El oto?o de Rajoy
Las elecciones adelantadas pondr¨¢n a prueba los efectos pol¨ªticos de la crisis econ¨®mica
Situaciones como la actual, con una crisis econ¨®mica prolongada y en la que las decisiones pol¨ªticas afectan muy directamente a la vida de las personas, son propensas a que la gente trate de encontrar culpables de manera tambi¨¦n personalizada. Nueve meses despu¨¦s de ganar por mayor¨ªa absoluta, Rajoy se enfrenta a un trimestre en el que ser¨¢ puesto a prueba como l¨ªder y como gestor. Las elecciones adelantadas en Galicia y el Pa¨ªs Vasco (y tal vez en Catalu?a, poco despu¨¦s), podr¨ªan coincidir este oto?o con la negociaci¨®n de las condiciones de un rescate europeo, si se formaliza la petici¨®n espa?ola, y con la presentaci¨®n por el Gobierno del proyecto de Presupuestos para 2013, con nuevos recortes de gasto a fin de cumplir el objetivo de d¨¦ficit.
Uno de los efectos pol¨ªticos de la crisis est¨¢ siendo el cuestionamiento del estado auton¨®mico. Por una parte, desde la radicalizaci¨®n soberanista en Euskadi y Catalu?a, con la novedad de que ahora el argumento es que la permanencia en Espa?a es un lastre para salir de la recesi¨®n. Las elecciones adelantadas en las comunidades hist¨®ricas permitir¨¢n calibrar la intensidad de esa fiebre. Por otra, en el resto de Espa?a se tiende a culpar al sistema auton¨®mico del desbordamiento del gasto que obliga a recortar servicios a todos. El resultado es que la identificaci¨®n con el modelo auton¨®mico ha bajado 20 puntos, del 74% al 55%, desde que se inici¨® la crisis.
En estos cuatro ¨²ltimos a?os, todos los presidentes auton¨®micos miembros del partido que gobernaba en el conjunto de Espa?a han perdido las elecciones y el puesto. Es posible que Gri?¨¢n haya conservado el suyo porque ya gobernaba Rajoy, y que ese factor haya influido tambi¨¦n en la recuperaci¨®n de la presidencia de Asturias por el PSOE. ?Por qu¨¦ entonces adelanta N¨²?ez Feij¨®o las de Galicia, donde tiene mayor¨ªa absoluta? Solo puede ser porque piensa que en marzo, cuando tocaban, la situaci¨®n ser¨¢ peor que la actual. Lo cual trasmite un mensaje derrotista.
Se trata por tanto de un riesgo, pues ser¨¢ una ocasi¨®n para la expresi¨®n del voto de castigo a los recortes e incumplimientos del PP. Pero un riesgo calculado: Rajoy puede pensar que si es inevitable pasar esa prueba en algunas autonom¨ªas, mejor que una de ellas sea la suya de origen, que es una plaza fuerte del PP. Y si consiguiera mantener la mayor¨ªa absoluta, se ver¨ªa muy reforzado para las otras pruebas.
En primer lugar, la gesti¨®n de la situaci¨®n vasca si se confirman las previsiones de que la izquierda abertzale, ahora sin ETA pero con fuertes residuos autoritarios, puede disputar la primera posici¨®n al PNV y arrastrarle a un rupturismo con acento econ¨®mico. Como el planteado por el nacionalismo catal¨¢n, que reclama un pacto fiscal de dif¨ªcil encaje constitucional con la advertencia de que si no se acepta habr¨¢ elecciones anticipadas con un programa que desborde el marco auton¨®mico.
Problemas pol¨ªticos que, ante el panorama de un oto?o ya muy problem¨¢tico en lo econ¨®mico, se observan con inquietud en las instituciones europeas.
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