La algarab¨ªa

Hasta ahora, la ¨²nica independencia consumada es la de TVE, no para mantenerse independiente del Gobierno, sino para independizarse de la realidad. Lo consigui¨® con la manifestaci¨®n de la Diada, convertida en una pelotera local de quinta categor¨ªa, mientras la inmensa marcha abr¨ªa los principales informativos de medio mundo. Veremos lo que ocurre hoy en Madrid, con una protesta social que se aventura muy poblada y que tambi¨¦n es de esp¨ªritu independentista. En este caso, independizarse de la pesadilla depredadora, de los que han hecho de la pol¨ªtica lo que Zygmunt Bauman llaman distop¨ªa: una contrautop¨ªa o utop¨ªa perversa, generadora de vidas desperdiciadas y poblaciones superfluas. Si TVE la transmitiera en directo, la manifestaci¨®n seguramente lograr¨ªa una audiencia de derbi futbol¨ªstico. No ocurrir¨¢. El gran recorte inconfesable consiste en recortar la realidad. Hace una semana hab¨ªa un mill¨®n de personas con atenci¨®n sanitaria que ahora ya no existen. Y los miles de maestros y profesores recortados, ?qu¨¦ ha sido de ellos? No est¨¢n. Viven en el env¨¦s estad¨ªstico, tras las l¨ªneas rojas, invisibles en la maleza. Por eso las manifestaciones tienden a multiplicarse, hacerse gigantescas, para compensar el recorte de realidad. A la televisi¨®n p¨²blica, y en horario infantil, han vuelto los toros, ese gran avance de la civilizaci¨®n. L¨¢stima que los toreros, por no hablar de los intelectuales lanceros de Tordesillas, no utilicen la p¨®lvora, como hizo en d¨ªa de 1631 el rey Felipe IV cuando mat¨® un toro por vez primera de certero disparo de arcabuz, haza?a muy celebrada por tertulianos y poetas. Con justicia, pues era un adelanto. Ahora, ?cu¨¢ntas personas tendr¨ªan que manifestarse para obtener la atenci¨®n que se le presta a una corrida? Ni todo el Ruedo Ib¨¦rico en pelotas conseguir¨ªa ese dispendio televisivo. A m¨ª tambi¨¦n me gustar¨ªa independizarme. De TVE. De Tordesillas. De Mas y de Rajoy. Y recuperar la realidad perdida, esa solidaria algarab¨ªa.