Nobleza y ley

Agradezco mucho que en el art¨ªculo del s¨¢bado 24 de noviembre de 2102 titulado Ser o no ser noble, he ah¨ª la obsesi¨®n firmado por do?a Lola Gal¨¢n se me mencione. Conviene alguna precisi¨®n.

As¨ª, se dice que el actual duque de Medina Sidonia tuvo que esperar dos a?os para suceder en los marquesados de Los V¨¦lez y Villafranca por la oposici¨®n de dos de sus hermanos menores que alegamos incompatibilidad. ¡°Las instituciones nobiliarias dieron la raz¨®n al duque que invocaba una tradici¨®n de m¨¢s de dos siglos¡±. El mero paso del tiempo no cambia las normas de sucesi¨®n de unos t¨ªtulos nobiliarios y menos en sentido contrario a la equidad que contempla la Constituci¨®n.

Los dict¨¢menes no vinculantes de la Diputaci¨®n y del Consejo de Estado pretendieron establecer que la divisi¨®n de casas que afectaba a esta familia no hab¨ªa sido aprobada por ning¨²n rey. Para ello se cargaron una documentaci¨®n muy s¨®lida.

Tal fue la infamia, que algunas personas del Defensor del Pueblo decidieron ayudarnos.De esta manera descubrimos que Carlos V promulg¨® una ley en 1534 por la que cambi¨® la norma de sucesi¨®n de ciertos t¨ªtulos y mayorazgos para que el primog¨¦nito no pudiera acumularlos en el caso de que se juntasen en un matrimonio. Para Carlos V y su Consejo los t¨ªtulos son la memoria hist¨®rica de los linajes y esta memoria se conserva mejor si corren separados siempre que sea posible.

Entre esos t¨ªtulos figuran los tres que llevaba la duquesa roja cuando muri¨®: Medina Sidonia, Villafranca del Bierzo y Los V¨¦lez. En nuestro caso no se ha respetado ni la ley de 1534, todav¨ªa vigente, ni el esp¨ªritu de la Constituci¨®n que en algunas personas no penetra.¡ª Gabriel Gonz¨¢lez de Gregorio.