La lucha a favor de la libertad en Internet
En la reuni¨®n de la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones, que empieza hoy, solo votan los gobiernos, cuando lo necesario es promover un modelo de responsabilidades compartidas que implique a los usuarios
Internet nos ofrece a todos nosotros la posibilidad de expresarnos, crear, aprender y compartir. En la actualidad m¨¢s de dos mil millones de personas est¨¢n online, aproximadamente un tercio del planeta. Internet se ha convertido en uno de los motores de la econom¨ªa del siglo XXI: nos permite llegar a una audiencia global con solo hacer clic con el rat¨®n, adem¨¢s de crearse cientos de miles de negocios y millones de puestos de trabajo. Seg¨²n un nuevo estudio de la OCDE, la Web ya es responsable de un 13 por ciento de los resultados empresariales de Estados Unidos, lo cual influye en todos los sectores, desde las comunicaciones a la automoci¨®n, pasando por los restaurantes y las tiendas minoristas. Desde la invenci¨®n de la prensa por parte de Gutenberg o del tel¨¦fono por parte de Alexander Graham Bell, ninguna invenci¨®n humana ha ofrecido tantas oportunidades a tantos y ha ofrecido tantas posibilidades de beneficiar al ser humano.
Sin embargo, hoy en d¨ªa esta Red abierta y libre se ve amenazada. De los 72 pa¨ªses estudiados por la OpenNet Initiative, cuya misi¨®n consiste en identificar y documentar los intentos de control y censura en Internet, unos 42 filtran y censuran contenido, sin olvidar a reincidentes como Corea del Norte y Cuba. En los ¨²ltimos dos a?os, distintos gobiernos han promulgado 19 leyes nuevas que amenazan la libertad de expresi¨®n online. Algunos de estos gobiernos est¨¢n intentando utilizar una reuni¨®n a puerta cerrada de la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que empieza el 3 de diciembre en Dub¨¢i, para hacer avanzar sus agendas represivas. Acostumbrados al control de los medios de comunicaci¨®n, estos gobiernos temen perderlo con una Internet abierta. Les preocupa que se diseminen ideas no compartidas por ellos y est¨¢n en contra de la gente que puede usar Internet para criticarles.
La UIT re¨²ne a reguladores de todo el mundo para renegociar un tratado que ha cumplido ya varias d¨¦cadas y que se centraba en telecomunicaciones b¨¢sicas, no en Internet. Algunas propuestas de los Estados participantes podr¨ªan permitir que los gobiernos justificaran la censura de expresiones leg¨ªtimas o incluso podr¨ªan justificar cortar el acceso a Internet, haciendo referencia a enmiendas a las regulaciones internacionales sobre comunicaciones. Corren rumores de que diversos reg¨ªmenes autoritarios proponen prohibir el anonimato en Internet, lo cual facilitar¨ªa la localizaci¨®n y arresto de disidentes. Otros han propuesto trasladar las responsabilidades del sistema del sector privado que administra los nombres de dominio y las direcciones de Internet a las Naciones Unidas. Otra de las propuestas consistir¨ªa en que cualquier proveedor de contenido en Internet, grande o peque?o, pagar¨¢ nuevos peajes para comunicarse con usuarios, m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. ?Cu¨¢l ser¨ªa la consecuencia? Los pr¨®ximos fen¨®menos salidos de garajes se enfrentar¨ªan a obst¨¢culos financieros probablemente insuperables si quisieran convertirse en el nuevo YouTube, Facebook o Skype.
Seamos claros, no pedimos la eliminaci¨®n de la UIT. Esta agencia de la ONU ha ayudado a gestionar a nivel global las redes al¨¢mbricas e inal¨¢mbricas y el espectro de las comunicaciones por radio, aportando importantes inversiones al mundo en v¨ªas de desarrollo.
