Un brindis con el hombre anuncio
Francisco Rivera Ord¨®?ez cambia su condici¨®n de torero por la de empresario y reclamo publicitario Lo abordamos ejerciendo de estrella en el acto promocional de una marca de champ¨¢n
No era una hora muy taurina. Su presencia estaba prevista para las 12 horas del d¨ªa 12 del mes 12 del a?o 12 de este siglo, una conjunci¨®n que no volver¨¢ a producirse hasta 3001. Todo parec¨ªa muy bien encajado para que la casa Mo?t & Chandon presentara en ese preciso momento, como a una estrella, a Francisco Rivera Ord¨®?ez, un hombre extremadamente atractivo por lo que se deduce de su condici¨®n de torero, de arist¨®crata a tiempo parcial (fue duque de Montoro durante su matrimonio), de empresario en tiempos revueltos, de hombre anuncio y, podr¨ªamos decir tambi¨¦n, de objeto de prensa rosa, una especialidad esta ¨²ltima que no siempre se elige y que termina contaminando todo lo dem¨¢s.
Rivera Ord¨®?ez hab¨ªa sido contratado por Mo?t como padrino (o embajador, las denominaciones bailan en este caso) de su Vintage 2004, una a?ada que quiere publicitar para estas Navidades de recortes generalizados. Sea oportuno o no este lanzamiento, Rivera Ord¨®?ez es un personaje sobradamente conocido que despierta, seg¨²n los expertos de la firma, ¡°una imagen limpia¡±. Y a Rivera le toc¨® hacer la presentaci¨®n, que consisti¨® en un acto muy sencillo: una sesi¨®n fotogr¨¢fica, algunas entrevistas pactadas, un brindis y una conferencia de prensa. ?Motivo? Ninguno. Aunque la prensa ten¨ªa instrucciones de que el hombre no deseaba preguntas sobre su vida privada, no hab¨ªa otro inter¨¦s que el microcosmos Rivera-Ord¨®?ez-Pantoja. Dig¨¢moslo claro. Ah¨ª estaba el truco: Mo?t buscaba algo m¨¢s popular para difundir su champ¨¢n en este momento incierto.
As¨ª que ciertos detalles quedaron al margen. Por ejemplo, que el acto comenzara tarde (as¨ª que la conjunci¨®n c¨®smica se rompi¨®). O que la en¨®loga Elise Losfelt interpretara su papel de t¨ªmida mujer al lado de tanta fiera. Ella simul¨® candidez, se disculp¨® por su acento afrancesado y pas¨® a calificar Vintage 2004 como ¡°elegante, refinado y voluptuoso¡±. ?C¨®mo se explica que un champ¨¢n es voluptuoso? Pues, a decir de Elise Losfelt, porque ¡°despu¨¦s de siete a?os de maduraci¨®n desarrolla un volumen importante en boca¡±. Dicho esto, apareci¨® la estrella y la canalla se lanz¨® a hacer fotos.
As¨ª que lleg¨® el momento de la verdad cuando Rivera Ord¨®?ez tom¨® el micro para responder a las preguntas de los periodistas, entre los cuales hab¨ªa algunos de reconocida fiereza, parece ser. El torero vest¨ªa muy cl¨¢sico, de azul ejecutivo.
Siendo las respuestas m¨¢s bien evasivas (en este espect¨¢culo es el torero el que corre peligro), puede ser interesante poner la atenci¨®n sobre la profundidad de las preguntas, a modo de itinerario orientativo. Las seis primeras fueron as¨ª: ¡°?C¨®mo pasar¨¢s estas Navidades?¡±. ¡°?C¨®mo valoras 2012?¡±. ¡°Te has comprado casa en Sevilla, ?es para ti y para tu hija?¡±. ¡°?Por qui¨¦n vas a brindar por 2013?¡±. ¡°?Est¨¢ la reconciliaci¨®n con Eugenia entre tus prop¨®sitos para 2013?¡±. ¡°Se ha marchado parte de tu familia materna [hace unos meses muri¨® su t¨ªa Bel¨¦n], ?habr¨¢ en estas fechas un recuerdo para ellos?¡±.
