Los trapos sucios del emperador de la limpieza
Curt Johnson, el heredero de un imperio de productos para el hogar, es realeza americana La empresa familiar del milmillonario emplea a buena parte de su pueblo, Racine, en Wisconsin Hoy est¨¢ arrestado por agredir sexualmente a su hijastra adolescente. ?l niega los hechos
Negras nubes se ciernen sobre Johnsonville, un apacible pueblo hasta ahora aletargado en una vida en tecnicolor a la orilla occidental del lago Michigan. En marzo, uno de los herederos de la realeza local, Curt Johnson, fue arrestado, acusado de agredir sexualmente a su hijastra, una adolescente cuando ocurrieron los hechos. La semana entrante, la Corte Suprema de Wisconsin abrir¨¢ un caso por apelaciones, para dirimir si la supuesta v¨ªctima debe revelar su historial m¨¦dico, en un proceso en el que todo un imperio familiar de productos de limpieza no ha podido lavar bien unos trapos sucios muy ennegrecidos.
Johnsonville es como se conoce com¨²nmente a Racine, en Wisconsin, una localidad de 70.000 habitantes a la que en 1882 se mud¨® Samuel Curtis Johnson, natural del vecino Estado de Ohio. Comenz¨® colocando suelos de parqu¨¦, ocupaci¨®n entonces dignamente modesta, hasta que le vino su momento Arqu¨ªmedes: se dio cuenta de que los suelos de madera necesitaban brillo y que la cera ser¨ªa un excelente aliado en ello. En su ba?era formul¨® su primera cera en pasta. Fue la semilla de un imperio que ahora, cinco generaciones despu¨¦s, factura 9.000 millones de d¨®lares anuales.
Samuel Curtis Johnson, de 57 a?os, comparte con su tatarabuelo el nombre completo, pero no su gloria a los ojos de Racine. Conocido com¨²nmente como Curt, en febrero fue arrestado, acusado de agredir sexualmente a su hijastra, T. S. ?l le hab¨ªa confesado algo a un terapeuta en Arizona, que le delat¨® por imperativo ¨¦tico y legal. La ni?a confes¨® luego ante un forense que hab¨ªa sufrido m¨¢s de 20 abusos entre 2007 y 2010, cuando ten¨ªa entre 12 y 15 a?os. La adolescente hab¨ªa tomado un voto de castidad hasta el matrimonio, en el que la hab¨ªa asesorado y apoyado su propio padrastro.
Johnson confes¨® algo a un terapeuta que le delat¨® por imperativo ¨¦tico y legal. La ni?a explic¨® luego a un forense que hab¨ªa sufrido m¨¢s de 20 abusos?
En la demanda criminal se detallan los abusos, una galer¨ªa de horrores en la mansi¨®n familiar. ¡°Tiene un problema con los tocamientos¡±, dijo la joven. ¡°Me agredi¨®¡±. La sob¨® en la cocina cuando estaban solos. Se meti¨® con ella en su habitaci¨®n. Ella se ocultaba debajo de las s¨¢banas. ¡°?Podemos tener sexo?¡±, le pregunt¨® en una ocasi¨®n. Ella se neg¨® reiteradas veces. Las agresiones aumentaron. La polic¨ªa pudo interrogar a la madre de T. S., Tracie, quien dijo que desde 2010 hab¨ªa tenido la sospecha de que algo oscuro moraba en la mente de Curt cuando vio el modo en que observaba a su hijastra en un restaurante.
Curt Johnson se ha declarado inocente y ha pagado una fianza de 500.000 d¨®lares. Se halla en libertad bajo fianza, su pasaporte requisado. En febrero, viendo la tormenta venir, hab¨ªa dejado su puesto de director de la empresa Diversey, que entonces era propiedad de la matriz S. C. ?Johnson. Seg¨²n la revista Forbes, ocupa el puesto 151? entre las personas m¨¢s ricas de Estados Unidos, con unos activos de 2.700 millones de d¨®lares. ¡°No hay familias que sean inmunes a la crisis¡±, dijo, parafraseando a Tolst¨®i, el hermano menor de Curt, Fisk, de 53 a?os, en un e-mail a los empleados de S. C. Johnson.
La familia Johnson hizo de Racine su Camelot. Sus empresas emplean all¨ª a 12.000 personas, a las que los viejos del lugar conocen como ¡°los chicos y chicas de la cera¡±. Mantienen la econom¨ªa local: los restaurantes, los supermercados, las concesionarias de coches. Las oficinas centrales del emporio familiar fueron dise?adas por el mism¨ªsimo arquitecto Frank Lloyd Wright, en una curvil¨ªnea interpretaci¨®n de los gustos del art d¨¦co. Un platillo volante, dise?ado por J. Gordon Lippincott y Walter P. Margulies para la Exposici¨®n Internacional de Nueva York de 1964 y 1965, hace las veces de anfiteatro para uso de la ciudad.
Como en todas las sagas que se precien, la desgracia rondaba a la familia desde hac¨ªa tiempo. Sam Johnson, padre de Curt y mente preclara que decidi¨® expandir la empresa en varias ramas de la gama de limpieza, ingres¨® en 1993 en la cl¨ªnica Mayo para tratar su alcoholismo. Lo confes¨® p¨²blicamente en un documental en 2001. ¡°Es una gran frustraci¨®n interna¡±, dijo entonces. ¡°Sabes que tienes que quitarte el mono de alcohol, pero no puedes hacerlo¡±. Con el tiempo, abrir¨ªa con su dinero una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n, que, por supuesto, erigi¨® en Racine.
La madre de la supuesta v¨ªctima dijo que desde 2010 hab¨ªa tenido la sospecha de que algo oscuro moraba en la mente de Curt cuando vio el modo en que observaba a su hijastra en un restaurante
De Curt, que se sentar¨¢ probablemente en el banquillo, se hab¨ªa sospechado que era alcoh¨®lico durante mucho tiempo. Despu¨¦s de licenciarse, la familia le mand¨® a dirigir la filial de la empresa en M¨¦xico en los a?os noventa. Hay quien dice que se hizo para apartarle de Racine y evitar que sus problemas de adicci¨®n fueran p¨²blicos. Lo cierto es que aquello no solucion¨® nada. Curt acab¨® en otra cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n en Arizona a principios de este a?o. Fue all¨ª donde le confes¨® a un terapeuta sus excesos con su hijastra, en una decisi¨®n que abrir¨ªa una grave crisis familiar.
A Curt Johnson le podr¨ªan caer 40 a?os de prisi¨®n si se le considera culpable. Desde que su caso se hizo p¨²blico, se ha refugiado en la mansi¨®n de su madre en Racine. Algo m¨¢s debe de haber en la familia, porque sus abogados le han pedido a la demandante, su hijastra, que aporte todo su historial m¨¦dico. Consideran que si este se hace p¨²blico, quedar¨ªa demostrado que la adolescente podr¨ªa haber malinterpretado los abusos sexuales, probablemente por problemas cognitivos.
La audiencia de la semana que viene en el Supremo de Wisconsin abrir¨¢ una v¨ªa que culminar¨¢, con toda seguridad, en un juicio en 2013. Lo que ser¨¢ m¨¢s complicado es encontrar a 12 personas en Racine que puedan conformar un jurado independiente y sin conexi¨®n con la familia John?son. Ser¨ªa como encontrar a alguien en Camelot que no supiera qui¨¦n era el rey Arturo.
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