Pobre Tita rica

Me ha pillado mi nuevo l¨ªder poni¨¦ndolo fino por el m¨®vil en el ba?o. En el lavabo no, no soy tan suicida, sentada en el retrete propiamente dicho, que hay que explicarlo todo y ya me han dado un toque para no ser tan gr¨¢fica. Estaba yo despach¨¢ndome a gusto, y veo por debajo de la puerta las Vans que se ha agenciado para d¨¢rselas de moderno. Ahora ¨¦l sabe que yo s¨¦ que ¨¦l sabe, pero los dos hacemos que no sabemos nada por la cuenta que nos tiene. El derecho a la intimidad, la informaci¨®n es poder y todo eso. Eso le pasa por confraternizar con los esbirros en su terreno. Un jefe es un jefe, por mucho que vaya de colega. Mucha sinergia, mucho compadreo y mucha v¨ªa de doble sentido, que le dec¨ªa Sigourney Weaver a Melanie en Armas de mujer cuando la Griffith era la Griffith y no la se?ora de Banderas. Pero si se les mete entre ceja y ceja que les puenteas, te quieren cortar la cabeza, como Rubalcaba a Maru Men¨¦ndez.

Por eso Tita Thyssen no paga a voceros. Tiene toneladas de pedruscos de los buenos, pero no se le caen los anillos por dar explicaciones. Ten¨ªas que verla en Iroco, un restaurante fin¨ªsimo, confes¨¢ndole a la prensa as¨ª, en confianza: f¨ªjaos qu¨¦ apuro, chicos, pero me veo obligada a subastar un constable por 26 kilos de salida porque tengo muchos gastos y estoy sin efectivo. Pobre Tita, yo la entiendo: una cosa es tener 300 cuadros, un yate de 38 metros, equis mansiones por el globo y 80 personas en n¨®mina, y otra, no tener l¨ªquido ni para comprarles un Calippo a sus mellizas Carmen y Sabina con este calorazo. Borja y Blanca son otro asunto. El cari?o ni se compra ni se vende, pero desde que su primog¨¦nito biol¨®gico le exigi¨® la herencia en vida, la baronesa viuda le ha cortado el grifo.

Por cierto que, pese a ser patrimonio nacional de primer orden, Carmen presume de pasaporte suizo. Tributar no s¨¦ d¨®nde tributa, pero Tita mira el euro m¨¢s que Guindos. Que se peina sola, dice, no hace falta que lo jure. Da igual que vaya a la lonja de Sant Feli¨² a por unas chirlas o venga de posar para Testino, ella se planta un quiqui con una pinza de los chinos que le descu??bri¨® su ¨ªntima Carmen Calvo y va tan casual y tan mona. Con lo que ahorra en pelu podr¨ªa pagar el amarre del Mata-Mua. Te lo digo yo, que s¨¦ lo que vale un peinazo de un peluquero estrella. No acaba de palmar Vidal Sassoon y ya hay varios postulantes al trono. El primero, el m¨ªo. El mismo que pein¨® a Raquel Perera en su boda con Alejandro Sanz. Otros millonarios que hacen sus apa?os de crisis: bautizan al nene y se casan y ventilan dos sacramentos con un convite.

Luego lapidan a Letizia por repetir pantal¨®n dos d¨ªas. Ejemplo es lo que da la Princesa. Si no te manchas ni sudas, le das un fuf¨² de colonia, un planchazo y arreando, que es gerundio. ?O t¨² no tienes el armario lleno y vas siempre con lo mismo? Y me callo ya, que me comunican que me cambian de pupitre. Esto va a ser la venganza de mi primo. De pensar en la mudanza, con mi s¨ªndrome de Di¨®genes, hiperventilo. Voy a echarme en el sof¨¢ del Huffpost espa?ol, que se acaban de instalar aqu¨ª al lado. Creo que hay un div¨¢n en todas las sedes del Huffington para que los curritos se relajen y fluyan las ideas. A buenas horas viene Arianna Idem a ense?arle a su hom¨®loga Montserrat Dom¨ªnguez que una siesta resucita a un muerto.