Lleg¨® una pregunta trampa: ?brindar¨ªas con cava en Catalu?a? ¡°Uf, eso es demasiado pol¨ªtica para m¨ª¡", respondi¨®. ¡°Pero, vamos, no se puede comparar el champ¨¢n con el cava¡±
Todo discurri¨® con normalidad hasta que lleg¨® una pregunta trampa: ?brindar¨ªas con cava en Catalu?a? La respuesta inicial del torero parec¨ªa suficiente sin ser del todo habilidosa: ¡°Uf, eso es demasiado pol¨ªtica para m¨ª¡¡±, contest¨®, y quiso rematar con otra frase para quedar bien con el patrocinador sin darse cuenta de la proximidad de un charco. ¡°Pero, vamos, no se puede comparar el champ¨¢n con el cava¡±. Qued¨® bien con Mo?t Chandon, pero mal con Catalu?a.
Y todo sigui¨® igual. ¡°?Planes de boda para 2013?¡±. ¡°?Qu¨¦ vas a comer en Navidad?¡±. ¡°?A qui¨¦n se parece el sobrino [hijo de Jessica Bueno y su herman¨ªsimo Francisco Rivera Pantoja]?¡±. ¡°?Es Rivera o Pantoja?¡± (pregunta esta muy celebrada por la concurrencia). ¡°?Te has cortado la coleta en otros campos?¡±. ¡°Es demasiado profunda la pregunta¡±, respondi¨® la estrella, siempre con una sonrisa, muy en su papel publicitario.
Fuera de juego quedaron aspectos m¨¢s interesantes de un hombre de 38 a?os que ha dado 17 de ellos al toreo y que ahora anda metido en muchos negocios a un mismo tiempo: invierte en bodegas, en chatarrer¨ªa, en hosteler¨ªa, en asuntos inmobiliarios. ¡°Soy un hombre inquieto, y me considero un emprendedor¡±, dice en los dos minutos que dedic¨® a EL PA?S. ¡°Voy invirtiendo en lo que surge, pero siempre en inversiones a largo plazo. No busco el pelotazo. Estudio las ideas que van surgiendo¡±. Rivera Ord¨®?ez se atribuye, adem¨¢s, la ¨²ltima palabra frente a sus asesores: ¡°La decisi¨®n sobre d¨®nde me meto la tomo yo, y las decisiones que se toman donde ya estoy metido¡ pues tambi¨¦n las tomo yo¡±. A pesar de tanta diversificaci¨®n, Rivera Ord¨®?ez inclina todas sus preferencias por el mundo taurino: ¡°Mis inclinaciones van por el mundo del toro. Siempre estar¨¦ ligado a ese mundo¡±, y pone como ejemplo la gesti¨®n de la plaza de Ronda y el asesoramiento de la carrera del novillero Tom¨¢s Campos, que, advierte, ¡°har¨¢ mucho ruido¡±. ?Gestiona tambi¨¦n su carrera como marca, como hombre anuncio? ¡°Es lo que llevo peor, me da verg¨¹enza. No s¨¦ venderme. En eso s¨ª que me ayuda una empresa, una agencia¡±.
Hijo de Paquirri, nieto de Antonio Ord¨®?ez, sobrino de Luis Miguel Domingu¨ªn y bisnieto de Cayetano Ord¨®?ez, El Ni?o de la Palma, aquel de quien el legendario cronista Corrochano dijo en su d¨ªa: ¡°es de Ronda y se llama Cayetano¡±, frase muy celebrada entre los taurinos no se sabe muy bien por qu¨¦. Con esos or¨ªgenes y todo lo que vino despu¨¦s (Isabel Pantoja, Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, una boda, un divorcio, una custodia en litigio, nuevos romances), se entiende que Rivera Ord¨®?ez sea un personaje condenado a perpetua popularidad. De eso saca provecho. Y hasta Mo?t & Chandon paga por ello.
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