La paridad llega a Senegal
Aunque pasaron bastante desapercibidas incluso para los propios senegaleses (s¨®lo hubo un 33% de participaci¨®n), el pasado domingo 1 de julio se celebraron elecciones legislativas en Senegal. Sin embargo, fueron unos comicios hist¨®ricos. Por primera vez, los partidos estaban obligados a respetar la ley de paridad, es decir, sus candidaturas deb¨ªan alternar hombres y mujeres, por lo que el Parlamento que saldr¨¢ de las urnas tendr¨¢ una representaci¨®n femenina que se acercar¨¢ al 50%. Entre las nuevas diputadas se encuentra Haoua Dia Thiam, la mujer que lider¨® una larga batalla que ahora empieza a dar sus frutos.
Todo empez¨® all¨¢ por el a?o 2005. El Consejo Senegal¨¦s de Mujeres (COSEF) abre el debate sobre la necesidad de contar con una ley de paridad que potencie el acceso de las mujeres al Parlamento, al Senado y a las colectividades locales, tradicionalmente reservados para hombres. El referente de entonces era Francia, donde ya exist¨ªa una ley similar. Sin embargo, la ex metr¨®poli s¨®lo contempla sanciones en el caso de que dicha norma no se respete y las senegalesas quer¨ªan ir m¨¢s all¨¢, fijando la paridad como condici¨®n indispensable para presentarse a las elecciones.
Con el apoyo de otros 28 colectivos de mujeres y 25 organizaciones de la sociedad civil, el movimiento 50/50 empez¨® a cobrar fuerza. En 2006 la iniciativa llega al Parlamento, pero el gran d¨ªa fue el 23 de marzo de 2007. Miles de mujeres vestidas de blanco protagonizan una gran marcha que logra entregar en mano al entonces presidente de la Rep¨²blica, Abdoulaye Wade, el proyecto de ley. Y Gorgui, como se le conoce en Senegal, decidi¨® arrimar el hombro y sumarse a la idea. Ya no hab¨ªa marcha atr¨¢s.
La mujer que entreg¨® el dossier a Wade se llamaba Haoua Dia Thiam, profesora, diputada del opositor Partido Africano por la Democracia y el Socialismo (AJ/PADS) liderado por Landing Savan¨¦ y entonces presidenta de COSEF. Tras cinco a?os fuera del Parlamento y haber creado su propio partido pol¨ªtico, La v¨ªa del pueblo, dentro de unas semanas esta l¨ªder feminista se sentar¨¢ de nuevo en la Asamblea Nacional, ahora dentro de la coalici¨®n gubernamental Benno Bokk Yaakkar que apoya al presidente Macky Sall, que ha obtenido una amplia y c¨®moda mayor¨ªa absoluta.
Seinabou Mbaye, responsable de Relaciones Externas de COSEF, lo recuerda muy bien. ¡°Claro que encontramos resistencias. Muchos hombres nos criticaron y siguen haci¨¦ndolo porque han perdido una parte del pastel del poder. Recuerdo que el colectivo de imanes de Guediawaye dijo que ¨ªbamos a tener el Parlamento m¨¢s mediocre del mundo. No entendieron nada, tuvieron miedo. Saben que las mujeres somos capaces de gestionar mejor que ellos¡±, asegura Mbaye.
Pero el proceso sigui¨® adelante. Se sumaron sindicatos, los movimientos de mujeres de los partidos pol¨ªticos, medios de comunicaci¨®n... El ambiente era, sin duda, propicio. La ley super¨® con ¨¦xito todo el tr¨¢mite parlamentario y se vot¨® el 14 de mayo de 2010 con una ampl¨ªsima mayor¨ªa gracias a la implicaci¨®n personal del presidente Wade y el consiguiente apoyo del Partido Democr¨¢tico Senegal¨¦s (PDS), entonces mayoritario en ambas c¨¢maras. Aquel fue un d¨ªa hist¨®rico, pero la primera gran prueba de fuego llegar¨ªa con las siguientes elecciones legislativas. Y ese d¨ªa fue el pasado domingo 1 de julio.
