La soprano militar que moldea al Gran Drag¨®n
Cuando Xi Jinping asuma el mando de China en marzo, Peng Liyuan se convertir¨¢ en primera dama La popularidad de esta cantante y general de brigada es tal que podr¨ªa eclipsar a su esposo Un fen¨®meno que el Gobierno tendr¨¢ que gestionar h¨¢bilmente: ?necesita el pa¨ªs a su Carla Bruni?
Durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, los espectadores que se sentaban cada a?o frente al televisor para deleitarse con la gala del A?o Nuevo chino se encontraron en la pantalla a una cantante de ¨®pera del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) que les obsequiaba con piezas dulzonas de alto contenido patri¨®tico. Ataviada con vestidos ¨¦tnicos fastuosos o indumentaria castrense, y armada con su voz de soprano, una amplia sonrisa y un tup¨¦ de resonancias elvispresleyrianas, Peng Liyuan sal¨ªa a escena y atacaba gala tras gala alguna de las muchas piezas que la han hecho famosa, como Gente de nuestro pueblo, Soldado y madre o Elogio de la bandera.
Su salto a la celebridad se produjo en la festividad del A?o Nuevo chino de 1983, y, a partir de entonces, se convirti¨® en una habitual del programa m¨¢s visto de la televisi¨®n china, con una audiencia de cientos de millones de personas. Peng se hizo as¨ª una de las personas m¨¢s populares de su pa¨ªs, y durante mucho tiempo su fama ha superado la de su marido, Xi Jinping, un influyente pol¨ªtico que, tras una larga carrera, ocup¨® el mes pasado la secretar¨ªa general del Partido Comunista Chino (PCCh), en sustituci¨®n de Hu Jintao, a quien en marzo del a?o que viene suceder¨¢ tambi¨¦n como presidente del pa¨ªs. Actualmente, es vicepresidente.
Para decepci¨®n de la prensa internacional,
La cantante se gan¨® la pasi¨®n de muchos compatriotas con sus loas melodiosas al ascenso chino, sus coreograf¨ªas mecidas por decenas de soldados, y sus baladas arropadas con banderas rojas. Pero el avance de su marido hacia el pin¨¢culo ha puesto freno a su popularidad y su carrera en los escenarios. Desde que a finales de 2007 Xi Jinping entr¨® en el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨® del PCCh ¨Cel m¨¢ximo ¨®rgano de poder del pa¨ªs, ahora integrado por siete miembros- y fue designado para tomar la direcci¨®n del partido en el congreso que se celebrar¨ªa en oto?o de 2012, la presencia p¨²blica de la soprano militar ha ido perdiendo fulgor, a instancias de los responsables de imagen y protocolo del Gobierno, hasta el punto que su nombre ha llegado a ser censurado en Internet. En los ¨²ltimos a?os, Peng Liyuan ha evitado aparecer con su esposo o hablar de ¨¦l en p¨²blico, y, pr¨¢cticamente, ha desaparecido de la televisi¨®n. Su estrella ha sido contenida, en beneficio de la de su marido, a quien la mayor¨ªa de los chinos desconoc¨ªa hasta hace muy poco. Peng tiene 50 a?os. Xi, 59.
A diferencia de Occidente, las mujeres de los l¨ªderes chinos han permanecido tradicionalmente fuera de la atenci¨®n p¨²blica, han mantenido una actitud muy discreta, y no han ejercido ning¨²n papel pol¨ªtico desde la ca¨ªda de Jiang Qing, la mujer de Mao Zedong, detenida, tras la muerte del Gran Timonel, por su responsabilidad en el caos de la Revoluci¨®n Cultural (1966-1976) y su liderato en la llamada Banda de los Cuatro. Los nefastos recuerdos dejados por Jiang Qing -a¨²n muy presentes entre los dirigentes chinos- explican en buena parte esta actitud. La mujer de Hu Jintao, Liu Yongqing, figura lo justo y casi nunca habla en p¨²blico, y Wang Yeping, esposa del expresidente Jiang Zemin -predecesor de Hu-, fue descrita por los medios de comunicaci¨®n como ¡°una primera dama invisible y silenciosa¡±.
Cuando Xi Jinping viaj¨® a Washington en febrero pasado, la prensa internacional asegur¨® que los estadounidenses se mostraron decepcionados porque Peng Liyuan no form¨® parte de la delegaci¨®n china. Esperaban, con curiosidad, ver qui¨¦n era esa cantante de ¨®pera militar, cuyo curr¨ªculo se presta a todo tipo de cr¨®nicas apasionantes. No en vano, ha sido comparada con Carla Bruni, la cantante y esposa del expresidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy. Probablemente, los consejeros del Gobierno chino quisieron evitar un exceso de atenci¨®n hacia Peng y la posibilidad de que hiciera sombra a su marido.
A pesar de ello, la esposa del futuro presidente podr¨ªa acabar con la tradicional posici¨®n que ocupan las mujeres de los m¨¢ximos l¨ªderes en China. Todo apunta a que, cuando, en marzo, se convierta en primera dama, tendr¨¢ un papel m¨¢s activo que sus predecesoras. China ha cambiado. Es ya la segunda econom¨ªa del mundo, cada vez est¨¢ m¨¢s integrada en el panorama mundial y sus l¨ªderes realizan con frecuencia viajes al extranjero. Adem¨¢s, los ciudadanos chinos reclaman m¨¢s visibilidad y transparencia a los mandatarios sobre sus vidas y sus familias, catalizados por las redes sociales, donde mujeres como Michelle Obama -esposa del presidente estadounidense, Barack Obama- son fuente de gran inter¨¦s.
