Filantrop¨ªa espa?ola

Amancio Ortega, fundador de Inditex, se ha situado como la tercera persona m¨¢s rica del mundo en la lista de Bloomberg. Le ha quitado este puesto a Warren Buffet, siendo el segundo Bill Gates y el primero, el mexicano Carlos Slim. Todos se han lanzado a grandes proyectos filantr¨®picos, pero el mayor es el del fundador de Microsoft: reunir a un grupo de superricos que leguen a su muerte un 50% de su fortuna a estos fines. Aunque Ortega, un hombre parco en declaraciones p¨²blicas, nunca ha expresado sus intenciones al respecto, ha dado un paso se?alado al donar a trav¨¦s de su fundaci¨®n 20 millones de euros a C¨¢ritas. Esta organizaci¨®n se ha mostrado imprescindible a la hora de paliar los estragos de la crisis entre los m¨¢s necesitados. Ha multiplicado por tres sus actividades, desde los comedores sociales hasta la ayuda para material escolar o medicinas, entre otros retos, y actualmente atiende a 1,8 millones de personas en Espa?a y a 4,5, fuera. Pero la propia crisis ha hecho que la proporci¨®n de su financiaci¨®n p¨²blica haya bajado a un 33%, con lo que la ayuda de la Fundaci¨®n Amancio Ortega ha sido la mayor donaci¨®n privada nunca recibida por la ONG cat¨®lica.

El ¨¦xito de C¨¢ritas no deja de ser un fracaso de un Estado de bienestar que se deber¨ªa basar sobre deberes y derechos y no sobre la caridad o la beneficiencia. Pero m¨¢s all¨¢ de estas consideraciones es positivo que la sociedad civil refuerce desde el impulso voluntario ¡ªlos impuestos son otra cosa¡ª sus estructuras e instituciones, y las ONG y las fundaciones forman parte de estas. La crisis, sin embargo, las est¨¢ debilitando. Se calcula que un 30% de estas ONG en Espa?a han desaparecido en estos dif¨ªciles a?os.

M¨¢s all¨¢ de la discutible caridad o del intento de lavar la propia imagen, el principio de que las grandes fortunas dediquen voluntariamente una parte de sus ingresos a devolver lo que la sociedad les ha dado ¡ªmuy asentado en el mundo anglosaj¨®n, como bien vio Tocqueville¡ª sirve para reforzar a la sociedad civil y hacerla m¨¢s din¨¢mica en todos los ¨¢mbitos. Este pa¨ªs necesita que el ejemplo de Amancio Ortega cunda no solo en t¨¦rminos empresariales, sino tambi¨¦n en una filantrop¨ªa en la que Espa?a est¨¢ rezagada.