Alumnos en fuego cruzado
El objetivo prioritario de las escuelas deber¨ªa ser el de reflejar la realidad biling¨¹e de Catalu?a
El ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, ha dicho recientemente en el Congreso que quiere espa?olizar a los alumnos catalanes. Por su parte, la consellerade Educaci¨®n, Irene Rigau, dijo en un acto p¨²blico en Barcelona en julio de 2011 que en Catalu?a deber¨ªamos estar todos orgullosos de haber catalanizado el sistema educativo. ?No responden ambas posturas a posiciones pol¨ªtico-partidistas ajenas a la educaci¨®n?
Desde luego, estas posiciones no son nuevas en Espa?a, donde la educaci¨®n ha estado tradicionalmente dirigida por pol¨ªticos y ha servido m¨¢s a los intereses partidistas que a los intereses de los alumnos. Lo m¨¢s desesperante de todo ello es que ni unos ni otros parecen tener como prioridad el proporcionar a los alumnos una educaci¨®n moderna, abierta, conocedora de lo propio, pero a la vez cosmopolita, exigente, reflexiva y cr¨ªtica. Parece ser m¨¢s importante espa?olizar o catalanizar, y a ello se dedica tiempo, esfuerzo y tambi¨¦n muchos insultos y agresividad, como constatamos cada d¨ªa.
El sistema educativo catal¨¢n es, desde hace tiempo, criticado encendidamente por unos y defendido a ultranza por los otros porque en ¨¦l se usa una sola lengua vehicular, el catal¨¢n. Como es bien sabido, esta es la lengua en la que se desarrolla toda la actividad escolar y el espa?ol es ense?ado como asignatura durante tres horas a la semana. Recientemente, a partir de las declaraciones del ministro Wert en favor de espa?olizar a los alumnos catalanes, un nuevo aspecto del sistema educativo catal¨¢n est¨¢ siendo objeto de enfrentamiento entre los dos bandos: los contenidos de las asignaturas de Historia y Geograf¨ªa. La cuesti¨®n de la lengua vehicular, no obstante, sigue siendo motivo de disputa y posiblemente lo seguir¨¢ siendo durante tiempo. En este art¨ªculo hablar¨¦ de esta cuesti¨®n.
La situaci¨®n en la que nos encontramos parece ser, brevemente, la siguiente. Para Rigau y sus defensores, el catal¨¢n debe continuar siendo la ¨²nica lengua vehicular en las escuelas de Catalu?a. El llamado sistema de inmersi¨®n es considerado por la Generalitat el sistema-¨²nico-posible para todos los alumnos catalanes. Hace ya tiempo que fue definido como una ¡°l¨ªnea roja¡± infranqueable y cualquier objeci¨®n a este modelo, sea del tipo que sea, es inmediatamente rechazada como un ataque al catal¨¢n. Se nos dice que el sistema actual es fruto de un amplio consenso ciudadano en Catalu?a, a pesar de que no disponemos de ninguna encuesta o estudio de opini¨®n por parte de una instituci¨®n independiente que avale esta afirmaci¨®n.
Nadie quiere explicar por qu¨¦ en Catalu?a se ha optado por un modelo monoling¨¹e obligatorio, in¨¦dito en el resto de Europa
Por su parte, para Wert y sus defensores la ¨²nica preocupaci¨®n est¨¢ del lado del espa?ol y raras veces expresan inter¨¦s en que todos los alumnos tambi¨¦n reciban un buen aprendizaje del catal¨¢n. A ello se a?ade el que este bando parece percibir la ausencia del espa?ol en las aulas catalanas como una ofensa a ellos y a Espa?a, hacia la que reaccionan de forma extremadamente beligerante. Es posiblemente esta sensaci¨®n de ofensa lo que les atenaza y les impide concretar qu¨¦ modelo alternativo quieren. A veces dicen que optan por una escuela biling¨¹e catal¨¢n-espa?ol para todos los alumnos, y otras veces, por una doble red, con unas escuelas en espa?ol y otras en catal¨¢n, y la consiguiente elecci¨®n de una red u otra por parte de las familias. La ¨²ltima idea ha sido, no obstante, otra: querer subvencionar escuelas privadas en Catalu?a para que impartan la educaci¨®n ¨²nicamente en espa?ol.
