Yoko Ono no necesita que la defiendan
Paul McCartney ha exculpado a la viuda de Lennon de la ruptura de los Beatles Tras cuatro d¨¦cadas, la artista ha probado que se basta sola para encarar su leyenda negra
Por mucha resonancia que hayan tenido, las recientes declaraciones de Paul McCartney exonerando a Yoko Ono de la ruptura de los Beatles no son una sorpresa. El m¨²sico ha dicho al presentador David Frost: ¡°No fue ella, el grupo ya estaba roto¡±. Y a?ad¨ªa que le debemos himnos como Imagine: ¡°No creo que John la hubiera compuesto sin Yoko. No podemos culparla de nada. Cuando Yoko hizo su aparici¨®n, parte de su atractivo era su lado vanguardista, su visi¨®n del mundo. Le ense?¨® a ser de otra manera, algo que le atrajo enseguida. Se habr¨ªa marchado igualmente del grupo antes o despu¨¦s¡±. La entrevista a¨²n no ha visto la luz, se emitir¨¢ en la cadena Al Jazeera este mes, pero el titular ha desempolvado todos los ep¨ªtetos dedicados a la artista fluxus durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas.
En el imaginario popular, la japonesa ha representado el papel de bruja oficial del pop (con permiso de la otra viud¨ªsima, Courtney Love). Ella misma titul¨® en 2007 uno de sus discos Yes, I¡¯m a witch (s¨ª, soy una bruja). Incluso existe una expresi¨®n en argot, pulling a Yoko (algo as¨ª como hacerse un Yoko), para referirse a la t¨ªpica novia que te separa de tus colegas.
Ella parece centrar sus esfuerzos en acumular otros titulares, sobre sus donaciones caritativas o una obra art¨ªstica destinada a difundir la paz en la estela de aquella performance de denuncia junto a John durante su luna de miel en la cama de un hotel en ?msterdam. Pero, m¨¢s all¨¢ de su apariencia estoica, Ono encuentra el perfecto consuelo ejerciendo de albacea del boyante legado del que fuera su tercer y ¨²ltimo marido. Seg¨²n public¨® en octubre Forbes, Lennon es la sexta celebridad muerta que m¨¢s beneficios anuales genera. Solo en el ¨²ltimo a?o, unos 9,5 millones de euros. Aparte de los derechos de sus discos (reeditados en versi¨®n remasterizada en 2010, coincidiendo con el que habr¨ªa sido el 70? aniversario del cantante), Ono ha engordado su cuenta salt¨¢ndose a la torera la promesa que se hicieron su pareja y los otros beatles: no vender jam¨¢s sus canciones para anuncios publicitarios.
¡°Pas¨® de artista antimaterialista a astuta mujer de negocios¡±, escribi¨® un bi¨®grafo de Lennon
Aunque todos los componentes del grupo se han vuelto m¨¢s laxos con el tiempo. En 2009, McCartney, Ringo Starr, Olivia Harrison (viuda de George) y Yoko Ono compartieron escenario para presentar el videojuego The Beatles: rock band. El a?o pasado, en el estreno del espect¨¢culo de los Beatles del Cirque du Soleil en Las Vegas, tambi¨¦n estaban todos. Tras cada foto que se hacen juntos subyace la voluntad de seguir amasando dinero.
Macca y Yoko enterraron el hacha de guerra hace tiempo. A mediados de los noventa grabaron una canci¨®n juntos en recuerdo de la bomba de Hiroshima con la excusa de la publicaci¨®n de The Beatles anthology. Desde entonces parece existir un pacto de no agresi¨®n. Y hasta de adhesi¨®n. La artista secund¨® al autor de Yesterday en su reciente campa?a por los ¡°lunes sin carne¡± (ambos son vegetarianos) para reducir la emisi¨®n de gases invernaderos.
Quiz¨¢ olvidaba la performer que un d¨ªa anim¨® a Lennon a invertir en un negocio ruinoso de vacas lecheras que acabar¨ªan yendo inevitablemente al matadero (seg¨²n aire¨® Albert Goldman en la controvertida biograf¨ªa Las vidas de John Lennon). Corr¨ªa el a?o 1978 y los problemas de la pareja con el fisco estadounidense les llevaron a experimentar f¨®rmulas de negocio, muy a pesar del compositor. Finalmente, ¨¦l opt¨® por recluirse en casa y dej¨® a ella las riendas financieras. ¡°Fue entonces cuando la artista anticomercial y antimaterialista se transform¨® en una astuta mujer de negocios¡±, escribi¨® el otro gran bi¨®grafo del m¨²sico, Philip Norman.
A Norman le concedi¨® Ono horas de entrevistas para mostrarse despu¨¦s descontenta por su libro, John Lennon, publicado en 2008. La viuda lleva demasiados a?os invertidos en cimentar una imagen beat¨ªfica del ¨ªdolo como para permitir que nadie se la desmonte aireando sus depresiones, episodios violentos o su consumo de drogas. En 2009 logr¨® que un juez frenara la salida del documental 3 days in the life. En ¨¦l se recog¨ªan im¨¢genes dom¨¦sticas de Lennon en 1970, a pocas semanas de la disoluci¨®n de su grupo, fumando marihuana junto al activista negro Michael X y bromeando sobre echarle LSD en el t¨¦ a Nixon. Las cintas las hab¨ªa filmado el segundo esposo de Yoko, el promotor de arte Anthony Cox, que en 2000 las vendi¨® a un coleccionista por 100.000 euros.
Juega a que vale m¨¢s por lo que calla que por lo que habla. Pero tiene previsto publicar sus memorias antes de 2015
Yoko Ono, que cumple 80 a?os en febrero, no necesita que la defiendan. No es dif¨ªcil encontrar impudorosas an¨¦cdotas sobre su vida ¨Cparticularmente junto a John¨C en cualquiera de sus entrevistas. En 2010 contaba en Esquire: ¡°Uno de los motivos por los que sobrevivo es la incre¨ªble energ¨ªa negativa destinada a borrarme del mapa¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Creo en una regla universal: hacer da?o a los dem¨¢s es malo. Si hablara, podr¨ªa hacer da?o a algunas personas. Incluso aunque esas personas se lo merezcan, sus hijos o nietos no tienen por qu¨¦ saber que son mala gente¡±.
No es dif¨ªcil deducir que este dardo iba dirigido a Cynthia Lennon, la primera esposa, a la que le arrebat¨® al genio, que ya se ha despachado a su vez con dos libros destinados a destruir a Yoko. La japonesa ha jugado siempre a que vale m¨¢s por lo que calla que por lo que habla. Hasta ahora. Planea publicar sus memorias antes de 2015. Probablemente obtengamos una visi¨®n sesgada del fantasma de Lennon, pero lo que est¨¢ claro es que servir¨¢ para seguir engrosando las arcas de la viuda eterna.
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