Yolanda Rom¨¢n es
experta en derechos humanos e incidencia pol¨ªtica. Trabaja en Save the
Children.
La ¨²ltima vez que escrib¨ª en este Blog estaba en Dakar y
contaba mi experiencia desde el terreno en la emergencia alimentaria del Sahel,
ese infierno del hambre. De vuelta a Madrid, al hogar y a sus c¨®modas rutinas, siento
la urgencia de seguir escribiendo sobre otros infiernos. Los de aqu¨ª, tan
cercanos e igual de intolerables, tantas veces invisibles e ignorados.
Mi apasionante trabajo me confronta cada d¨ªa con dur¨ªsimas
realidades de violencia e injusticia que afectan de manera especialmente cruel
a ni?os y a ni?as. A mi regreso de ?frica, con la mirada a¨²n desenfocada y el
alma renqueante, en la oficina me esperaban las primeras y contundentes
conclusiones de un informe sobre abuso sexual infantil, en el que mi equipo
hab¨ªa estado trabajando todo el verano. Espa?a no es ?frica, pens¨¦ con iron¨ªa
parafraseando a nuestros pol¨ªticos, pero parece que el horror no sabe de
geograf¨ªas. Creo que murmur¨¦ algo as¨ª como ¡°dadme un respiro¡±, a¨²n sabiendo que
los infiernos no conceden treguas.
Una de las realidades de violencia y desprotecci¨®n que
afecta a cientos de miles de ni?os en Espa?a es la violencia de g¨¦nero. El maltrato
ejercido contra sus madres tiene un impacto devastador en los ni?os y las
ni?as, aunque no sean ellos quienes reciban los golpes, los insultos o las
humillaciones. Un ni?o que crece en un hogar con violencia de g¨¦nero es un ni?o
maltratado que necesita protecci¨®n. En el mejor de los casos, crece con miedo,
acurrucado en su cama mientras escucha los gritos detr¨¢s de la puerta, o
asimilando patrones de relaciones afectivas equivocados y peligrosos. En el
peor de los casos, muere. As¨ª: muere. Del verbo morir. Como Andrea.
Andrea ten¨ªa 7 a?os cuando su padre, el maltratador de su
madre, la mat¨®. Lo cuenta hoy la madre, ?ngela, junto a la organizaci¨®n Women¡¯s
Link, que ha puesto una denuncia ante la
ONU contra el Estado espa?ol por su responsabilidad en la
muerte de la ni?a. El caso plantea una pregunta muy sensible, compleja y
pol¨¦mica que constantemente se nos hace a las organizaciones de infancia: ?debe
un maltratador mantener sus derechos paterno-filiales? Yo no s¨¦ si un maltratador puede ser un buen
padre, pero un maltratador es un maltratador y un ni?o es siempre vulnerable.
Los poderes p¨²blicos tienen la obligaci¨®n de entender esto y velar con celo y la
debida diligencia por el bienestar de los ni?os y las ni?as, garantizando su
protecci¨®n frente a cualquier tipo de
violencia. En el caso de Andrea, el Estado fall¨®. Y sigue fallando. Son
necesarias medidas y reformas, sobre todo en la Administraci¨®n de
Justicia, para que esto no vuelva a ocurrir.
Voy a estar en la rueda de prensa de las compa?eras de Women¡¯s
Link, acompa?¨¢ndolas y apoy¨¢ndolas en nombre de Save the Children. Cuando lean
esto habr¨¦ conocido a ?ngela, la madre, y la habr¨¦ mirado a los ojos para
descubrir en ellos los rescoldos de su infierno. Espero ser fuerte y no llorar.
Invocar¨¦ para ello el recuerdo afortunado de los hombres maravillosos que tan
bien me han querido, a m¨ª y a mis hijos. Porque esta, no nos confundamos, no es
una guerra entre hombres y mujeres, sino entre la sociedad y los maltratadores.
