Traficantes contra evasores
Algunos Estados alemanes obtienen datos sobre cuentas secretas en Suiza en el mercado negro y persiguen a los defraudadores
La solidez del inexpugnable secreto de las cuentas bancarias de Suiza empieza a resquebrajarse. Lleva sirviendo desde hace mucho a los millonarios que no quieren pagar impuestos en sus respectivos pa¨ªses. Pero si ese secreto empieza a irse a pique no ha sido por una acci¨®n conjunta de los Gobiernos que, al ver c¨®mo los que m¨¢s tienen son los que menos pagan, hubieran decidido presionar a los banqueros que los esconden. No, ese ¨¦xito no ha sido de las instituciones democr¨¢ticas, sino de un tipo nuevo de delincuente. Las tecnolog¨ªas actuales facilitan almacenar esa informaci¨®n altamente protegida de las cuentas que residen en Suiza, as¨ª que algunos empleados que las gestionan han decidido sacarse un sobresueldo. ?C¨®mo? Vendiendo los nombres de los defraudadores a quienes se afanan en perseguirlos.
La acci¨®n se llama robar, pero a algunos Estados de Alemania les est¨¢ viniendo de perlas para aumentar sus cuentas. No solo es que sepan quienes llevan su dinero a Suiza, y puedan perseguirlos, es que muchos evasores se adelantan a confesar sus desmanes para conseguir una rebaja en las multas.
En el Estado de Baden-W¨¹rtemberg se autodenunciaron en las dos primeras semanas de agosto 117 defraudadores y en Berl¨ªn fueron 61 los millonarios arrepentidos. En Renania del Norte Westfalia, 93 ricachones cantaron a lo largo de un mes, lo que ha supuesto unos 2.000 millones de euros de recaudaci¨®n, a los que hay que a?adir entre 300 y 500 millones que se obtuvieron al perseguir a los que figuraban en los CD comprados en el mercado negro a los empleados d¨ªscolos.
Combatir el fraude fiscal es una tarea complicada para los Gobiernos y que incomoda en extremo a los millonarios, que suelen molestarse mucho cuando se les pretende cobrar lo que la ley les obliga a pagar.
Sin ir m¨¢s lejos, en Espa?a Hacienda ha querido facilitarles a los defraudadores la confesi¨®n reduci¨¦ndoles considerablemente sus obligaciones con el fisco. Y ni por esas. En Alemania, el tr¨¢fico de datos fiscales en los Estados de la Federaci¨®n est¨¢ entorpeciendo los esfuerzos del ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, por lograr acuerdos formales con Suiza para combatir las cuentas secretas. La deriva es peligrosa, y el gobernante de alg¨²n land ya se ha pronunciado: no va a renunciar a las listas de los chivatos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.