad gastada en los viajes en cuesti¨®n era una "miseria". La bolsa com¨²n est¨¢ demasiado agujereada por todas partes, como bien sabemos, como para que no sea preciso dar explicaciones sobre 20 largos fines de semana en hoteles y restaurantes de lujo.