La movida vuelve a Malasa?a
Protagonistas de la revoluci¨®n cultural de principios de los 80 como Ouka Leele o Ant¨®n Reixa acuden a la inauguraci¨®n del nuevo museo-bar donde se muestran sus obras
¡°Hoy me llamaron, hay una fiesta, estar¨¢ bien¡±. Patacho Recio, guitarrista de Glutamato Ye-Y¨¦, esperaba con esta canci¨®n de Mam¨¢ en la cabeza a los invitados para la inauguraci¨®n de Madrid me Mata. Un nuevo bar-museo en Malasa?a sobre la movida. Ouka Leele, para muchos la fot¨®grafa oficial del movimiento, fue la primera en llegar. Le siguieron muchos ¡°compa?eros¡± de entonces ¨C¡°es casi como si nos conoci¨¦ramos del colegio¡±, indicaba la artista-. Aunque faltaron algunas esperadas caras m¨¢s glamourosas, como Pedro Almod¨®var o Alaska, el homenaje a la movida se estren¨® como era de esperar: con fiesta, buena m¨²sica y mucha cerveza.
¡°Esto se va a llenar de a?os y sabidur¨ªa¡±, predec¨ªa Javier Campillo, integrante junto con su hermano Nacho de Tam Tam Go, que define como ¡°grupo de la post-movida¡±. Campillo combin¨® el orgullo por su presencia en el bar con el presente como ant¨ªdoto para la nostalgia: ¡°Nosotros seguimos en funcionamiento, otra cosa es que no tengamos tanta promoci¨®n¡±. Paco Clavel, con el mismo estilo cutrelux que invent¨® en los 80 ¨Crepresentado en el bar por una chaqueta y gorro hechos a base de chapas de botellas de coca-cola-, bromeaba con mayor crudeza del paso de los a?os: ¡°Yo estoy muy guapo, pero con algunos te llevas unos sustitos¡¡±
Porque eso de verse como pieza de museo-bar, no deja de tener un gusto agridulce. ¡°Yo ya vengo curado de espanto, porque hace unos a?os, en el Museo de Vigo, se hizo algo parecido¡±, explic¨® Ant¨®n Reixa, entonces conocido por Os Resentidos y ahora presidente de la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE). ¡°No me cuesta aceptar que fueron los mejores a?os de nuestra vida; no le d¨¢bamos importancia a lo que hac¨ªamos, por eso sali¨® tan bien¡±, opin¨®.
¡°S¨ª que ¨¦ramos conscientes de que hac¨ªamos algo hist¨®rico¡±, discrepa Ouka Leele, que demuestra que la movida tiene tantas lecturas como integrantes, si no m¨¢s. ¡°Tuve mucha suerte de coincidir con gente tan creativa todo el d¨ªa¡±, rememoraba ayer ante varias de sus fotograf¨ªas expuestas en Madrid me mata. Como El beso, de 1980, que suma a la idea del amor la muerte, sugiriendo la imagen de la calavera con ayuda de un aparato para mostrar los dientes que usan los dentistas. ¡°Nos plantamos en una consulta para hacer la foto, que provoc¨® que una ni?a se asustara y se pusiera a llorar, por lo que nos echaron, pero yo ya ten¨ªa mi carrete¡±.
Cientos de historias albergan los objetos expuestos en Madrid me Mata. A ellos se acercan tambi¨¦n ¡°hijos de la gente de la movida¡±, como Juan y Carlos Wallas, ambos nacidos a finales de los 80 y que ahora, tres d¨¦cadas despu¨¦s, aspiran a recuperar aquel esp¨ªritu de renovaci¨®n a trav¨¦s de su grupo musical, Los Wallas, que eligen como apellido art¨ªstico. Patacho, comisario de la exposici¨®n de Madrid me Mata, act¨²a como puente intergeneracional. Y no descarta explotar la sabidur¨ªa acumulada en tantos a?os de carrera art¨ªstica en forma de visitas guiadas por el museo-bar. ¡°Quiz¨¢ una vez a la semana¡±, plantea con su eterna sonrisa. De fondo suena el ¡°Bares, qu¨¦ lugares¡± de Gabinete Caligari.
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