Reformar la fiscalidad para crecer
No podemos tener los ingresos sobre PIB m¨¢s bajos de Europa y aspirar a un Estado de bienestar entre los m¨¢s generosos. Hay que cambiar el sistema fiscal y la estructura de los procedimientos de gasto p¨²blico
Como el anterior, tambi¨¦n el actual Gobierno parece moverse al ritmo de la prima de riesgo, buscando acciones que les permitan bajar el coste de financiaci¨®n y cumplir con los requisitos (ya sean impl¨ªcitos o expl¨ªcitos) de nuestros socios europeos. Raramente estas acciones parecen estar dise?adas como la mejor forma de cerrar el d¨¦ficit presupuestario impulsando el crecimiento. Los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas confirman que son las presiones externas las que determinan las acciones de pol¨ªtica econ¨®mica: falta un plan. El Gobierno acierta en el hecho de que la austeridad; al bajar el coste de financiaci¨®n y liberar recursos que ahora se utilizan de manera poco productiva, crea las condiciones necesarias para el crecimiento. Pero se equivoca al hacerlo sin dise?ar una hoja de ruta global que implique la eliminaci¨®n de los obst¨¢culos estructurales al crecimiento, muchos de los cuales anidan en los detalles de la pol¨ªtica de gasto y, especialmente, en la estructura microecon¨®mica de la fiscalidad.
?C¨®mo hemos llegado a esta situaci¨®n en las finanzas p¨²blicas? Desde el inicio de la crisis en Espa?a el gasto p¨²blico ha aumentado 4,4 puntos de PIB (hasta situarse en el 44%), mientras que los ingresos han ca¨ªdo 6 puntos de PIB (hasta situarse en el 35%). La subida del porcentaje de gasto p¨²blico tiene cuatro explicaciones: que cay¨® el PIB, que el gasto p¨²blico tiende a crecer si no se hacen recortes, que el actual dise?o de nuestro Estado del bienestar implica unos estabilizadores autom¨¢ticos (como las prestaciones por desempleo) que aumentan dram¨¢ticamente en una recesi¨®n y que, finalmente, desde el segundo trimestre de 2008 hasta el tercer de 2011 el empleo p¨²blico total creci¨® de casi 350.000 unidades (+13%, aproximativamente). Por el contrario, una ca¨ªda de los ingresos de 6 puntos de PIB en varios a?os, m¨¢s all¨¢ de la crisis, solo puede explicarse por un sistema impositivo mal dise?ado donde una parte importante de los ingresos ven¨ªan de la burbuja inmobiliaria. Estos hechos b¨¢sicos deber¨ªan ser suficientes para entender que todav¨ªa queda mucho por hacer. Pero, ?qu¨¦, exactamente?
Desde hace cinco a?os y en el medio de una grav¨ªsima recesi¨®n, tenemos que decidir qu¨¦ pa¨ªs queremos ser. No podemos tener los ingresos sobre PIB m¨¢s bajos de Europa (solo Lituania, Eslovaquia y Bulgaria recaudan menos que Espa?a) y aspirar en tener un Estado del Bienestar entre los m¨¢s generosos. Los impuestos de EE UU y los gastos p¨²blicos de Alemania no son compatibles. Por lo tanto: si no queremos renunciar a ciertos gastos hay que subir los ingresos. Y, al tiempo, si no queremos da?ar el crecimiento no nos podemos permitir ni una gran subida de impuestos en un corto periodo de tiempo, ni mantener la estructura impositiva actual. En resumen, debemos cambiar desde la ra¨ªz la estructura y los procedimientos de gasto p¨²blico y reformar la fiscalidad. Hoy nos centramos en este segundo aspecto.
?De d¨®nde viene la ca¨ªda de los ingresos? Gracias a que se subi¨® en 2010, la recaudaci¨®n por IVA solo ha ca¨ªdo desde el inicio de la crisis un punto de PIB, la del impuesto de sociedades ha ca¨ªdo cerca de tres puntos, los especiales un 0,5, y el resto se explica con impuestos espec¨ªficos de las CC AA como el de Transmisiones Patrimoniales. Con la sola excepci¨®n del IVA, una parte importante de estos ingresos, incluso el de sociedades, no volver¨¢n aunque se recupere la econom¨ªa, pues estaban ligados a la burbuja inmobiliaria. Sin cambiar la estructura de la imposici¨®n resultar¨¢ muy dif¨ªcil recaudar lo que necesitamos. Pero esto es casi un aspecto secundario; el defecto principal de nuestro sistema fiscal es que su dise?o da?a al crecimiento econ¨®mico.
