Elisabeth Murdoch, vocaci¨®n filantr¨®pica
Consagr¨® su patrimonio a promocionar el desarrollo de la cultura y la salud infantil en Australia

Fue una de las m¨¢s generosas fil¨¢ntropas de Australia y madre de uno de los empresarios m¨¢s ricos e influyentes en los medios de comunicaci¨®n, Rupert Murdoch. Elisabeth Murdoch muri¨® el mi¨¦rcoles rodeada de su familia en su casa situada en la granja Cruden, en el suroeste de Melbourne. Ten¨ªa 103 a?os. ¡°Durante toda nuestra vida, nuestra madre demostr¨® la importancia del servicio social. Su compromiso hizo de nuestro pa¨ªs un pa¨ªs mejor y sus ciudadanos la echar¨¢n de menos¡±, ha dicho su hijo Rupert Murdoch a los medios tras el anuncio del fallecimiento. La relaci¨®n materno-filial siempre fue estrecha. Por ejemplo, el pasado mes de septiembre, el magnate lleg¨® a cancelar varias reuniones de negocios para estar con su madre, que se hab¨ªa roto la cadera.
La se?ora Murdoch colabor¨® a lo largo de su vida con m¨¢s de 100 organizaciones, con una peculiar preocupaci¨®n por la cultura y la salud de los ni?os y fue nombrada Dama de la Gran Cruz de la Orden del Imperio Brit¨¢nico en 1963, uno de los m¨¢s importantes reconocimientos civiles por su compromiso con los problemas sociales.
Nacida en Melbourne (Australia) en 1909, Elisabeth Green ¡ªsu apellido de soltera¡ª contrajo matrimonio con el corresponsal de guerra y director de varios peri¨®dicos, Keith Murdoch, en 1928. Keith vio una foto de la joven debutante y concert¨® una cita con ella de inmediato, seg¨²n explica The Wall Street Journal. Toda la familia estuvo en contra de la relaci¨®n que se estableci¨® entre los dos y la situaci¨®n no cambi¨® hasta que el valiente Keith la rescat¨® de un mar embravecido en la playa de Sorrento, cerca de Melbourne. Elisabeth enviud¨® en 1952 y Rupert, su ¨²nico hijo var¨®n, fue quien hered¨® todo el imperio de su padre, mientras su madre dedicaba el tiempo a obras ben¨¦ficas.
En 2009, cuando cumpli¨® los 100 a?os, el primer ministro australiano, Kevin Rubb, la describi¨® como ¡°una mujer que siempre estaba con el turbo puesto¡±, en referencia a su participaci¨®n en la comunidad. Compromiso que nunca dej¨® de lado a pesar de su edad avanzada. Lleg¨® a ser presidenta del Hospital Real Infantil de Melbourne y una de sus ¨²ltimas labores sociales fue la inauguraci¨®n del Instituto de Investigaci¨®n Murdoch para la Infancia. Nunca fue una mujer ostentosa: usaba un coche de segunda mano y su casa estaba abierta con frecuencia al p¨²blico. Contaba con una memoria admirable y un agudo talento, acorde con los requerimientos de esposa y madre de grandes empresarios de los medios de comunicaci¨®n, y aunque se manten¨ªa ajena a los negocios de estos, nunca olvid¨® un nombre relacionado con esos asuntos. ¡°Mi especialidad son las tareas del hogar¡±, dijo entre risas, sin embargo, en m¨¢s de una ocasi¨®n. Lleg¨® a tener inquietudes pol¨ªticas y casi lleg¨® a ser la primera mujer en convertirse en gobernadora de Australia.
Adem¨¢s, la se?ora Murdoch apoy¨® con ah¨ªnco el desarrollo y evoluci¨®n del ballet australiano y se convirti¨® en la primera mujer en ser miembro de la Galer¨ªa Nacional de Victoria. Aficionada tambi¨¦n a los tapices, fue miembro fundadora del Taller del Tapiz en Australia. En el Museo Nacional de Retratos de Camberra se encuentra expuesto un tapiz en el que aparece ella en el jard¨ªn de su casa.
¡°Ha trabajado por el arte australiano y, lo m¨¢s importante, es que lo ha hecho con el coraz¨®n¡±, asegur¨® el a?o pasado Ted Baillieu, primer ministro de Victoria, en la inauguraci¨®n de una exposici¨®n en su honor que situaron cerca del hogar de la prop¨ªa Elisabeth. ¡°Comprometerse y dar lo que podemos a la comunidad es lo m¨¢s importante que una persona puede hacer¡±, declar¨® entonces.
La se?ora Murdoch tuvo cuatro hijos: Rupert, Anne Kantor, Janet Calvert-Jones y Helen Handbury, fallecida en 2004. Deja 77 descendientes directos, entre los que se incluyen 50 bisnietos y seis tataranietos. Su familia afirm¨® que todav¨ªa no hab¨ªa tomado una decisi¨®n respecto al funeral, pero que seguramente se har¨¢ una ceremonia privada. En lugar de flores, la familia Murdoch est¨¢ pidiendo donaciones para que contin¨²e el proyecto en pro de la salud infantil en el Instituto Murdoch de Investigaci¨®n para la Infancia, uno de los proyectos m¨¢s queridos en vida por la matriarca de la familia Murdoch.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
