Dios, patria y ¡®pain au chocolat¡¯
"Los p¨¦rfidos musulmanes podr¨¢n incendiar barrios marginales, montar atentados o incluso atacarnos con sus cimitarras, ?pero arrebatar el sagrado cruas¨¢n relleno de chocolate a los ni?os?"
Las lecturas anarquistas de mi juventud debieron de dejarme marcado, porque el reciente fragor de banderas, pueblos, naciones que se quieren separar y naciones que se consideran indisolubles por la gracia de Dios me produce un rechazo que ni un filete de h¨ªgado empanado. Ingenuo de m¨ª, yo pensaba que hab¨ªamos superado lo de las fronteras, y de eso nada: el siglo XXI promete ser el nuevo siglo XIX.
Cuando a los pijo-progres afrancesados nos coge el ahogo identitario, solemos salir a respirar al otro lado de los Pirineos. Pero hete aqu¨ª que en todas partes cuecen habas patri¨®ticas. Miren si no a Jean-Fran?ois Cop¨¦, alcalde de Meaux y contendiente frente a Sarkozy en la pelea por el liderazgo del partido derechista UMP. En un mitin en la Costa Azul, este se?or con cierto airecillo a Camps mostr¨® su solidaridad con los ¡°exasperados¡± padres franceses que, despu¨¦s de un duro d¨ªa de trabajo, llegan a casa y se encuentran con que unos ¡°matones¡± les han quitado a sus hijos el pain au chocolat al grito de ¡°?no se puede comer durante el Ramad¨¢n!¡±.
Los p¨¦rfidos musulmanes podr¨¢n incendiar barrios marginales, montar atentados o incluso atacarnos con sus cimitarras, ?pero arrebatar el sagrado cruas¨¢n relleno de chocolate a los ni?os? Eso s¨ª que es un crimen contra las esencias de patrie. Un drama que demuestra el enorme da?o que pueden hacer ¡°los de fuera¡± cuando les dejamos aposentarse en nuestras id¨ªlicas comunidades. Cualquier d¨ªa veremos a nuestros hijos cambiando el pain au chocolat por pita con hummus, y entonces ser¨¢ demasiado tarde.
Esto es m¨¢s o menos lo que se desprende del discurso de Cop¨¦, que ha causado un importante revuelo entre nuestros vecinos por su peculiar batiburrillo de islamofobia y populismo gastron¨®mico. De entre todas las respuestas, me quedo con la de un tuitero que le apod¨® Le Pen au chocolat y la de un colectivo contra el odio a los musulmanes que ha repartido este tipo de bollos gratis en la estaci¨®n de Saint Lazare en Par¨ªs. ?Y no estaban envenenados!
De vuelta a esa cosa que llamamos Espa?a, no deber¨ªamos descartar que en pr¨®ximas fechas suceda algo parecido por aqu¨ª. Que alg¨²n politicastro revele que bandas de espa?olistas malvados roban el pa amb tom¨¤quet a los ni?os en Barcelona. Que otro denuncie que desalmados independentistas niegan el derecho a tomar callos a la madrile?a a los ancianos en las residencias catalanas. Sin olvidar la posibilidad de que Bildu quiera frenar el gazpacho y defender la purrusalda, claro.
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