Libertad para comprar

El horario comercial que ha regido tradicionalmente en Espa?a de ma?ana y tarde con tres horas de descanso al mediod¨ªa y cierre los fines de semana hace tiempo que qued¨® trasnochado porque respond¨ªa a una inercia que dificulta el consumo en una sociedad en la que ya se ha producido una masiva incorporaci¨®n femenina al mundo laboral. Aunque ha habido cambios sustanciales relacionados con los horarios y la apertura en festivo, lo cierto es que hasta la fecha se han mantenido restricciones que responden a los intereses corporativos del sector y dificultan las compras a la mayor¨ªa de las familias.

En este sentido, el giro que ha imprimido el Gobierno a este asunto es una buena noticia para los consumidores, que dispondr¨¢n de opciones m¨¢s acordes con su tiempo libre. Seg¨²n el proyecto gubernamental, se ampl¨ªa el horario m¨¢ximo de apertura en d¨ªas laborables a 90 horas semanales, se otorga plena libertad horaria para los peque?os y medianos establecimientos con menos de 300 metros cuadrados y se eleva a diez el m¨ªnimo de domingos y festivos de apertura. La Comunidad de Madrid ha ido incluso m¨¢s lejos, permitiendo abrir a todos los comercios los 365 d¨ªas del a?o y, lo que es m¨¢s importante, anulando la exigencia de licencias de apertura.

Adem¨¢s de la obvia ventaja que la liberalizaci¨®n de horarios tiene para la comodidad de los consumidores, las autoridades que m¨¢s impulsan la medida conf¨ªan en ella para dinamizar la econom¨ªa. No es algo garantizado, y la norma se ha presentado sin un an¨¢lisis previo de su repercusi¨®n. Tampoco el sector afectado ha sido consultado. En ¨¦l hay voces discordantes de consumidores y comerciantes que no solo no creen que tales cambios generen m¨¢s empleo, sino que temen lo contrario. Si se confirmaran sus expectativas, ser¨ªa un rev¨¦s para el vapuleado mercado de trabajo.