Teatro del absurdo
Desproporcionada reacci¨®n del Estado ruso contra una exigua guerrilla feminista
A lo largo de la historia, los l¨ªderes autoritarios han defendido vigorosa, y a veces cruelmente, su autoridad. Para aquellos lo bastante afortunados como para observar desde lejos, sus actos solo confirmaban su vulnerabilidad. Puede que esta no haya sido la impresi¨®n que hayan sacado los miembros Pussy Riot, el grupo art¨ªstico especializado en performances, cuyo juicio acaba de comenzar ahora en Mosc¨². (...)
El procedimiento judicial contra estas tres j¨®venes (...) se ha convertido en un juicio contra el r¨¦gimen mismo de Putin, un juicio que no puede permitirse perder. (...)
Todo empez¨® durante las pasadas elecciones, en las que Putin retorn¨® en triunfo a la presidencia. Pussy Riot protagoniz¨® diversas acciones de protestas y actu¨® en la iglesia de Cristo Salvador, un potente s¨ªmbolo de la estrecha relaci¨®n entre la Iglesia ortodoxa rusa y los dirigentes postsovi¨¦ticos. Tres semanas despu¨¦s, (...) sus miembros fueron detenidas y encausadas por incitaci¨®n al odio religioso.
Afirmar que este juicio es un momento cr¨ªtico para el r¨¦gimen de Putin puede parecer excesivo. Pero incluso sin la absurda sobrerreacci¨®n estatal contra esta exigua guerrilla feminista que no ha cometido delito alguno, s¨ª pone de manifiesto debilidades potencialmente catastr¨®ficas. Pussy Riot es una criatura de Internet. El v¨ªdeo de la oraci¨®n tiene 1,5 millones de visitas. (...) El anonimato de la mayor¨ªa de sus agentes, su flexibilidad y su capacidad de organizarse y esfumarse ilustran, como ha ocurrido con Occupy en Occidente, lo escurridizo que puede llegar a ser un movimiento opositor carente de l¨ªderes.
Londres, 31 de julio
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