Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh, la princesa y el corista
La ¨²ltima pareja de la hija de Carolina de M¨®naco podr¨ªa ser la pesadilla de toda madre arist¨®crata: es padre de un hijo y 15 a?os mayor que ella Sin embargo, la popularidad del c¨®mico jud¨ªo marroqu¨ª podr¨ªa beneficiarle
Su abuela era una oscarizada actriz que se cas¨® con un pr¨ªncipe. Su madre, una princesa que se enamor¨® de un actor ¨CVincent Lindon¨C. Y Carlota Casiraghi (M¨®naco, 1986), hija de Carolina de M¨®naco y nieta de Grace Kelly, ha cambiado a Alex Dellal, heredero multimillonario y encarnaci¨®n popular del concepto de buen partido, por Gad Elmaleh, un humorista 15 a?os mayor que ella y padre de un hijo de 11 que podr¨ªa personificar otro arquetipo muy popular, el de pesadilla de toda madre.
Con todo, el romance ha sido ¡°recibido entre los franceses como una agradable sorpresa¡±, cuenta la periodista de Paris ?Match Pauline Delassus, una de las reporteras que han seguido m¨¢s de cerca la relaci¨®n. Nada que ver con el esc¨¢ndalo que desat¨® el idilio de su madre con el tambi¨¦n maduro Philippe Junot. Cuando se casaron, en 1978, ella ten¨ªa 21 a?os, y ¨¦l, 38. El matrimonio dur¨® apenas dos a?os, y el calificativo m¨¢s suave que las revistas dedicaron a Junot fue el de playboy.
Pese a que se ha especulado con que Carolina no ve con buenos ojos la nueva relaci¨®n y que no se ha visto al actor en ning¨²n acto oficial de la familia principesca, la opini¨®n p¨²blica parece haber dictaminado que la madre no puede reprochar nada a la hija. ¡°La gente ve las salidas de Carlota y Gad como si se tratase de un cuento de hadas entre una joven princesa y una gran estrella¡±, contin¨²a Delassus. Flamantes protagonistas de una comedia rom¨¢ntica, quiz¨¢ demasiado t¨®rrida para ser estadounidense: atr¨¢s qued¨® el decoro ¨Cpor no decir hipotensi¨®n¨C que caracteriz¨® los cinco a?os de Casiraghi junto a Dellal.
Carlota es una de las arist¨®cratas m¨¢s bellas del mundo. Gad, ¡°un artista muy querido por el p¨²blico tanto por su sentido del humor como por su atractivo¡±, resume Delassus. La alianza con el actor, de perfil m¨¢s terrenal, est¨¢ humanizando a la princesa, sumida desde la cuna en un aura de inaccesibilidad. Sin embargo, el torbellino medi¨¢tico la ha abrumado. ¡°Es perseguida sin descanso d¨ªa y noche por una decena de fot¨®grafos¡±, lamenta su abogado, Alain Toucas, que ha interpuesto una denuncia penal ante la fiscal¨ªa de Par¨ªs por ¡°violencia¡±y ¡°montajes¡± contra un grupo de paparazzi. Un asedio que el letrado ha comparado con el que sufri¨® una de sus antiguas clientas: ¡°Estas persecuciones de motos y coches representan un riesgo muy grave de violencia f¨ªsica. Yo lo viv¨ª con la princesa de Gales, a quien tuve el honor de representar, y no tengo ning¨²n deseo de repetirlo¡±.
La prensa del coraz¨®n tampoco le es desconocida al actor. Sus p¨¢ginas dieron cuenta de su boda en 1998 con la actriz Anne Brochet, el nacimiento de su hijo No¨¦ y su posterior divorcio en 2002; y de sus affaires con la bailarina Aur¨¨lie Dupont, la periodista Marie Drucker y la actriz Nora Arnezeder, tres a?os m¨¢s joven que Carlota: todas ellas mujeres conocidas en Francia.
Jud¨ªo franco-marroqu¨ª de pe?netrantes ojos azules, monologuista respetado, actor y director de cine, Elmaleh ha participado en producciones internacionales como Midnight in Paris, de Woody Allen, o Las aventuras de Tint¨ªn, de Steven Spielberg. Y ahora protagoniza la ¨²ltima pel¨ªcula de Michel Gondry, Mood Indigo, durante cuyo rodaje recibi¨® la visita de Carlota, como acreditaron los paparazzi.
"En Francia ven las salidas de la pareja como si se tratase de un cuento de hadas"
El romance se ha documentado casi en directo: desde el flechazo en una cena con amigos comunes en diciembre hasta sus encierros de fin de semana en el piso parisiense de Elmaleh de los que el humorista ¡°solo sale para buscar avituallamiento y comprarle dulces a su princesa¡±, revelaba con sorna la web Atlantico. ¡°El 28 de diciembre eran una pareja que se rinde en un club de la noche parisiense, unos amantes que se aprietan sobre un sof¨¢ de terciopelo rojo¡±, a?ad¨ªa con literatura Paris ?Match. ¡°Quiz¨¢ son los mil talentos de Elmaleh los que han hecho sucumbir a Carlota. ?Con ¨¦l no corre el riesgo de aburrirse!¡±, bromeaba la revista Closer, dando cuenta de la nueva sonrisa que parece haberse instalado en el rostro de la princesa.
No pueden haber llevado vidas m¨¢s distintas. Nacido en Casablanca, Elmaleh emigr¨® con solo 16 a?os a Montreal. All¨ª trabaj¨® de chico de los recados en la empresa de unos parientes. Su padre, mimo de profesi¨®n, no pod¨ªa enviarle dinero con frecuencia. Cuando lleg¨® a Par¨ªs en 1990 sufri¨® ¡°la experiencia de ser emigrante¡±, revel¨® en The New York Times. ¡°Not¨¦ una gran diferencia con respecto a los jud¨ªos y ¨¢rabes nacidos en Francia. Recuerdo que cuando fui a la prefectura a por mis papeles gritaron mi nombre mientras los aplastaban para demostrar su desd¨¦n¡±,
El actor ha rentabilizado estas vivencias en sus mon¨®logos, de fuerte carga ideol¨®gica. Su pieza c¨®mica m¨¢s popular gira en torno al personaje de Chouchou, un travest¨ª marroqu¨ª que recorre las calles de Par¨ªs. Y Coco (2009), su ¨²nica pel¨ªcula como director, cuenta la historia de ¡°un jud¨ªo sefard¨ª que se vuelve loco y quiere hacer el bar mitzvah m¨¢s fabuloso del mundo para su hijo¡±. Algo parecido al Baile de la Rosa que cada a?o organiza la familia principesca de M¨®naco y en el que qui¨¦n sabe si alg¨²n d¨ªa llegaremos a ver a Elmaleh. Dar¨ªa para un buen sketch.
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