Comentarios
Estimados Yolanda y Gonzalo,Gracias por vuestras reflexiones. A su vez, la rotundidad de la ultima frase:¡± Porque esta, no nos confundamos, no es una guerra entre hombres y mujeres, sino entre la sociedad y los maltratadotes¡±, me lleva a hacer los siguientes comentarios: Una afirmaci¨®n as¨ª, conlleva el peligro de anclarnos en ella. Con ella, ya tenemos el campo de batalla y los contendientes definidos. Y ah¨ª nos quedamos. Pero, ?Es un buen planteamiento? Me viene a la mente otra frase: Insiste, Resiste, Persiste. Creo que as¨ª el problema persistir¨¢. Lo arrastraremos durante mucho tiempo porque est¨¢ mal planteado. Atacamos lo visible, el maltratador. Ya tenemos al chivo expiatorio. ?Qu¨¦ hace que haya maltratadores? Para m¨ª un maltratador es el s¨ªntoma, la consecuencia de algo previo que no ha ido bien. Pueden haber diversas causas, posiblemente de anhelos insatisfechos con la madre o malos ejemplos del padre. Y a ellos ?De d¨®nde les viene? Pues de m¨¢s atr¨¢s. Son din¨¢micas sist¨¦micas que pueden resolverse si se trabajan terap¨¦uticamente, en alianza, ayuda y apoyo al maltratador, no contra ¨¦l. No es una guerra entre la sociedad y los maltratadores, es una guerra en la que toda la sociedad est¨¢ involucrada. Todo padre y madre est¨¢ involucrado. Tambi¨¦n los profesores, etc. ?Que tire la primera piedra el que est¨¦ libre de toda culpa! Por la complejidad del problema, ¨¦ste persistir¨¢ por la imperfecci¨®n de cada uno de nosotros como seres humanos y por la imperfecci¨®n de las relaciones entre nosotros. Creo que el trabajo por este camino est¨¢ mejor orientado y es m¨¢s eficaz. Aunque hace tiempo que se est¨¢ avanzando por este camino m¨¢s realista y humano, la violencia de g¨¦nero creo que s¨®lo desaparecer¨¢ cuando nuestra sociedad alcance la perfecci¨®n.
Desagraciadamente, los tribunales alrededor del mundo est¨¢n fallando completamente de proteger los derechos de v¨ªctimas de la violencia domestica. Todav¨ªa, las tradiciones y costumbres que oculta la violencia y abuso domestico est¨¢n usado y aplicados en los tribunales. Lo ruego vea m¨¢s informaci¨®n fichado sobre http://worldpulse.com/user/2759/journalQuenby Wilcox
Estimados Yolanda y Gonzalo,Gracias por vuestras reflexiones. A su vez, la rotundidad de la ultima frase:¡± Porque esta, no nos confundamos, no es una guerra entre hombres y mujeres, sino entre la sociedad y los maltratadotes¡±, me lleva a hacer los siguientes comentarios: Una afirmaci¨®n as¨ª, conlleva el peligro de anclarnos en ella. Con ella, ya tenemos el campo de batalla y los contendientes definidos. Y ah¨ª nos quedamos. Pero, ?Es un buen planteamiento? Me viene a la mente otra frase: Insiste, Resiste, Persiste. Creo que as¨ª el problema persistir¨¢. Lo arrastraremos durante mucho tiempo porque est¨¢ mal planteado. Atacamos lo visible, el maltratador. Ya tenemos al chivo expiatorio. ?Qu¨¦ hace que haya maltratadores? Para m¨ª un maltratador es el s¨ªntoma, la consecuencia de algo previo que no ha ido bien. Pueden haber diversas causas, posiblemente de anhelos insatisfechos con la madre o malos ejemplos del padre. Y a ellos ?De d¨®nde les viene? Pues de m¨¢s atr¨¢s. Son din¨¢micas sist¨¦micas que pueden resolverse si se trabajan terap¨¦uticamente, en alianza, ayuda y apoyo al maltratador, no contra ¨¦l. No es una guerra entre la sociedad y los maltratadores, es una guerra en la que toda la sociedad est¨¢ involucrada. Todo padre y madre est¨¢ involucrado. Tambi¨¦n los profesores, etc. ?Que tire la primera piedra el que est¨¦ libre de toda culpa! Por la complejidad del problema, ¨¦ste persistir¨¢ por la imperfecci¨®n de cada uno de nosotros como seres humanos y por la imperfecci¨®n de las relaciones entre nosotros. Creo que el trabajo por este camino est¨¢ mejor orientado y es m¨¢s eficaz. Aunque hace tiempo que se est¨¢ avanzando por este camino m¨¢s realista y humano, la violencia de g¨¦nero creo que s¨®lo desaparecer¨¢ cuando nuestra sociedad alcance la perfecci¨®n.
