Maneras diferentes de ver la vida
Espa?a debe de aceptarse a s¨ª misma y despedir a sus ¡°hijos adoptados¡±, Euskadi y Catalu?a, naciones ya mayores de edad, con entereza y dignidad.
Me he quedado impactado despu¨¦s de leer el art¨ªculo Delenda est Hispania?, de ?ngel L¨®pez Garc¨ªa©\Molins (doctor en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, catedr¨¢tico de Ling¨¹¨ªstica y Literatura Espa?ola) publicado por este peri¨®dico el pasado 9 de mayo. En este se expone, de manera miedosa, abrir el mel¨®n de la reorganizaci¨®n territorial de Espa?a para intentar modernizarla e incluir todas las naciones que componen el Estado bajo un modelo federal con un n¨²mero menor de entidades del actual.
?ngel L¨®pez?Garc¨ªa©\Molins describe correctamente el camino de errores seguido por el Estado desde las guerras carlistas, pasando por la Constituci¨®n de C¨¢diz, la LOAPA y el fracaso final del Estatut de Catalunya (2006). Luego se mete ¨¦l mismo en el barrizal de intentar describir las particularidades de cada una de las partes que componen Espa?a para justificar su derecho a la autonom¨ªa diferenciada, resumi¨¦ndolo por razones de lengua (catalano©\balearicovalenciano parlantes, euskera parlantes, galaico parlantes, asturiano parlantes), singularidad geogr¨¢fica (Canarias) y finalmente poblacional (Andaluc¨ªa, y Castilla). Bajo estas clasificaciones sustenta la propuesta de un nuevo modelo en el que propone la existencia de media docena de entidades aut¨®nomas federadas, con las mismas competencias, dejando atr¨¢s el centralismo imperante.
C¨®mo escrib¨ªa al inicio, ¡°me he quedado impactado¡± porqu¨¦ me parece aberrante que ciertas opiniones a¨²n se sostengan sin tener la m¨¢s m¨ªnima capacidad de an¨¢lisis de lo que ha supuesto que Espa?a se haya negado a su propio reconocimiento como Estado plurinacional desde la Constituci¨®n de 1978. Lo que expone ?ngel L¨®pez Garc¨ªa©\Molins llega tarde. Aunque es una reflexi¨®n muy v¨¢lida en ciertos aspectos, parece escrita hace dos d¨¦cadas. Desde las naciones perif¨¦ricas a la espa?ola (b¨¢sicamente Euskadi y Catalu?a) no se ha parado de proponer propuestas federalistas (siempre asim¨¦tricas por la singularidad nacional) a todos los niveles y siempre han sido rechazadas y combatidas por el Estado central y su aparato. Finalmente, tal y como el citado art¨ªculo recoge, el Estatut de Catalunya fue la gota que colm¨® el vaso. Ah¨ª se demostr¨® que el Estado y su aparato no deseaban respetar la voluntad democr¨¢tica del pueblo de Catalu?a, siendo el texto reescrito por un tribunal pol¨ªtico. Sin ganas de ahondar en este hecho hist¨®rico, ahora cierta intelectualidad espa?ola se da cuenta de que algo falla (¡°El debate deber¨ªa abrirse ya, o que Dios nos coja confesados¡±) y magnificas disertaciones como la de ?ngel L¨®pez Garc¨ªa©\Molins llegan tarde.
O Espa?a sufre una metamorfosis constitucional que incluya a todos en un plano de igualdad en un plazo muy breve, o la segregaci¨®n de Euskadi y Catalunya para a?adir dos nuevos Estados ya dentro de la UE es inminente. Y lo peor de todo es que ser¨¢ debido a la ceguera de los poderes centralistas del estado que en ning¨²n momento han considerado nunca otra manera de expresarse dentro de Espa?a que no sea sintiendo suyo el hecho nacional espa?ol. Imponiendo desde la centralidad c¨®mo la periferia debe organizarse a todos los niveles. Negando el trato de t¨² a t¨², y obligando a un trato de sumisi¨®n.
Espa?a se ha negado a su propio reconocimiento como? Estado plurinacional desde la Constituci¨®n de 1978
A su vez me gustar¨ªa exponer a ?ngel L¨®pez Garc¨ªa©\Molins que las interdependencias europeas que se proponen estas naciones en ning¨²n caso romper¨ªan ni lazos culturales ni econ¨®micos con sus ¡°territorios del mismo tronco ling¨¹¨ªstico¡± y por lo tanto cultural. Acaso los pa¨ªses de la UE tienen alg¨²n tipo de limitaci¨®n de derechos entre ellos? Acaso Valencia estar¨ªa quilom¨¦tricamente m¨¢s lejos de Barcelona, o Bilbao de Logro?o?
As¨ª pues Espa?a no deber¨ªa de alimentarse con propuestas irrealizables (por su ¨ªndole, centradas en el nacionalismo espa?ol) en tiempos tan tremendos como los que vivimos. Debe de aceptarse a s¨ª misma y despedir a sus ¡°hijos adoptados¡± (las naciones ya mayores de edad) con entereza y dignidad. La dignidad de quien ya es democr¨¢ticamente mayorcito para entender que lo que nos hace potentes a nivel global es la UE (suma de naciones de m¨²ltiples tama?os y poblaciones, desde Eslovenia hasta Francia o Suecia) y no la simpleza de pertenecer todos forzadamente a algo ya tan artificial como la actual Espa?a. Y la entereza de quien comprende que para autoafirmarse a s¨ª mismo no debe de dominar a otros, debe de colaborar con ellos, de t¨² a t¨². Y el c¨®mo salir de esta crisis (m¨¢s UE) nos lo est¨¢ dejando bastante claro.
Desde Euskadi y Catalu?a no se ha parado de proponer propuestas federalistas y siempre han sido rechazadas y combatidas por el Estado central y su aparato
Finalmente, y sin la m¨¢s m¨ªnima iron¨ªa, mi agradecimiento a la clarividencia final que ?ngel L¨®pez?Garc¨ªa©\Molins expone en su art¨ªculo:
¡°Y, sin embargo, alg¨²n paso habr¨¢ que dar o el tsunami que viene nos arrastrar¨¢ a todos¡±.
Esteve Sol¨¤ i Saura es arquitecto.
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