El sector bancario en transformaci¨®n
El saneamiento debe continuar con ajustes m¨¢s fuertes, m¨¢s r¨¢pidos y m¨¢s exigentes. El objetivo es la estabilidad del sector financiero para normalizar el flujo del cr¨¦dito a actividades productivas
El sector bancario atraviesa un momento de agudas tensiones vinculado a su proceso de restructuraci¨®n y saneamiento. Bajadas generalizadas de rating, ca¨ªdas burs¨¢tiles, evaluadores externos, necesidades de recapitalizaci¨®n, y el paquete de apoyo financiero a Espa?a, dan la impresi¨®n de un sector dormido en sus laureles, incapaz de hacer frente a sus propios retos y de proveer a la econom¨ªa espa?ola lo que necesita: canalizar cr¨¦dito para estimular el crecimiento.
El sector est¨¢ realizando una restructuraci¨®n bajo la supervisi¨®n y tutela de las autoridades, cuya parte principal comenz¨® hace ahora tres a?os con el establecimiento del FROB. El FROB surge ante un diagn¨®stico del sector en aquel momento del que surgieron tres conclusiones: primera, el sector ten¨ªa un exceso de capacidad sustancial debido al crecimiento del cr¨¦dito durante el boom econ¨®mico, cr¨¦dito que se hab¨ªa financiado mayoritariamente apelando a mercados internacionales; segunda, parte del sector, las cajas de ahorro, ten¨ªa problemas institucionales de gobernanza que les imped¨ªa captar recursos propios en los mercados, ampliar capital, y carencias en sus ¨®rganos de gesti¨®n que cuestionaban su profesionalidad; y tercera, las instituciones ten¨ªan concentraciones excesivas de cr¨¦dito vinculado al inmobiliario que pod¨ªan derivar en problemas de solvencia.
Los riesgos de solvencia derivados de exposici¨®n al cr¨¦dito, particularmente inmobiliario, supon¨ªan un problema importante que, sin duda, pod¨ªa afectar puntualmente la solvencia de algunas entidades pero no la gran mayor¨ªa de entidades del sistema. Espec¨ªficamente, esta exposici¨®n no deber¨ªa afectar la solvencia de las entidades m¨¢s grandes o con capacidad de realizar ampliaciones de capital (los bancos). No se trataba, pues, de un problema sist¨¦mico y, en consecuencia, requer¨ªa actuaciones espec¨ªficas. El FROB naci¨® para afrontar esas necesidades, con una dotaci¨®n inicial de capital de 9.000 millones de euros y capacidad de endeudamiento con garant¨ªa del Estado de hasta 90.000 millones de euros adicionales, bajo la visi¨®n que esa cantidad deber¨ªa ser m¨¢s que suficiente para hacer frente a las posibles necesidades. La utilizaci¨®n de recursos p¨²blicos vendr¨ªa unida al saneamiento de las entidades con tres criterios: un plan de restructuraci¨®n e integraci¨®n de entidades; minimizar el uso imprescindible de fondos p¨²blicos; e involucraci¨®n s¨®lo temporal del sector p¨²blico.
La restructuraci¨®n de cada entidad que acudiese al FROB abordar¨ªa, adem¨¢s, las otras dos debilidades del sistema: exceso de capacidad, y restricciones institucionales de gobernanza. El exceso de capacidad deber¨ªa reducirse mediante procesos de integraci¨®n que explotasen sinergias de costes y redujesen el n¨²mero de oficinas y empleados. As¨ª, desde 2010, el sector ha reducido oficinas y empleados, y el n¨²mero de bancos y antiguas cajas de ahorro ha disminuido en dos tercios. Ajuste que debe continuar en el futuro.
Espa?a siempre ha liderado el debate por una mayor transparencia como mecanismo de soluci¨®n de la crisis en Europa
La tercera debilidad eran las restricciones institucionales en las cajas de ahorro. Dada su dependencia de los mercados mayoristas, mejoras en su gobernanza, profesionalidad, y transparencia, eran fundamentales para generar la confianza de inversores. Tambi¨¦n necesitaban transformarse jur¨ªdicamente para poder captar recursos propios. Nuestros bancos hab¨ªan incrementado, empezando ya en 2007, sus recursos propios captando capital pero las cajas carec¨ªan del capacidad institucional para hacerlo. Estos cambios se realizaron a partir del verano de 2010, mediante el trasvase de la actividad bancaria de las cajas a sociedades an¨®nimas. Este proceso, inicialmente voluntario, e incentivado cuando se acud¨ªa al FROB, ha sido un ¨¦xito. El 98% de los activos gestionados por cajas pasaron a ser gestionados por bancos en menos de un a?o, entidades que s¨ª ten¨ªan capacidad legal para ampliar capital, y algunas as¨ª lo hicieron. Adem¨¢s, m¨¢s del 60% de esos activos estaban gestionados por sociedades cotizadas en bolsa sometidas a la disciplina y transparencia del mercado.
