Una muerte, un pu?ado de drogas y miles de millones

Viendo su aspecto desgarbado en las ¨²ltimas fotos que les tomaron, hace unas semanas, nadie hubiera visto en ellos a los potenciales herederos de una fortuna de miles de millones de euros. Ella aparece avejentada y hura?a. ?l m¨¢s parece un hombre atribulado, a medio camino entre mendigo con unas ropas varias tallas m¨¢s grandes que la suya y sabio descuidado que no repara en su guardarropa. ?l, Hans Kristian Rausing, 49 a?os, fue detenido el lunes por conducir de forma err¨¢tica en el sur de Londres. La polic¨ªa le arrest¨® por estar en posesi¨®n de una importante cantidad de drogas duras. Una hora despu¨¦s, Scotland Yard encontr¨® el cad¨¢ver de ella, Eva, de 48 a?os, en el domicilio familiar, una mansi¨®n de seis pisos en Cadogan Place, una de las direcciones m¨¢s caras del centro de Londres.

Las pruebas forenses practicadas el martes no han aclarado las razones de la muerte de Eva Rausing, aunque el largo historial de drogodependencia de la pareja hace sospechar que pudo morir de sobredosis.

Hans K, como le conoce la familia para distinguirle de su padre, Hans Rausing, fue trasladado el martes por la noche a un hospital desde la comisaria en que se encontraba detenido, sin que Scotland Yard haya explicado las razones exactas de su hospitalizaci¨®n.

A Hans K Rausing se le conoce como el heredero de Tetra Pak, los famosos envases de cart¨®n suecos que en 1951 convirtieron a su abuelo, Ruben Rausing, en multimillonario casi de la noche a la ma?ana. En realidad, no es as¨ª. Hans y Gad, los dos hijos de Ruben, desarrollaron el invento del patriarca y expandieron la fortuna de la familia, pero Hans vendi¨® su parte del emporio familiar a su hermano Gad por 4.500 millones de euros en 1995 y desde entonces sus negocios no tienen ninguna relaci¨®n con los famosos envases de cart¨®n que han casi desterrado el uso de botellas de cristal para la leche y otros productos de alimentaci¨®n en todo el mundo. La fortuna actual de Hans Sr se estima en 5.500 millones de euros.

Hans K, que tiene dos hermanas mayores, nunca ha tenido el empuje empresarial de su padre, su t¨ªo y su abuelo. Rico de cuna, su vida se ha decantado m¨¢s bien por los placeres mundanos y la introspecci¨®n. De joven pas¨® largas temporadas en la India, donde se dice que desarroll¨® su gusto por las drogas duras. Hace 25 a?os, mientras pasaba una temporada en un centro de desintoxicaci¨®n en Estados Unidos, conoci¨® a Eva Kemeny, la hija de un rico ejecutivo de Pepsi Cola. Se casaron y tuvieron cuatro hijos que ahora tienen entre 11 y 17 a?os de edad.

Despu¨¦s de trasladarse a Suiza por razones fiscales, los Rausing acabaron instal¨¢ndose en Inglaterra en los a?os ochenta. Aunque tienen casas por medio mundo, el patriarca Hans, de 86 a?os, sigue teniendo su residencia familiar en la campi?a brit¨¢nica, en una finca de 365 hect¨¢reas en East Sussex, al sur de Londres.

Los problemas de Hans K y Eva con las drogas se convirtieron en un asunto p¨²blico en 2008, cuando a ella le encontraron drogas duras en el bolso cuando asist¨ªa a una recepci¨®n en la embajada de Estados Unidos en Londres. El subsiguiente registro de su mansi¨®n familiar en Cadogan Place permiti¨® hallar una importante cantidad de coca¨ªna y la pareja fue detenida. No llegaron a ser procesados: sus abogados pactaron el cierre del caso con la condici¨®n de que se sometieran a un tratamiento de desintoxicaci¨®n.

Desde entonces, la pareja ha vivido casi recluida en su mansi¨®n, abandonando su hasta entonces activa vida social. Parece claro ahora que sus problemas con las drogas no acabaron entonces. Los padres de ella emitieron un comunicado declar¨¢ndose ¡°destrozados¡± por su muerte, describi¨¦ndola como ¡°devota esposa durante 20 a?os y madre de cuatro amados y extraordinarios hijos¡± y subrayando como ¡°luch¨® con valent¨ªa durante a?os con sus problemas de salud¡±.

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