¡°Todos los partidos han respetado la alternancia hombre/mujer en las listas. No les quedaba m¨¢s remedio, porque en caso contrario no hubieran pasado el filtro legal¡±, asegura Seynabou Mbaye. Sin embargo, aunque se acercar¨¢, la representaci¨®n femenina no ser¨¢ del 50%. Esto tiene que ver con el sistema electoral senegal¨¦s. De los 150 diputados, 90 son elegidos en una candidatura nacional. Y aqu¨ª habr¨¢ pr¨¢cticamente paridad. Sin embargo, los 60 restantes se escogen en los 45 departamentos que existen en el pa¨ªs. Y de 12 de ellos s¨®lo sale un diputado, casi siempre un hombre.
¡°Tenemos algunas cosas que mejorar hasta llegar al 50/50, pero el paso que hemos dado este domingo es muy importante, nos acercaremos a ese porcentaje¡±, a?ade la responsable de COSEF. Tras el Parlamento le llegar¨¢ el turno al Senado (si finalmente Macky Sall no lo suprime, que fue una de sus promesas electorales) y a las colectividades locales (consejos rurales, regionales y municipales), extremos tambi¨¦n contemplados en la ley. ¡°Tenemos muchas cosas que aportar, la mesura, nuestra forma pac¨ªfica de abordar los problemas y nuestra dedicaci¨®n a las preocupaciones reales de la sociedad, la alimentaci¨®n, la sanidad, la educaci¨®n,¡¡±.
Esto no quiere decir que est¨¦ todo resuelto en materia de igualdad. Ni mucho menos. ¡°El combate contin¨²a¡±, aclara Mbaye, ¡°hay que cambiar el C¨®digo de la Familia que sigue considerando al hombre como jefe exclusivo en ese ¨¢mbito, hay que profundizar en el problema de la violencia contra las mujeres y seguir sensibilizando en temas como la ablaci¨®n¡±. Pero los progresos de las mujeres en ciertas materias son evidentes. ¡°La escolarizaci¨®n es un ejemplo, en los niveles elementales ya hay m¨¢s ni?as que ni?os, lo que antes no ocurr¨ªa¡±, a?ade.
Tambi¨¦n toca estar vigilantes. En colaboraci¨®n con la ONG espa?ola Asamblea de Cooperaci¨®n por la Paz (ACPP), COSEF, con el empuje de su nueva presidenta Kin¨¦ Diop, ha puesto en marcha un proyecto de acompa?amiento de la ley de paridad, iniciativa que incluye estudios, formaci¨®n a las candidatas y ahora diputadas y elaboraci¨®n de un diagn¨®stico con los retos que surgen a partir de ahora y de un manual de Buenas Pr¨¢cticas. ¡°Nos llegan asociaciones de mujeres de muchos pa¨ªses africanos interesadas en nuestro proceso. Y nosotras pensamos que si esas asociaciones plantean una batalla como la nuestra, ?por qu¨¦ no pueden conseguirlo tambi¨¦n?¡±, dice Mbaye.
Con la ley de paridad, Senegal entra en una selecta ¨¦lite de pa¨ªses en los que la representaci¨®n de la mujer en las instituciones electivas ronda el 50%. El ranking est¨¢ encabezado por otro pa¨ªs africano, Ruanda (56% de mujeres en el Parlamento), aunque all¨ª las circunstancias fueron otras. El genocidio de 1994 marc¨® un punto de inflexi¨®n, pues muchos hombres fueron asesinados, encarcelados o tuvieron que huir. Seg¨²n ONU Mujeres, la situaci¨®n era similar a la de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, en la que muchas mujeres ocuparon cargos de representaci¨®n.
Ruanda estableci¨® una reserva de esca?os del 30% y un sistema proporcional de representaci¨®n. Otros pa¨ªses africanos, como Tanzania y Uganda, tambi¨¦n hacen reserva de esca?os, aunque entre todos destaca Sud¨¢frica con un 44,5% de mujeres en su Parlamento. Asimismo, el continente cuenta con s¨®lo dos mujeres presidentas, Ellen Johnson-Sirleaf (Liberia) y Joyce Banda (Malaui). En el resto del planeta, la situaci¨®n no es mucho mejor. Seg¨²n el PNUD a comienzos de 2011 las mujeres ocupaban el 19,3% de los esca?os del mundo, la cifra m¨¢s alta nunca alcanzada, pero a¨²n muy lejos de la paridad.
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