Poco lleva R¨ªo+20

El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se inicia en R¨ªo de Janeiro la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, tambi¨¦n conocida como R¨ªo+20. En efecto, en 1992 tuvo lugar, en esa misma ciudad, la llamada Cumbre de la Tierra, que supuso un punto de inflexi¨®n en el an¨¢lisis de los problemas medioambientales globales, e inici¨® un tiempo de toma de decisiones conjuntas para combatir algunas de las amenazas m¨¢s insidiosas a las que se enfrenta el planeta, como el cambio clim¨¢tico, el hambre y la desigualdad.

?A esa cumbre debemos desarrollos como el protocolo de Kioto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o la Agenda 21 sobre desarrollo sostenible. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n 20 a?os despu¨¦s? Los problemas denunciados entonces no han mejorado y, en muchos casos, como en el de la utilizaci¨®n sostenible de los recursos energ¨¦ticos y naturales, ha empeorado. M¨¢s a¨²n, la sensibilidad ante este tipo de problemas ha disminuido. La crisis econ¨®mica se ha llevado muchas cosas, tambi¨¦n la preocupaci¨®n por el medio ambiente, que hoy se encuentra en un nivel de baja prioridad para el p¨²blico y los pol¨ªticos.

Desgraciadamente, no cabe esperar demasiado de la Conferencia. No hay perspectivas de que se aprueben medidas que obliguen a modificar nuestros h¨¢bitos de consumo energ¨¦tico o alimentario. Los pa¨ªses m¨¢s desarrollados siguen reclamando la contribuci¨®n de los pa¨ªses emergentes, muy poblados y con gran potencial de desarrollo y, por tanto, de contaminaci¨®n, mientras que estos requerir¨¢n, muy justificadamente, que los que han contribuido hist¨®ricamente, y siguen haci¨¦ndolo hoy, al abuso de los recursos naturales soporten el peso decisivo de un cambio que es vital para asegurar el futuro de nuestras sociedades. Europa ser¨¢ uno de los participantes con propuestas m¨¢s avanzadas, pero la experiencia pasada nos indica que su peso en este tipo de encuentros es cada vez menor.