Historia de dos hermanos
El romance entre la presentadora Pilar Rubio y el futbolista Sergio Ramos ya interesa m¨¢s que el art¨ªculo sobre el Rey y su fortuna publicado en ¡®The New York Times¡¯
La pregunta est¨¢ en el aire, la respuesta est¨¢ en el viento. Dos hermanos sevillanos est¨¢n en el centro de la atenci¨®n. Sergio Ramos es segundo capit¨¢n del Real Madrid, un hombre de ¨¦xito con dos frentes abiertos importantes. Mientras su relaci¨®n con Pilar Rubio se calienta, su relaci¨®n con Mourinho se enfr¨ªa. Ren¨¦ es su hermano y mantiene desde hace tiempo un noviazgo con Vania Mill¨¢n, Miss Espa?a 2002. ?De qu¨¦ hablaron Vania y Pilar Rubio en su primera cena casera?
El romance de Pilar Rubio y Sergio Ramos es pasi¨®n y futbol, y ya interesa m¨¢s que el art¨ªculo sobre el Rey y su fortuna publicado en The New York Times. No hay nada como una relaci¨®n entre dos astros para sentir el dulce olor del escapismo y del deseo. Mucho m¨¢s si viene acompa?ada de tormenta en el vestuario del testoster¨®nico Mourinho, que ya ha asegurado que se lleva mejor con su esposa que con el jugador. M¨¢s que un tornado, Ramos y Rubio son un arco iris al que subirse en la oscuridad de la crisis.
Esta sexy felicidad subraya la relaci¨®n que Ren¨¦ Ramos mantiene con Vania Mill¨¢n, que, adem¨¢s de ser propietaria de una silueta escultural, estudia para ser registradora de propiedad. Que es el primer t¨ªtulo que ostent¨® Mariano Rajoy, con lo cual Vania pudiera en alg¨²n momento llegar ¨C?por qu¨¦ no?¨C a ser presidenta de Gobierno. Mientras tanto es novia de Ren¨¦, y nueva amiga de Pilar, lo que ha conseguido hacer olvidar aquellas l¨¢grimas suyas a la salida de la fiesta de cumplea?os en 2003 de Ronaldo. Entonces, Vania se vio envuelta en una cacer¨ªa medi¨¢tica para explicar esas l¨¢grimas y esas fiestas del que fuera estrella del bal¨®n y protagonista del Madrid gal¨¢ctico de Florentino P¨¦rez. Hemos madurado desde aquello, Ronaldo ya no juega ni se preocupa por adelgazar, y el pa¨ªs derrochador que disfrutaba tanto de las juergas de aquellos gal¨¢cticos es ahora un pa¨ªs dispuesto al rescate. Pero en ese cumplea?os, Vania vio, sinti¨® y a lo mejor hasta toc¨® todo ese exceso que ahora es nostalgia.
El esperado regreso de Esperanza a la vida pol¨ªtica ya ha sucedido. Zas. Debi¨® estar ese instante que deseaba en familia y, como las primas donnas, entendi¨® que su familia son los votos
Con su v¨ªnculo con el hermano del segundo capit¨¢n del Real Madrid, Vania ha vuelto a la ¨®rbita del planeta Florentino y cerca del candente vestuario. Pero no ha podido evitar que entre Mourinho y su equipo se repita esa misma dif¨ªcil relaci¨®n que hay entre el ministro de Cultura, el se?or Wert, y el secretario de Cultura, Lasalle. Wert destituye, Mourinho condena al banquillo. Veremos si el juego contin¨²a as¨ª, pero lo que de verdad palpita en todo esto es la relaci¨®n de Sergio Ramos con Pilar Rubio. Ella parece vitaminizada; ¨¦l, luchador, como si estuvieran atrapados en el tema que cantan juntos Miguel Bos¨¦ y Pablo Albor¨¢n. De nuevo, el f¨²tbol y el amor se entrelazan en un juego de bellas y bien entrenadas piernas. Y a los entrenadores celosos no siempre les gusta esa jugada.
La orgullosa madre de los hermanos Ramos debe permanecer atenta. Se evidencia que ya no solo es un dolor de cabeza para unos progenitores tener hijas hermosas. Esa preocupaci¨®n tambi¨¦n la pueden ocupar ahora estos dos varones de id¨¦ntico f¨ªsico y gusto por mujeres de est¨¦tica portentosa. Es m¨¢s que probable que Vania Mill¨¢n, y no el t¨ªo de Vania, vaya explic¨¢ndole a Pilar c¨®mo son de verdad las cocinas del Real Madrid y de los Ramos, lo que significa cuando Florentino llama. Pilar debe escuchar en silencio, aunque de alma rockera sabe ser una dama, y aun en lo m¨¢s apasionado de su amor sabe tambi¨¦n que lo importante es que Sergio est¨¦ centrado. En el Real Madrid, en cualquier galaxia. De Sergio dependemos todos y todas. Incluso Mourinho, que cree que el banquillo le ha sentado bien al futbolista.
Otra pareja, bueno, m¨¢s bien un tr¨ªo, un dream team, se reencuentra con tensi¨®n tambi¨¦n en el banquillo: Pantoja, Zald¨ªvar y Juli¨¢n Mu?oz aparecen en el juzgado fieles a su rol. Mu?oz convertido en la caricatura del alcalde metido en l¨ªos; Zald¨ªvar, como si quisiera estar en un plat¨® de televisi¨®n, y Pantoja, con ramo de flores y rosario cual diva herida. En su escenogr¨¢fica estrategia de defensa, Pantoja se ha comparado a la infanta Cristina, porque las dos han sido v¨ªctimas colaterales de los asuntos de sus compa?eros. ?Ay, los hombres! Querer igualarse a Cristina tiene algo de aspiracional, seguir viajando con escolta, que te reciba en la pista la guardia civil como si nada estuviera pasando, y lejos del banquillo. Como cuando todo chutaba bien. Como cuando Europa era feliz sin raptos ni rescates.
El tan esperado regreso de Esperanza Aguirre a la vida pol¨ªtica ya ha sucedido. Zas. Parece que fue ayer cuando se despidi¨® y es apenas hoy cuando de nuevo esta aqu¨ª. R¨¢pida como los d¨ªas que vivimos. Debi¨® estar ese instante que deseaba junto a su familia y, como las primas donnas, comprendi¨® que su verdadera familia son los votos. En su ausencia, Mas ha ido ganando terreno, es el president auton¨®mico que nos tiene en vilo. En su Barcelona, el Liceu estren¨® su temporada con La forza del destino, un verdi a todo meter, ambientado en una Sevilla muy anterior al nacimiento de los hermanos Ramos. Se vieron banderas de Espa?a en el escenario mientras que en platea y palcos se respiraba poder¨ªo burgu¨¦s, conteniendo el do de pecho decisivo para la fuerza de su destino.
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