La mujer de un dirigente
La condena de Gu Kailai muestra la lucha por el poder en la sucesi¨®n que se avecina en China
Gu Kailai, la mujer de Bo Xilai, el destacado jerarca del Partido Comunista Chino (PCCH) ca¨ªdo en desgracia, ha sido condenada a una pena de muerte suspendida, que se podr¨ªa tornar en reclusi¨®n a perpetuidad tras dos a?os por buen comportamiento. Ya en s¨ª, esta es una figura condenatoria harto extra?a que introdujo Mao Zedong, un convencido del poder terap¨¦utico de la reeducaci¨®n pol¨ªtica y social. Se mantiene la tradici¨®n de no ejecutar a miembros d¨ªscolos del aparato, que se conserva desde el fin de la Revoluci¨®n Cultural, y se evita, adem¨¢s, el rencor de los seguidores de Bo, que importan. La justicia china responde as¨ª, por otro lado, a la petici¨®n de Reino Unido de evitar el pat¨ªbulo al culpable del asesinato del s¨²bdito de su majestad Neil Heywood, que trabaj¨® para los servicios secretos brit¨¢nicos y que desde los noventa se dedicaba a negocios en China.
Gu reconoci¨® la acusaci¨®n oficial: haber envenenado a Heywood para evitar que este chantajeara, seg¨²n las versiones, al hijo, a la propia condenada, o incluso al marido, por turbios negocios te?idos por la rampante corrupci¨®n contra la que dec¨ªa luchar Bo Xilai. No deja de ser sospechoso en toda esta historia que la polic¨ªa incinerara r¨¢pidamente el cad¨¢ver tras descubrirlo en un hotel de Chongqing. El caso solo resurgi¨® cuando el jefe de polic¨ªa de esta municipalidad controlada por Bo Xilai se refugi¨® en el consulado de Estados Unidos.
El juicio, en el que han sido tambi¨¦n condenados a penas m¨¢s leves varios polic¨ªas, ha debilitado la figura del popular y populista dirigente. Representante del ala izquierdista y del lenguaje mao¨ªsta en el Politbur¨® del PCCH, aspiraba a entrar en su poderoso Comit¨¦ Ejecutivo, de nueve miembros, tras el relevo generacional esperado para finales del oto?o. Falta ahora saber si Bo ser¨¢ tambi¨¦n acusado. No ha vuelto a aparecer en p¨²blico y ha sido destituido como secretario del partido en Chongqing y del Politbur¨®.
La publicidad controlada del juicio de Gu no tiene parang¨®n desde el que en 1980 acab¨® con las actividades contrarrevolucionarias de la viuda de Mao. El de Bo Xilai es el mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico en China desde la destituci¨®n de Zhao Ziyang tras la masacre de Tiananmen en 1989. Ha sacado a la luz las luchas ideol¨®gicas y por el poder en la sucesi¨®n del actual liderazgo. Estas sucesiones nunca han sido f¨¢ciles. En la que viene est¨¢ en juego el modelo pol¨ªtico y econ¨®mico a seguir. Interesa a los chinos, claro, pero tambi¨¦n al resto del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.