Corren rumores de que reg¨ªmenes autoritarios quieren prohibir el anonimato en la Red
No obstante, esta agencia intergubernamental no es el sitio m¨¢s adecuado para tomar decisiones acerca del futuro de Internet. En la UIT solo tienen voto los gobiernos, incluidos los que est¨¢n en contra de una Internet libre y abierta. Ingenieros, empresas y las personas que desarrollan y usan Internet no tienen voto. El modelo de responsabilidades compartidas, en que se basa el desarrollo de pol¨ªticas de Internet, que es la marca de la casa de grupos como la Internet Engineering Task Force, la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, el Internet Governance Forum y los registros regionales de Internet, entre otros, es la ¨²nica manera l¨®gica de proceder. La transparencia y la apertura son fundamentales para garantizar una participaci¨®n informada en el desarrollo de pol¨ªticas. Las propuestas de enmienda de las regulaciones internacionales sobre comunicaciones, generalmente no est¨¢n abiertas al p¨²blico o a otras partes interesadas. Las propuestas y la conferencia sobre el tratado en Dub¨¢i son formalmente confidenciales. Consideramos que esta es una grave deficiencia e impide un desarrollo de pol¨ªticas reflexivo.
En Google vemos y sentimos los peligros de esta campa?a de control de la Web por parte de los gobiernos. Nuestra presencia se extiende a unos 150 pa¨ªses y nuestros servicios, entre ellos la B¨²squeda, YouTube, Blogger, Gmail y Google Maps, en alg¨²n momento han sido bloqueados de forma temporal o permanente en m¨¢s de 30 pa¨ªses.
No somos los ¨²nicos en reaccionar ante este comportamiento. Usuarios, expertos y organizaciones de todo el mundo han expresado su oposici¨®n a que los gobiernos justifiquen su regulaci¨®n de Internet a trav¨¦s de las regulaciones internacionales sobre comunicaciones de la UIT, entre ellos no solo pa¨ªses del mundo occidental, sino tambi¨¦n l¨ªderes africanos de Internet como Kenia y abanderados del Norte de ?frica como T¨²nez. En total, m¨¢s de 100 organizaciones de m¨¢s de 50 pa¨ªses han expresado su malestar ante la pr¨®xima reuni¨®n a puerta cerrada en Dub¨¢i. Los ac¨¦rrimos partidarios de Internet de todo el mundo pueden obtener m¨¢s informaci¨®n sobre este asunto en nuestro sitio web http://www.google.com/intl/es/takeaction y, si as¨ª lo desean, pueden mostrar su apoyo.
Las propuestas y la conferencia sobre el tratado en Dub¨¢i
Aunque algunos gobiernos argumentan que Internet necesita nuevas regulaciones internacionales para acelerar su avance en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, creemos que el enfoque actual, basado en el mercado, est¨¢ en mejor posici¨®n de estar a la altura de las circunstancias exigidas por el crecimiento exponencial de la Red. Se est¨¢n desplegando servicios de banda ancha. Las interrupciones del servicio son escasas. Se calcula que la Red servir¨¢ a unos cuatro mil millones de usuarios en unos a?os, ?m¨¢s de la mitad de la humanidad! Las pr¨¢cticas de implicaci¨®n de diversas partes interesadas, bilaterales, de abajo hacia arriba y relaciones flexibles que han creado la red de redes que llamamos Internet permiten una amplia gama de modelos de negocio. Las normas t¨¦cnicas fundamentales desarrolladas por la Internet Engineering Task Force y el World Wide Web Consortium permiten la interoperabilidad. Un sistema de regulaciones controlado por el Estado no solo no es necesario, sino que casi invariablemente aumenta los costes y los precios, e interfiere en el crecimiento r¨¢pido y org¨¢nico de Internet que hemos observado desde su debut comercial en la d¨¦cada de los 90 del siglo pasado.
El futuro de la Red no est¨¢ garantizado, y la Historia ofrece diversos ejemplos para tomarse en serio esta advertencia. Al cabo de unas pocas d¨¦cadas del invento de Gutenberg, pr¨ªncipes y cl¨¦rigos se movilizaron para restringir el derecho a imprimir libros. La Historia est¨¢ plagada de ejemplos de gobiernos que realizaron acciones para "proteger" a sus ciudadanos de "todo mal", controlando el acceso a la informaci¨®n e inhibiendo la libertad de expresi¨®n y otras libertades descritas en la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos. Tenemos que asegurarnos, colectivamente, de que Internet no siga por un camino similar.
Vinton Cerf es el principal evangelista de Internet de Google. Es ampliamente reconocido como uno de los ¡°padres de Internet¡±, t¨ªtulo que comparte con el inform¨¢tico estadounidense, Bob Kahn.
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