Hay que transferir la progresividad hacia las rentas altas con un nuevo impuesto sobre la riqueza
Tenemos unos impuestos sobre la renta y sociedades que, a pesar de tener unos tipos marginales muy elevados, no recaudan mucho en t¨¦rminos de PIB. Esto es debido a la evasi¨®n, por un lado, y a la mara?a de deducciones y exenciones fiscales que han sido recurrentemente introducidas por nuestros dirigentes nacionales y regionales como respuesta a las presiones de los distintos lobbies. El tipo efectivo del IRPF ronda el 16% y el de sociedades el 19% mientras que los marginales sobre los trabajadores y las empresas m¨¢s productivas llegan al 56% y al 30%. El peor de los mundos posibles. La progresividad excesiva del IRPF hace m¨¢s costosa la contrataci¨®n de trabajadores cualificados que son cruciales para mejorar la competitividad de nuestra econom¨ªa y para la creaci¨®n de empleo. Lo mismo para las empresas, especialmente las extranjeras: necesitamos toda la inversi¨®n directa extranjera como sea posible. Para entender de d¨®nde viene el empleo estable y c¨®mo se generan los sueldos altos es importante entender que la planta de producci¨®n o el centro de direcci¨®n necesitan del ingeniero altamente cualificado o del buen ejecutivo y que, sin ellos, los 50 o 100 trabajadores gen¨¦ricos a su cargo se quedan en el paro. Para atraer las inversiones extranjeras de alta productividad, es necesario que Espa?a sea atractiva para los trabajadores altamente cualificados. Esta es la raz¨®n fundamental por la cual hace falta reformar el IRPF: eliminar las deducciones y reducir la progresividad o, mejor, transferirla a las rentas verdaderamente altas y de origen patrimonial con la introducci¨®n de un nuevo impuesto sobre la riqueza.
Por otro lado tenemos una imposici¨®n indirecta baja en relaci¨®n a otros pa¨ªses. Por lo tanto es l¨®gico que este Gobierno, como hizo el anterior, decidiera subir el IVA. Nosotros llev¨¢bamos pidi¨¦ndolo desde hace tiempo. El problema aqu¨ª es que nos centramos en el IVA general pero en realidad solo al 42% de la cesta de consumo se le aplica este tipo. Esto no ocurre en otros pa¨ªses: en Alemania el 82% de la cesta va al IVA general, en Francia el 71% y en Italia el 58%. Esta distribuci¨®n de bienes en tres categor¨ªas (al IVA reducido va el 49% de la cesta y al super-reducido el 9%) responde tambi¨¦n a concesiones de los pol¨ªticos a los lobbies mejor organizados. Los bienes gravados con IVA reducido deben resultar ser verdaderamente de primera necesidad, mientras que todos los otros deben entrar en el IVA normal. Adem¨¢s de eliminar distorsiones esto permitir¨ªa reducir el impuesto medio manteniendo la recaudaci¨®n.
Las CC AA tienen capacidad de gastos pero no de ingresos. Avancemos hacia el federalismo fiscal
Las cotizaciones a la seguridad social son tambi¨¦n demasiado elevadas, fruto de un sistema que, a pesar del avance de la reforma de 2011, sigue teniendo importantes problemas de sostenibilidad a largo plazo. El Gobierno ha anunciado tambi¨¦n una reducci¨®n de cotizaciones a cambio de subir el IVA. Aqu¨ª surgen dos dudas. ?Este cambio implica que se va a bajar la generosidad de las pensiones futuras o que se va a generar d¨¦ficit en el futuro? ?O simplemente se sustituye en la caja de las pensiones un ingreso por otro rompiendo el principio de auto-financiaci¨®n? Todo esto no resulta claro y la raz¨®n es sencilla: un sistema de prestaci¨®n definida, como el nuestro, ya no es sostenible. Necesitamos una reforma radical hacia un sistema p¨²blico de pensiones de contribuci¨®n definida que tenga en cuenta la totalidad de las cotizaciones y se ajuste de acuerdo con la esperanza de vida y otras variables demogr¨¢ficas relevantes, tal como hicieron en Suecia hace cerca de 20 a?os.
El tercer punto consiste en reformar la estructura del Estado para avanzar en los principios del federalismo fiscal. No puede ser que las CC AA tengan capacidad de gasto pero no de ingresos. Para que los incentivos sean correctos tenemos que imponer la corresponsabilidad fiscal. Ahora, las CC AA pr¨¢cticamente no disponen de impuestos propios. El principal es precisamente uno de los m¨¢s distorsionantes para el crecimiento: el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que es muy ineficiente, pues hace muy costosa la reasignaci¨®n de factores entre las empresas, frenando que las m¨¢s eficientes puedan crecer absorbiendo a las menos eficientes. Reformar la fiscalidad auton¨®mica es la oportunidad para eliminarlo junto al otro, sobre Actos Jur¨ªdicos Documentados, que sufre del mismo defecto, sustituy¨¦ndolos por impuestos sobre el patrimonio inmobiliario.
Estas reformas son posibles ahora y son cada d¨ªa m¨¢s necesarias: son parte de la hoja de ruta econ¨®mica que el pa¨ªs espera para salir de la crisis que lo envuelve.
Michele Boldrin es profesor de la Washington University in Saint Louis y J. Ignacio Conde-Ruiz es profesor en la Universidad Complutense. Ambos son Investigadores de Fedea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Crecimiento econ¨®mico
- Estado de las Autonom¨ªas
- IVA
- Crisis econ¨®mica
- Recesi¨®n econ¨®mica
- IRPF
- Comunidades aut¨®nomas
- Hacienda p¨²blica
- Coyuntura econ¨®mica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Uni¨®n Europea
- Econom¨ªa
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Impuesto Actos Jur¨ªdicos
- Impuestos
- Tributos
- Finanzas p¨²blicas
- Gastos hipotecarios
- Hipotecas
- Mercado hipotecario
- Mercados financieros
- Finanzas