Salvado el escollo griego
Las elecciones despejan una incertidumbre, no los problemas del euro
Los griegos, la eurozona y el resto del mundo han respirado con alivio ante los resultados de las elecciones griegas. Los conservadores de Nueva Democracia han ganado con claridad, recuperando parte del terreno perdido. Esta vez, frente a lo ocurrido el pasado 6 de mayo, podr¨ªan formar un Gobierno estable con los socialistas del Pasok que han seguido retrocediendo. Estos, sin embargo, no quieren entrar en un Ejecutivo sin la izquierda radical de Syriza, lo que introduce un nuevo factor de negociaci¨®n e incertidumbre.
Aunque con matices, Antonis Samar¨¢s acepta cumplir los compromisos adquiridos para el rescate de la econom¨ªa griega por 130.000 millones de euros, y de eso se trataba como se ha recordado desde Berl¨ªn antes siquiera de conocer los resultados. Pero siguen los problemas de una peque?a Grecia asfixiada por la austeridad y de una eurozona en la que Atenas era un escollo pero no el problema fundamental. Ser¨¢ ahora necesaria una actitud m¨¢s flexible por parte de los dirigentes europeos y de las instituciones.
Nueva Democracia, al llegar en cabeza, se ha beneficiado del bonus de 50 esca?os de un total de 300. Pero tendr¨¢ que gobernar para una sociedad griega polarizada y frente a una oposici¨®n reforzada por los buenos resultados de Syriza y su l¨ªder Alexis Tsipras. Este quer¨ªa replantear a fondo las condiciones para el rescate. Pero no se ha tratado de un refer¨¦ndum sobre el euro, pues la inmensa mayor¨ªa de los griegos quiere permanecer en ¨¦l, sino sobre la necesidad de seguir apret¨¢ndose el cintur¨®n para salir adelante. En este resultado ha pesado el voto del miedo a verse forzada Grecia a salirse de la Uni¨®n Monetaria. La presi¨®n internacional ha surtido efecto.
En Grecia se ha reforzado el nuevo bipartidismo en el que entr¨® el 6 de mayo, solo que m¨¢s marcado y radicalizado por el hundimiento de los socialistas, y no con un car¨¢cter antieuropeo. Lo que realmente necesitar¨ªa el pa¨ªs es un gran pacto nacional. Naturalmente sin los neonazis de Aurora Dorada que, peligrosamente, se afianzan como cuarto partido en el Parlamento con un n¨²mero significativo de esca?os.
Con estos resultados, el euro no ha salido de su incertidumbre. Sigue el peligro de una crisis sist¨¦mica, debida no solo a Grecia, sino a Espa?a e Italia y a la divisi¨®n de opiniones, sobre todo con Alemania, acerca de los urgentes e importantes pr¨®ximos pasos a dar en la integraci¨®n monetaria y en la reactivaci¨®n econ¨®mica.
Los dirigentes de la eurozona, del conjunto de la UE y del G-20, cuya cumbre se abre hoy en M¨¦xico, deben lanzar un claro mensaje de pleno apoyo al euro, que es un activo europeo y global. A Grecia, a la UE y a la eurozona les queda por delante una inmensa tarea. Es hora de ponerse manos a la obra. Los dirigentes europeos han ganado tiempo, pero no pueden permitirse ni una demora m¨¢s. Ahora s¨ª que hay que generar confianza en el euro y en la econom¨ªa de todos sus miembros.
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