Cuando a Mick Jagger le ¡°aburr¨ªan¡± John Lennon y Yoko Ono

Para muchos Mick Jagger era en 1969 un provocador violento que tomaba drogas y llevaba una vida hedonista y rebelde. Pero unas cartas de amor secretas que acaban de ver la luz perfilan a una estrella del rock completamente diferente: un artista so?ador, sensible, articulado y con gran conciencia de su propia figura.

Esta vertiente emerge en una serie de misivas que envi¨® desde Australia a Marsha Hunt, su entonces amante, madre de su primera hija y la mujer que inspir¨® su pol¨¦mica canci¨®n Brown sugar. Escritas durante uno de los per¨ªodos m¨¢s tumultuosos de la vida de Jagger, la correspondencia muestra a un hombre que pasa su tiempo libre leyendo los diarios de Nijinsky, los poemas de Emily Dickinson y divirti¨¦ndose con Christopher Isherwood.

Hunt, que fue una figura destacada del Swinging London (adem¨¢s de ser uno de sus pocos rostros negros, particip¨® en el montaje original del West End del musical Hair y protagoniz¨® un famoso desnudo en Vogue), reconoce que hoy est¨¢ en la ruina. Por eso decidi¨® vender su correspondencia. ¡°Los que creen que tengo dinero no saben nada de m¨ª", lamenta. "Vinieron unos amigos a verme y en mi casa no hab¨ªa siquiera luz. No pude pagar la factura. Uno me dijo: ¡®Seguramente tendr¨¢s algo que podr¨ªas vender¡±. De ah¨ª surgi¨® la idea de las cartas del verano de 1969, que estuvieron guardadas durante d¨¦cadas en una caja de seguridad.

Ahora Hunt espera que el comprador ¡°reconozca que son un pedazo de historia¡±, y agrega: ¡°Las cartas hablan por Mick en un momento incre¨ªble de nuestras vidas. El verano de 1969 fue el final de toda una ¨¦poca de esp¨ªritu revolucionario, que no sab¨ªamos que estaba a punto de morir. ?Y qui¨¦n sab¨ªa que esta banda seguir¨ªa siendo reconocida cincuenta a?os despu¨¦s como una de las voces de la ¨¦poca?¡±.

La subasta incluir¨¢ 10 cartas, escritas en julio y agosto de 1969, de cuando Jagger film¨® Ned Kelly en Nueva Gales del Sur. All¨ª habla, por ejemplo, de los libros que Hunt le mand¨® para su cumplea?os, de c¨®mo Jagger estaba ¡°entretenido¡± con los diarios de Nijinsky, que le¨ªa sobre los indios Navajo y que disfrutaba con los poemas de Emily Dickinson.

Y tambi¨¦n hay lugar en los escritos para cierta fanfarroner¨ªa. Jagger cuenta que fue a una fiesta y que ¡°las t¨ªas¡± eran tan feas que lo ¨²nico que pudo hacer fue comer pastas de chocolate. Am¨¦n de referencias a lo que fue una ¨¦poca llena de acontecimientos. Por ejemplo, fecha su carta del 20 de julio como ¡°domingo la luna¡± para se?alar el primer alunizaje. Y agrega c¨®mo lamenta haberse perdido el festival de la isla de Wight en el qye Bob Dylan hizo su famoso regreso, as¨ª como a ¡°John y Yoko aburriendo a todo el mundo¡±.

Tambi¨¦n hace una referencia a la muerte de Brian Jones y su malograda relaci¨®n con Marianne Faithfull, por entonces internada por una sobredosis de pastillas. En una carta se pregunta por qu¨¦ las vidas de algunas personas son tan breves y en otra explica que las cosas est¨¢n ¡°un poquito dif¨ªciles¡±: ¡°Mi paciencia explota, mi amor se extingue en momentos vitales¡±.

Jagger tambi¨¦n hace referencia a lo que fue una filmaci¨®n poco feliz en Nueva Gales del Sur. Si bien adopta un tono l¨ªrico respecto del interior australiano ¨Cdescribiendo c¨®mo la bruma matinal ¡°se vuelve roja y violenta y luego dura y c¨¢lida¡±¨C, reconoce que echa de menos Europa.

¡°Las que salen a subasta son las mejores cartas de Jagger¡±, opina el especialista en manuscritos de Sotheby¡¯s, Gabriel Heaton. En ella, a?ade, muestra la ¡°fuerza de car¨¢cter¡± que le permiti¨® salir adelante en el mundo irreal en el que viv¨ªa. ¡°Tiene una fuerte iron¨ªa respecto de s¨ª mismo y de lo que supone ser una superestrella. Es consciente, pero no debemos olvidar: para mantenerse sano entre todo lo que estaba pasando en su vida adulta ten¨ªa que estar muy centrado¡±.

Las cartas se vender¨¢n como un lote y tienen un precio estimado de entre 84.000 y 117.000 mil euros. Hunt dice tener la esperanza de que las cartas corrijan parte de la desinformaci¨®n que hay sobre Jagger y esa ¨¦poca. Y a?ade que le comunic¨® a Jagger su intenci¨®n de venderlas. ??l la apoya? ¡°No creo, pero no son de ¨¦l¡±, sentencia.

? Guardian News & Media, 2012.