As¨ª son las posturas y as¨ª son los intereses partidistas de cada bando. Sin embargo, ?cu¨¢les son los intereses de los alumnos? ?Cu¨¢les son sus necesidades ling¨¹¨ªsticas? ?Qu¨¦ es m¨¢s ¨²til para ellos? ?Qu¨¦ es m¨¢s enriquecedor? ?Cu¨¢l es el deseo de la mayor¨ªa de alumnos, el conocer y saber usar bien una lengua o las dos? Tal vez ha llegado la hora de pensar en los alumnos y en lo que es mejor para ellos.
Si analizamos la cuesti¨®n objetivamente, parece claro que las necesidades ling¨¹¨ªsticas de los alumnos catalanes pasan por el aprendizaje s¨®lido y en profundidad de ambas lenguas, el catal¨¢n y el espa?ol, adem¨¢s de un aprendizaje adecuado del ingl¨¦s, cuesti¨®n esta de gran calado, pero que no discutir¨¦ ahora. Para poder realizar un aprendizaje de ambas lenguas oficiales en condiciones y de manera equitativa para todos los alumnos, estos deber¨ªan poder aprender ambas lenguas en la escuela (y no una en la escuela y la otra en la calle), recibiendo asignaturas en ambas, familiariz¨¢ndose con la terminolog¨ªa acad¨¦mica de ambas y disponiendo del espacio para realizar trabajos escritos y presentaciones orales en ambas. El objetivo prioritario de las escuelas deber¨ªa ser el de reflejar la realidad biling¨¹e de Catalu?a y equipar a los alumnos para desenvolverse adecuadamente en ella. Aqu¨ª deber¨ªa terminar su funci¨®n en el campo ling¨¹¨ªstico.
El sistema de inmersi¨®n que se practica en Catalu?a es ¨²nico en Europa. Ninguna otra comunidad biling¨¹e de Europa lo ha implementado. Todas ellas han optado por uno de estos dos modelos: una doble red de escuelas, como, por ejemplo, Gales, con una red de escuelas en gal¨¦s y otra en ingl¨¦s, o el modelo de escuela biling¨¹e o triling¨¹e, como Luxemburgo, donde todas las escuelas imparten la educaci¨®n en las tres lenguas del pa¨ªs. Nadie nos quiere explicar por qu¨¦ en Catalu?a se ha optado por un modelo monoling¨¹e obligatorio para todos los alumnos, in¨¦dito en el resto de Europa. ?Qu¨¦ raz¨®n pedag¨®gica hay? Nos tememos que ninguna, que el motivo es de otro orden, el de siempre, pol¨ªtico.
Los programas escolares deber¨ªan guiarse solamente por criterios pedag¨®gicos
No es la escuela monoling¨¹e sino la escuela biling¨¹e la m¨¢s acorde con los estudios acad¨¦micos internacionales sobre aprendizaje escolar de lenguas, estudios que ni un bando ni otro citan nunca. Expertos como Jim Cummins, Colin Baker o James Tollefson han demostrado en sus investigaciones que en las comunidades biling¨¹es, la escuela biling¨¹e, a diferencia de la escuela en una sola lengua, es un modelo m¨¢s integrador, m¨¢s efectivo cognitivamente, m¨¢s adecuado desde un punto de vista afectivo y posiblemente la ¨²nica manera de proporcionar una alta competencia en ambas lenguas a la mayor¨ªa de alumnos.
Sin embargo, lo que sucede en Catalu?a es lo contrario de lo que es deseable desde un punto de vista educativo: los alumnos se encuentran actualmente en fuego cruzado, supeditados a unos que les quieren catalanizar y a otros que les quieren espa?olizar. Los alumnos catalanes son claramente los grandes perjudicados por esta suplantaci¨®n de su educaci¨®n ling¨¹¨ªstica por ideolog¨ªa partidista. Por esta raz¨®n es necesario seguir insistiendo en que, tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a, la educaci¨®n deber¨ªa estar ¨²nicamente al servicio de los alumnos y los programas escolares deber¨ªan guiarse solamente por criterios pedag¨®gicos. En el caso que nos ocupa, ser¨ªa una educaci¨®n biling¨¹e catal¨¢n-espa?ol la que cumplir¨ªa con estos requisitos.
Merc¨¨ Vilarrubias es catedr¨¢tica de lengua inglesa en una de las Escuelas Oficiales de Idiomas de Barcelona y autora del libro Sumar y no Restar. Razones para introducir una educaci¨®n biling¨¹e en Catalu?a (editorial Montesinos).
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