Compraventa de datos
Cuando tanta gente se dedica a espiar es porque hay una importante demanda
Una parte importante de la actividad policial se centra en combatir tr¨¢ficos il¨ªcitos. Tr¨¢ficos muy cl¨¢sicos, como el de armas o el de drogas; tr¨¢ficos con glamour, como el de metales preciosos, arte o animales ex¨®ticos, y tr¨¢ficos emergentes, como el de trabajadores ilegales o de esclavas sexuales, al que hay que a?adir ahora el tr¨¢fico de datos confidenciales. Es decir, el contenido de una historia cl¨ªnica o la declaraci¨®n de la renta.
La operaci¨®n Pitiusa ha permitido desmantelar una extensa red de obtenci¨®n y venta de datos confidenciales que operaba en toda Espa?a y que ha sometido a espionaje a personalidades por alguna raz¨®n relevantes, como Ignacio L¨®pez del Hierro, esposo de la secretaria general del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, o Telma Ortiz, hermana de la princesa Letizia.
En total han sido detenidas m¨¢s de 150 personas relacionadas con la red, que la polic¨ªa de Barcelona investigaba desde principios de 2011 y de la que ha llegado a obtener detalles como las tarifas que aplicaba: de los 800 euros de una historia cl¨ªnica a los 8.000 de un informe de Hacienda, hasta llegar a los 40.000 por informaciones m¨¢s comprometidas obtenidas mediante intervenci¨®n de las comunicaciones o por procedimientos de pirater¨ªa inform¨¢tica.
Tanto el n¨²mero de implicados como la cantidad de personas de las que vend¨ªan datos, en torno a 3.000, sugieren que existe un mercado privado del que no ten¨ªamos noticia, como tampoco los brit¨¢nicos ten¨ªan noticia de que uno de los peri¨®dicos de mayor tirada, el News of the World, se dedicaba a espiar a pol¨ªticos y otros famosos para publicar exclusivas.
La existencia de esta red indica que si tanta gente se dedica a espiar es porque hay una importante demanda. ?Qui¨¦n compraba esos datos? Es plausible que entre los clientes haya particulares que recurrieron a la red para sus personales venganzas. Pero ser¨ªa muy grave descubrir que entre quienes han comprado esos datos figuran pol¨ªticos deseosos de erosionar la fama de sus adversarios o medios de comunicaci¨®n dispuestos a recurrir a procedimientos il¨ªcitos para obtener exclusivas. Ahora sabemos que hab¨ªa una red, pero ser¨ªa bueno conocer tambi¨¦n qui¨¦n compraba esos datos.
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