?Arreglar o estropear m¨¢s?
La restauraci¨®n de un 'Ecce homo' en una localidad de Zaragoza causa revuelo internacional
Cecilia Gim¨¦nez advirti¨® que el Ecce homo pintado en la iglesia de la localidad zaragozana de Borja se estaba deteriorando por las humedades y los salitres, y decidi¨® intervenir. Primero trabaj¨® sobre la t¨²nica. Y, en un momento dado, se lanz¨® directamente a arreglar el rostro. La obra original la realiz¨® El¨ªas Garc¨ªa Mart¨ªnez en el siglo XIX y lleva esta dedicatoria: ¡°Este es el resultado de dos horas de trabajo a la Virgen de la Misericordia¡±. Pese al buen oficio del artista, no se trata de una pieza que pasar¨¢ a la historia. As¨ª que, por ese lado, no se ha producido ning¨²n desastre de envergadura. Pese a que el af¨¢n restaurador de Cecilia Gim¨¦nez deje mucho que desear: su trabajo, con el mayor de los respetos, es un churro.
Aun as¨ª, esta mujer octogenaria se ha convertido en una de las mujeres m¨¢s c¨¦lebres del verano. Su haza?a, en cuanto salt¨® a la esfera p¨²blica desde un blog del Centro de Estudios Borjanos ¡ªque ha seguido con atenci¨®n los avatares de la pintura¡ª, se convirti¨® en una de las noticias m¨¢s le¨ªdas de las webs de Le Monde, el Telegraph o la BBC. Y, en las redes sociales, cuantos conoc¨ªan la proeza, la rebotaban como si se tratara de la exclusiva m¨¢s sabrosa. Hubo incluso quienes se acordaron de una secuencia de Mr. Bean, en la que el c¨®mico brit¨¢nico, por intentar arreglar la mancha provocada por su estornudo, termina destrozando un cuadro de James Whistler.
No hay, sin embargo, comparaci¨®n posible. El Ecce homo de la iglesia de Borja no tiene la relevancia art¨ªstica de ninguna obra maestra que exija una intervenci¨®n urgente de las autoridades pertinentes. As¨ª que por mucha solemnidad que se ponga desde ese lado, el desaforado inter¨¦s que ha despertado esta peculiar restauraci¨®n no puede interpretarse como un gesto de preocupaci¨®n por el patrimonio art¨ªstico universal.
Entonces, ?por qu¨¦ tanto revuelo? Desde luego, y m¨¢s en verano, el coraje de una mujer mayor que decide por su cuenta arreglar lo que se est¨¢ estropeando despierta la mayor de las simpat¨ªas. Pero quiz¨¢ haya otra explicaci¨®n: el Ecce homo de Borja puede tener un efecto terap¨¦utico en estos tiempos en que todo parece maltrecho. Y es que no viene mal tomar las distancias oportunas, e incluso re¨ªr, cuando se constata que las buenas intenciones, m¨¢s que ayudar, pueden a¨²n empeorar m¨¢s las cosas.
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