Los enga?ados

Si la historia fuera predecible muchos momentos de tensi¨®n, cr¨ªmenes, barbaridades y sorpresas nunca hubieran sucedido.

En las elecciones mexicanas siempre ha podido, puede y podr¨¢ pasar de todo. Lo que no estaba claro es si pese a tener todos los datos de corrupci¨®n, conocer los nombres de los corruptos, ver c¨®mo los corruptos suben los datos de corrupci¨®n propia a Facebook, padecer el fracaso y el colapso total del sistema judicial mexicano y la impunidad, era posible esperar una verdadera reacci¨®n de alguien.

Es terrible ver que en el M¨¦xico actual, el que elegir¨¢ presidente el d¨ªa 1 de julio, los ciudadanos a?oran la ¨¦poca en la que la corrupci¨®n era el mayor problema. Hoy, en M¨¦xico es m¨¢s barato matar que corromper. Y es m¨¢s barato porque el colapso del sistema judicial hace que la impunidad lo haya permeado todo.

En las elecciones mexicanas siempre ha podido, puede y podr¨¢ pasar de todo

Resulta dif¨ªcil saber qu¨¦ pas¨® por las mentes de los nietos de Mubarak aqu¨¦l d¨ªa de enero del a?o pasado cuando se pusieron a jugar con sus tel¨¦fonos inteligentes para pedir libertad.

Tambi¨¦n resulta dif¨ªcil saber por qu¨¦ los acomodados, quienes cuentan con mayores recursos, aquellos que tienen la oportunidad de recibir una educaci¨®n en las universidades m¨¢s caras, prestigiosas y te¨®ricamente competentes de M¨¦xico, est¨¢n encarnando un movimiento que es absolutamente nuevo por diversas caracter¨ªsticas.

En primer lugar, es un movimiento que, como deber¨ªa ser en pol¨ªtica y en la sociedad, trata de prevenir algo en lugar de llorar despu¨¦s, rompiendo con la tradici¨®n mexicana que ha creado toda una escuela en lo que respecta a ironizar, hacer burla o lamentar lo mal que nos va.

En segundo orden, se trata de un rearme moral en el cual en t¨¦rminos de n¨²meros podr¨ªa afectar a 14 millones de votantes, sin embargo, eso no es lo m¨¢s importante. Lo m¨¢s relevante es que el liderazgo social que se les supone a esos estudiantes ha chocado frontalmente con el conservadurismo, la resignaci¨®n y con esa manera de sufrir en la broma tr¨¢gica que el pueblo de M¨¦xico ha instaurado frente a los abusos que les ha perpetrado.

Ignoro hasta qu¨¦ punto es justo o injusto. Si realmente se lo merece o no. Pero lo cierto es que Enrique Pe?a Nieto ¡ªel candidato priista y hasta ahora puntero en las encuestas¡ª suponiendo que gane las elecciones mexicanas, tendr¨¢ un problema muy grave. Como demuestran casos como el espa?ol o como tantos otros una cosa es ganar y otra cosa es poder gobernar.

En el caso de M¨¦xico y pendiendo como una espada de Damocles ¡°si hay imposici¨®n har¨¢ revoluci¨®n¡± como slogan, todas las autoridades presentes y futuras deben de llevar mucho cuidado porque es un fen¨®meno que se sabe d¨®nde empez¨®, una vez m¨¢s vestidos de blanco y negro tomando las calles en esta ocasi¨®n la Avenida Paseo de la Reforma, caminando desde el Z¨®calo capitalino hasta el ?ngel de la Independencia y una vez m¨¢s, como tantas veces, expresando rechazo.

?Cu¨¢l es la diferencia? La diferencia es que ahora realmente el movimiento ha prendido y tal como se?alaba el peri¨®dico Reporte ?ndico Cinco d¨ªas en su portada del lunes 21 de mayo, ¡°Los enga?ados¡± forman parte ya de la aportaci¨®n mexicana a los indignados, los ocupantes de Wall Street y las manifestaciones de la inteligencia joven de los pa¨ªses que est¨¢ aterrada y rechaza, tanto la consecuencia de la decrepitud pol¨ªtica basada en la corrupci¨®n como la ineficiencia, la inoperancia y la falta de un futuro.

Resulta regenerador ver el fen¨®meno. Habr¨¢ que ver el 1 de julio qu¨¦ conclusi¨®n tiene. Por el momento ya ha conseguido algo muy importante, esas manos alzadas como muestra la fotograf¨ªa de la portada del peri¨®dico mexicano con el sello #YoSoy132 significa un desencadenamiento de la solidaridad pol¨ªtica que en M¨¦xico llev¨¢bamos mucho tiempo sin ver y ahora, en cualquier caso, es una seria llamada de atenci¨®n para cualquiera que pretenda gobernar. El pr¨®ximo presidente deber¨¢ saber que ya no es posible gobernar desde el silencio, el abuso, la impunidad y la falta de claridad.

Antonio Naval¨®n es periodista.