Escenarios radicales
La mala gesti¨®n del BCE y otras instancias comunitarias ha originado da?os enormes
Mucho antes de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE) hablara del ¡°riesgo de convertibilidad¡± asociado a la cotizaci¨®n de algunos bonos p¨²blicos de la eurozona, el escenario de fragmentaci¨®n o segmentaci¨®n en el ¨¢rea monetaria ya hab¨ªa sido objeto de atenci¨®n por empresas, financieras o no, en todo el mundo. Se llevaban a cabo an¨¢lisis de resistencia seg¨²n diversos desenlaces catastr¨®ficos para el euro. Ahora esa inquietud se ha intensificado, no solo porque efectivamente la reversibilidad de la moneda ¨²nica haya sido mencionada por la principal instituci¨®n responsable del ¨¢rea monetaria, sino por las continuas declaraciones de personalidades pol¨ªticas y expertos, principalmente alemanes, acerca de la eventual salida de Grecia. O de la refundaci¨®n de la eurozona, bas¨¢ndola en un n¨²cleo mucho m¨¢s selectivo de econom¨ªas. Los bancos de inversi¨®n estadounidenses pueden ser los que en mayor medida han adoptado decisiones de protecci¨®n frente a esa eventualidad, ya sea reduciendo sus posiciones inversoras en la zona, principalmente prestando a¨²n menos a bancos europeos, o mediante la contrataci¨®n de instrumentos derivados aseguradores de un riesgo tal.
No es un hecho nuevo. Debido al desconcierto dominante en la eurozona desde hace meses y a la incapacidad de las autoridades comunitarias y nacionales para gestionar la crisis de deuda p¨²blica, ser¨ªa una irresponsabilidad que los directivos de las empresas no hubieran preparado escenarios de ruptura, por muy radicales y poco probables que parecieran. El valor de los activos, el potencial de generaci¨®n de resultados o la simple evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s est¨¢n seriamente condicionados por las probabilidades asignadas a esa contingencia de reversibilidad o fragmentaci¨®n de la moneda ¨²nica.
Aunque solo fuera una econom¨ªa la que quedara fuera del euro, las convulsiones ser¨ªan de suficiente envergadura como para que el valor de numerosas empresas registrara ca¨ªdas importantes. La capacidad operativa, fundamentalmente comercial y financiera, de las empresas m¨¢s internacionalizadas quedar¨ªa seriamente limitada, al menos a corto plazo. Las consecuencias ser¨ªan mucho mayores si los desenlaces analizan exclusiones de econom¨ªas como la italiana o la espa?ola. El riesgo de cambio, hasta ahora excluido de la consideraci¨®n de los responsables financieros de las empresas con sus relaciones mayoritarias en la eurozona, volver¨ªa a un primer plano. Quiz¨¢ m¨¢s relevante ser¨ªa el imperativo de redenominar a la nueva moneda local algunos activos y pasivos empresariales. Todo ello sin contar con las circunstancias traum¨¢ticas derivadas de esa reversibilidad, como posibles impagos o moratorias de deudas p¨²blicas y privadas y limitaciones sobre la movilidad internacional de los capitales.
Son desenlaces poco probables hoy. Pero no pueden descartarse, porque se alimentan de la pasividad dominante en todas las instancias comunitarias, especialmente en el BCE. Los da?os originados por esa gesti¨®n son enormes. Aun cuando la eurozona sobreviva tal cual hoy la conocemos, algunas de las econom¨ªas que comparten la moneda ¨²nica habr¨¢n sufrido los mayores da?os en la historia reciente y un deterioro en las condiciones de vida de sus ciudadanos, que, en el mejor de los escenarios, tardar¨¢n muchos a?os en recuperarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.