Tesoro
La sanidad no es un negocio, sino un deber social
En 2008, el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, G¨¹emes, inaugur¨® unas jornadas en el hotel Ritz de Madrid que se anunciaban as¨ª: ¡°Aproveche la oportunidad de negocio que le brinda la Sanidad P¨²blica¡±. O sea, no se puede decir que hayan enga?ado sobre sus intenciones: su meta siempre fue sacar una suculenta tajada de la privatizaci¨®n. Para ello repiten como un mantra datos mentirosos: ¡°El coste per capita de un hospital p¨²blico es 600 euros y de uno privado, 400¡±. Primero, ?de d¨®nde salen esas cifras que cacarean tanto? Segundo, cuando un paciente se pone verdaderamente malo en un centro privado, o cuando necesita un trasplante, o cuando han de hacerle una prueba sofisticad¨ªsima, lo meten en una ambulancia y lo mandan al sistema p¨²blico. Y, por ¨²ltimo, la sanidad no es un negocio, sino un deber social. De hecho, es el mayor logro social de la historia espa?ola. Es una cumbre de la equidad tan importante que, si hoy nuestro pa¨ªs est¨¢ aguantando mal que bien un paro carnicero, es porque esos parados siguen teniendo una buena cobertura sanitaria. Cuando los ni?os empiecen a morir porque algunos no puedan costearse la mejor asistencia, entonces dar¨¢ comienzo la degollina. Y con raz¨®n. Un ejemplo di¨¢fano de lo que est¨¢n haciendo es el intento de reconversi¨®n del hospital de la Princesa en un geri¨¢trico. Ver¨¢n, La Princesa ya tiene camas para ancianos. Todos los hospitales las tienen. Transmutar ese centro mod¨¦lico y puntero en un geri¨¢trico no solo no mejorar¨ªa la atenci¨®n a los ancianos, sino que la empobrecer¨ªa gravemente: ser¨ªa un hospital sin UVI, sin urgencias¡ Una especie de moridero. Porque estos peperos enseguida se encocoran contra la eutanasia, pero parece que quieren racanear en las prestaciones de los viejos: que la palmen y no gasten. Si permitimos el hundimiento de la Sanidad P¨²blica estaremos perdiendo nuestro mayor tesoro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.