Pijas que nos ense?an a poner la mesa

Los anglosajones llaman ¡°placeres culpables¡± a todas esas cosas con las que disfrutas, pero que a la vez te dan verg¨¹enza. Si Dios no lo remedia, el nuevo videoblog de Carmen Lomana en la web de Yo Dona va a entrar a formar parte de mi nutrido cat¨¢logo de guilty pleasures, ya que su estreno y, sobre todo, la reacci¨®n de los lectores han sido tan gloriosos que tendr¨¦ que degradarme entrando cada semana a por m¨¢s droga.

Con la expresividad facial de un suelo de cemento pulido, Lomana nos explica c¨®mo proceder cuando viene gente a cenar a casa. Su primera instrucci¨®n dicta que invitar por correo electr¨®nico o tel¨¦fono ¡°no es de buen gusto¡±, as¨ª que debes mandar una tarjeta manuscrita una semana antes (por lo visto, en Marte, Saturno y otros planetas en los que la gente no da palo al agua lo hacen as¨ª). Despu¨¦s nos cuenta que si utilizas un mantel oscuro en verano y no le pones debajo un mulet¨®n (ella lo pronuncia muletonggg), ir¨¢s derecho al infierno de la vulgaridad.

Como en el fondo es una revolucionaria, Carmen Lomana transgrede mezclando varias vajillas, todas ellas bastante ?o?as, porque ¡°es divertido¡± y ¡°es muy muy moda¡± (sic). Suelta que ¡°lo ideal¡± es poseer una cuberter¨ªa de plata, como si fuera tan normal como tener una de Ikea. Pero el cl¨ªmax llega cuando en las im¨¢genes se ve su mano colocando al lado de uno de los platos una tarjeta en la que pone ¡°Borja¡±. S¨ª, lo han le¨ªdo bien. ¡°Borja¡±.

Por autopar¨®dico que parezca, en el v¨ªdeo no hay un ¨¢pice de iron¨ªa. Como no lo hab¨ªa en las lecciones de otras grandes pijas de la historia que han ense?ado a poner la mesa al populacho, como Isabel Preysler, Nati Abascal o, dejando el pleistoceno y y¨¦ndonos m¨¢s hacia el cret¨¢cico, la Marquesa de Parabere. La feliz novedad son los improperios de la masa, escarnio que ninguna de sus antecesoras se vio obligada a padecer al no existir Internet. Ellas no ten¨ªan trolls, esa subespecie de internautas furiosos que disfrutan increpando en la Red, pero Lomana, s¨ª. Nada que yo escribiera podr¨ªa superarlos, as¨ª que les dejo con los m¨¢s inspirados. ¡°Eso m¨¢s que una mesa parece un mercadillo de flores¡±. ¡°Ser¨¢s muy elegante, pero dices dorao¡±. ¡°Poner una sartenada de migas en el centro de la mesa y comer todos metiendo el tenedor en el perol estar¨ªa prohibid¨ªsimo, ?no? Pues chica, no sabes lo que te pierdes¡±. O mi favorito por apocal¨ªptico: ¡°Carmen pertenece a esa Espa?a que se est¨¢ desmoronando por pretender ser lo que no es¡±.