Desagraciadamente, los tribunales alrededor del mundo est¨¢n fallando completamente de proteger los derechos de v¨ªctimas de la violencia domestica. Todav¨ªa, las tradiciones y costumbres que oculta la violencia y abuso domestico est¨¢n usado y aplicados en los tribunales. Lo ruego vea m¨¢s informaci¨®n fichado sobre http://worldpulse.com/user/2759/journalQuenby Wilcox
Estimados Yolanda y Gonzalo,Gracias por vuestras reflexiones. A su vez, la rotundidad de la ultima frase:¡± Porque esta, no nos confundamos, no es una guerra entre hombres y mujeres, sino entre la sociedad y los maltratadotes¡±, me lleva a hacer los siguientes comentarios: Una afirmaci¨®n as¨ª, conlleva el peligro de anclarnos en ella. Con ella, ya tenemos el campo de batalla y los contendientes definidos. Y ah¨ª nos quedamos. Pero, ?Es un buen planteamiento? Me viene a la mente otra frase: Insiste, Resiste, Persiste. Creo que as¨ª el problema persistir¨¢. Lo arrastraremos durante mucho tiempo porque est¨¢ mal planteado. Atacamos lo visible, el maltratador. Ya tenemos al chivo expiatorio. ?Qu¨¦ hace que haya maltratadores? Para m¨ª un maltratador es el s¨ªntoma, la consecuencia de algo previo que no ha ido bien. Pueden haber diversas causas, posiblemente de anhelos insatisfechos con la madre o malos ejemplos del padre. Y a ellos ?De d¨®nde les viene? Pues de m¨¢s atr¨¢s. Son din¨¢micas sist¨¦micas que pueden resolverse si se trabajan terap¨¦uticamente, en alianza, ayuda y apoyo al maltratador, no contra ¨¦l. No es una guerra entre la sociedad y los maltratadores, es una guerra en la que toda la sociedad est¨¢ involucrada. Todo padre y madre est¨¢ involucrado. Tambi¨¦n los profesores, etc. ?Que tire la primera piedra el que est¨¦ libre de toda culpa! Por la complejidad del problema, ¨¦ste persistir¨¢ por la imperfecci¨®n de cada uno de nosotros como seres humanos y por la imperfecci¨®n de las relaciones entre nosotros. Creo que el trabajo por este camino est¨¢ mejor orientado y es m¨¢s eficaz. Aunque hace tiempo que se est¨¢ avanzando por este camino m¨¢s realista y humano, la violencia de g¨¦nero creo que s¨®lo desaparecer¨¢ cuando nuestra sociedad alcance la perfecci¨®n.
Desagraciadamente, los tribunales alrededor del mundo est¨¢n fallando completamente de proteger los derechos de v¨ªctimas de la violencia domestica. Todav¨ªa, las tradiciones y costumbres que oculta la violencia y abuso domestico est¨¢n usado y aplicados en los tribunales. Lo ruego vea m¨¢s informaci¨®n fichado sobre http://worldpulse.com/user/2759/journalQuenby Wilcox
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