Una infanta al auxilio

El Pr¨ªncipe aguant¨® estoico la pitada del Vicente Calder¨®n en la final de la Copa del Rey, cuando las aficiones del Athletic y el Barcelona escucharon el himno nacional, como tambi¨¦n soport¨® los c¨¢nticos sobre historias de elefantes. Algo parecido le pas¨® a don Felipe cuando, en compa?¨ªa de la princesa, inaugur¨® la Feria del Libro en El Retiro madrile?o. D¨ªas antes, la Reina era recibida en silencio en el Teatro Real de Madrid, donde Pl¨¢cido Domingo y Ainhoa Arteta representaban Cyrano de Bergerac. En cambio, la infanta Elena s¨ª se encontr¨® con c¨¢lidos aplausos a su llegada a la Feria del Libro, como tambi¨¦n en Las Ventas, durante la Feria de San Isidro. De todas estas reacciones populares ten¨ªa noticias un Rey convaleciente en el palacio de la Zarzuela. Hoy le toca a ¨¦l salir a la calle. Acompa?ado por do?a Sof¨ªa y los Pr¨ªncipes de Asturias, presidir¨¢ en Valladolid el D¨ªa de las Fuerzas Armadas, en el que ser¨¢ su primer acto fuera de su despacho tras 45 d¨ªas de reposo forzoso por la operaci¨®n de cadera que sufri¨® tras el viaje de caza a Botsuana.

En estos tiempos turbulentos para la Casa del Rey, la popularidad de la infanta Elena se ha visto intacta, tanto que su figura se ha convertido en una especie de marca blanca de la Corona, en el miembro de la familia real mejor aceptado en acontecimientos populares. Lejos han quedado aquellos momentos en los que la pol¨¦mica le acompa?aba por su sonada separaci¨®n de Jaime de Marichalar y su dif¨ªcil acuerdo de divorcio. Ahora Elena se presenta en p¨²blico como un personaje sin contaminar por las pol¨¦micas que rodean a la Corona. Y en privado es el miembro de la familia real que mantiene relaciones con todos. Es la hija m¨¢s cercana al Rey, su gran apoyo cuando decidi¨® separarse de Marichalar con la oposici¨®n de do?a Sof¨ªa. Se les ha visto almorzando en restaurantes de Madrid o compartiendo jornadas de caza.

Elena adora a su hermano Felipe. Sin ir m¨¢s lejos, fue la anfitriona de su hermano en la visita que hicieron los pr¨ªncipes al estand de la Fundaci¨®n Mapfre en la Feria del Libro. Juntos tambi¨¦n acudieron, con sus hijos, a visitar al hospital a Felipe Marichalar tras su disparo accidental en un pie.

Cristina apoy¨® la separaci¨®n de Elena, quien tambi¨¦n cont¨® con la ayuda de I?aki Urdangarin, que se convirti¨® en su fiel escudero en los primeros actos protocolarios a los que le toc¨® acudir sola. Tambi¨¦n, como t¨ªo, se encarg¨® en las vacaciones en Mallorca de compartir horas de ocio y deporte con los hijos de la Infanta y Marichalar.

Ahora, cuando Urdangarin est¨¢ imputado por el juez Jos¨¦ Castro por sus negocios con la Fundaci¨®n N¨®os y la Casa del Rey ha calificado su comportamiento como ¡°poco ejemplar¡±, Elena es el canal de comunicaci¨®n que mantiene abierto el di¨¢logo entre los duques de Palma, el Rey y el Pr¨ªncipe. Ella es la mejor intermediaria entre todos los miembros de la familia, tomando el relevo del trabajo que en otros tiempos desempe?¨® la Reina.