Val¨¦rie Trierweiler cierra la boca para no perjudicar a Hollande
La primera dama ser¨¢ discreta en el El¨ªseo pero ejercer¨¢ como periodista
Val¨¦rie Trierweiler, la pareja del presidente Fran?ois Hollande aspiraba a asumir un papel de primera dama independiente y sin ataduras, alejado del modelo tradicional. Pero la enorme pol¨¦mica suscitada por su explosivo tuit de hace un mes, en el que apoyaba al tr¨¢nsfuga socialista opuesto en las legislativas a la expareja de Hollande y madre de sus cuatro hijos, S¨¦gol¨¨ne Royal, la ha obligado a rectificar. Desde entonces, se ha mantenido alejada de los focos y su cuenta Twitter ha entrado en hibernaci¨®n. Despu¨¦s de los llamamientos a la discreci¨®n de varios miembros del Gobierno, el propio Hollande ha tenido que intervenir este fin de semana para dar por zanjado el asunto. A partir de ahora, Trierweiler tratar¨¢ de cumplir con el dif¨ªcil ejercicio de compa?era del presidente discreta por una parte, y periodista en activo por la otra.
Parafraseando la expresi¨®n francesa que se utiliza para? pensarse dos veces una cosa antes de hablar, -girar la lengua en la boca seis veces antes de hablar-, la periodista concedi¨® este fin de semana en un desplazamiento del presidente a Brest, en el oeste de Francia, que har¨¢ lo propio con ¡°el pulgar antes de tuitear¡±.
Un mes despu¨¦s de que el tuit protagonizara las portadas de medio mundo, el presidente Hollande se decidi¨® a hablar del asunto, consciente de que el episodio supon¨ªa el primer golpe a su imagen de presidente normal, en oposici¨®n a su hipermedi¨¢tico antecesor, Nicolas Sarkozy. ¡°Los asuntos privados se arreglan en privado¡±, explic¨® en una entrevista a la televisi¨®n, con motivo de la fiesta nacional francesa. ¡°Los franceses quieren las cosas claras y que el l¨ªder que han elegido dirija el Estado sin interferencias¡±. Pese a todo, defendi¨® la decisi¨®n de su compa?era de seguir trabajando como periodista y admiti¨® que el papel de primera dama no est¨¢ definido y ¡°no es f¨¢cil¡± de asumir. ¡°Cuando el protocolo lo exija, estar¨¢ a mi lado¡±.
La periodista sigue escribiendo para Paris Match, donde ha renovado un contrato que prev¨¦ que publique dos reportajes culturales mensuales. El primero se lo dedic¨® a la biograf¨ªa de una colega de profesi¨®n y de destino, la exprimera dama estadounidense El¨¦onor Roosevelt. El texto era una respuesta a los cr¨ªticos con su decisi¨®n. ¡°?Anda ya! Una first lady periodista no es una novedad¡±, comenzaba el art¨ªculo. ¡°Por supuesto, hay que trasladarse al otro lado del Atl¨¢ntico para encontrar a este caso ¨²nico y que no se arme un esc¨¢ndalo¡±.
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