Nacida en Yuncheng (provincia costera de Shandong), Peng Liyuan entr¨® en el Ej¨¦rcito cuando ten¨ªa 18 a?os. Era llamada por sus admiradores El hada peon¨ªa. Su talento vocal la llev¨® pronto a cantar en las bandas militares ¡°para impulsar la moral de la tropa¡±. Con tan solo 20 a?os, triunf¨® en la televisi¨®n. Durante su carrera ha actuado en medio centenar de pa¨ªses, en ciudades como Nueva York, Tokio y Viena. En la actualidad, es miembro civil del EPL, como soldado-artista, y tiene rango de general de divisi¨®n. Es reconocida como ¡°int¨¦rprete nacional de primer grado¡±. Fue una de las primeras cantantes en obtener en China la maestr¨ªa en m¨²sica tradicional ¨¦tnica. Tambi¨¦n es presidenta de la compa?¨ªa de actuaciones art¨ªsticas del departamento pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n.
Mao Zedong dijo en una ocasi¨®n que ¡°la mujer sostiene la mitad del cielo¡±. Esa mitad del cielo femenina parece que en China, en lo que respecta al poder, solo contempla el papel de consorte. Antes del congreso del PCCh, el mes pasado, se especulaba con la posibilidad de que una mujer, Liu Yandong, entrara a formar parte del Comit¨¦ Permanente del Politbur¨®. No lo logr¨®. El comit¨¦ no ha tenido ninguna mujer desde 1949 ¨Ca?o de la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular China-, y los ancianos del partido -grupo de antiguos dirigentes, como el expresidente Jiang Zemin, que ejercen un gran poder tras las bambalinas- no quer¨ªan cambiar esto, seg¨²n fuentes sin identificar, citadas por la agencia Reuters. La situaci¨®n en el Politbur¨® -el siguiente m¨¢ximo ¨®rgano de poder, compuesto por 25 personas- no es mucho mejor. Tan solo han sido incluidas dos mujeres: la propia Liu Yandong, consejera de Estado, y Sun Chunlan, jefa del partido en la provincia de Fujian.
En los ¨²ltimos a?os, Peng ha basculado de su trabajo como cantante a una faceta m¨¢s cercana a la de otras primeras damas en Occidente. En mayo de 2008, visit¨® la provincia de Sichuan, que sufri¨® un terremoto devastador, y dio conciertos ben¨¦ficos. La ¨²nica hija del matrimonio, Xi Mingze, de 16 a?os entonces, trabaj¨® como voluntaria en las labores de ayuda. Posteriormente, ha promovido el D¨ªa Mundial Sin Tabaco con el magnate estadounidense Bill Gates, y desde junio de 2011 es embajadora de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en la campa?a contra la tuberculosis y el virus del sida (VIH). En diciembre del a?o pasado, le fue concedido uno de los primeros premios Artes de China, dotado con un mill¨®n de yuanes (124.100 euros).
?Aportar¨¢ Peng Liyuan, en su papel de primera dama, un aire diferente al r¨ªgido protocolo chino? De entrada, ha ayudado a potenciar y ha imprimido un cierto glamour ¨Caun siendo un glamour de uniforme- a la imagen de su esposo. Tambi¨¦n ha proyectado cierto tono de normalidad sobre la vida del matrimonio. Poco antes de que en 2007 Xi Jinping entrase en el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨®, habl¨® en p¨²blico de su relaci¨®n con ¨¦l, algo casi inconcebible en China. ¡°Cuando vuelve a casa, no pienso en ¨¦l como l¨ªder. A mis ojos, es tan solo mi marido. Cuando yo vuelvo a casa, ¨¦l no piensa en m¨ª como una estrella famosa. A sus ojos, soy simplemente su esposa¡±, asegur¨® en el diario de la tarde Zhanjiang, seg¨²n el peri¨®dico de Hong Kong South China Morning Post.
Peng Liyuan quiere proyectar cierta normalidad sobre su vida matrimonial. Ha afirmado que, cuando Xi est¨¢ en casa, le cocina los platos que le gustan ¡°para ayudarle a relajarse¡±
Peng ha intentado trasladar en entrevistas concedidas a la prensa china en el pasado una imagen casera de s¨ª misma. Ha dicho que tiene gustos sencillos y disfruta ¡°yendo al mercado en bicicleta y regateando con los vendedores¡±. Tambi¨¦n ha afirmado que, cuando Xi est¨¢ en casa, le cocina los platos que le gustan ¡°para ayudarle a relajarse¡±.
Peng Liyuan ha colmado de alabanzas a Xi -el ¡°marido ideal¡±-, con quien tiene una hija -Xi Mingze- que estudia en Harvard (Estados Unidos). Dice que cuando le conoci¨® en 1986, le pareci¨® ¡°pueblerino¡± y ¡°mayor¡±, pero luego se dio cuenta de que era muy inteligente. ¡°Es sencillo y honesto¡±, confes¨® en una ocasi¨®n al semanario Noticias de China, y a?adi¨® que Xi Jinping le dijo una vez: ¡°Menos de 40 minutos despu¨¦s de conocerte, ya sab¨ªa que ser¨ªas mi esposa¡±. En 1987, se casaron.
Han pasado 25 a?os desde entonces, y la soprano de los vestidos rojos y los uniformes militares ha colgado pr¨¢cticamente su carrera para ocupar el lugar de primera dama en un pa¨ªs en el que este t¨ªtulo ha estado tradicionalmente rodeado de misterio. Si Peng Liyuan es capaz de arrojar un poco de luz sobre este arcano y presentar una imagen m¨¢s cercana de la familia del hombre m¨¢s poderoso de China, ser¨¢ una se?al de que Xi Jinping pretende ser -como algunos esperan- un l¨ªder muy diferente de quienes le precedieron.
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