El ¨²ltimo punto d¨¦bil era mejorar la transparencia y profesionalidad de las entidades, ante inversores, depositantes y clientes, para garantizar su confianza. Espa?a siempre ha liderado este debate por una mayor transparencia en el sector bancario como mecanismo de soluci¨®n de la crisis en Europa. Adem¨¢s ha predicado con el ejemplo para conseguir mayor transparencia. Primero, anunciando en la primavera del 2010, su voluntad de realizar las primeras pruebas de resistencia a bancos en Europa, siguiendo la experiencia de Estados Unidos. Iniciativa que despu¨¦s se realiz¨® coordinadamente en Europa. Las autoridades espa?olas decidieron ir incluso m¨¢s all¨¢ que el resto de Europa, incluyendo a todas las entidades de cr¨¦dito (excepto cooperativas), haciendo un esfuerzo mucho mayor de dureza en los supuestos, as¨ª como de transparencia en el detalle y comunicaci¨®n posterior. Esta estrategia de incluir m¨¢s instituciones, mayor transparencia y mejor comunicaci¨®n, fue seguida por Espa?a en todos los ejercicios sucesivos de pruebas de esfuerzo. Y, recientemente se ha vuelto a realizar un esfuerzo singular de transparencia, en el an¨¢lisis realizado por el FMI (el FSAP) y el realizado por los evaluadores externos.
Desde 2010, el sector ha reducido oficinas y empleados y el n¨²mero de bancos y antiguas cajas de ahorro ha disminuido en dos tercios
El resultado de estos ejercicios de transparencia, m¨¢s all¨¢ del ruido y dificultades de corto plazo, ha sido ¡ªy seguramente ser¨¢¡ª positivo para avanzar en la restructuraci¨®n. Las pruebas de resistencia, a pesar de hacerse en entornos cada vez m¨¢s dif¨ªciles, e irse incrementando la dureza de los supuestos utilizados, siempre han confirmado el diagn¨®stico inicial: 1) el sistema bancario espa?ol tiene gran capacidad de absorber posibles deterioros en situaciones de estr¨¦s con sus colchones existentes (provisiones y excesos de capital sobre el exigido regulatoriamente) y con generaci¨®n de beneficios; 2) la posible necesidad de recursos p¨²blicos no afecta al conjunto de las entidades del sistema, sino a un n¨²mero minoritario de entidades (seg¨²n el FMI, no afectar¨ªa al 70% de entidades); 3) las posibles necesidades no afectan la solvencia de nuestras grandes instituciones, circunscribi¨¦ndose la inyecci¨®n de capital p¨²blico a entidades relativamente peque?as; y 4) las cantidades de recursos p¨²blicos que ser¨ªan necesarias son relativamente bajas con respecto del tama?o de nuestra econom¨ªa (el FROB preve¨ªa una cantidad m¨¢xima de 99.000 millones de euros, y el peor escenario del ¨²ltimo ejercicio estima que la cantidad total de recursos p¨²blicos contin¨²a estando significativamente por debajo de aquella cifra).
Es indudable que este ajuste no est¨¢ siendo ni sencillo, ni c¨®modo. Los recursos (fundamentalmente privados) destinados a reforzar las instituciones, bajo la supervisi¨®n del Banco de Espa?a, en forma de provisiones y nuevo capital, desde 2008 hasta mayo de 2012, superan el 15% del PIB. Extraer valor a trav¨¦s de procesos de integraci¨®n nunca es f¨¢cil, y menos cuando se realizan en un entorno que se ha ido deteriorando, particularmente a partir del verano de 2011, tanto en perspectivas de crecimiento, como en costes de financiaci¨®n y en acceso a los mercados.
Antes y durante el proceso, se han cometido excesos y errores por unos u otros actores. Por supuesto, los primeros deben limitarse, evitar los segundos, y exigir responsabilidades concretas all¨ª donde sea necesario. Pero no confundamos obst¨¢culos en el camino, existentes y sobrevenidos, con habernos equivocado en la direcci¨®n. La direcci¨®n era y es la correcta.
El futuro pr¨®ximo todav¨ªa se plantea muy dif¨ªcil. El entorno macro e institucional europeo no facilita el ajuste. La dificultad y carest¨ªa del acceso a los mercados y las tensiones en la financiaci¨®n del soberano han llevado a Espa?a a solicitar el apoyo de los mecanismos europeos para avanzar la restructuraci¨®n. El saneamiento debe continuar con ajustes m¨¢s fuertes, m¨¢s r¨¢pidos y m¨¢s exigentes. Pero las dificultades no deben distraernos del objetivo fijado en 2009, ni hacernos perder la perspectiva. El objetivo es la estabilidad del sector financiero para normalizar el flujo del cr¨¦dito a actividades productivas. Y la perspectiva es que contamos con bancos que en su gran mayor¨ªa contin¨²an siendo solventes, incluso en los escenarios m¨¢s severos, pero sobre los que se debe mantener la presi¨®n para conseguir su ajuste de capacidad, la reestructuraci¨®n de su balance, y el incremento de su transparencia y credibilidad ante los mercados, minimizando tambi¨¦n el coste para las arcas p¨²blicas.
Jos¨¦ Manuel Campa es profesor del IESE Business School. Fue Secretario de Estado de Econom¨ªa de mayo 2009 a diciembre 2011.
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