Derechos humanos en Melilla
La redada y expulsi¨®n irregular de dos inmigrantes menores de edad requiere una urgente explicaci¨®n
Ibrahim, de 14 a?os, ha tenido mucha suerte. Es parad¨®jico afirmar esto de un adolescente burkin¨¦s acogido a la tutela de la Ciudad Aut¨®noma de Melilla, estudiante de ESO, que un d¨ªa se vio repentinamente expulsado a territorio marroqu¨ª por supuestos polic¨ªas ¡ªm¨¢s la posible complicidad de guardias civiles¡ª junto con otro chico de 17 a?os. Vag¨® durante semanas por los montes pr¨®ximos a la ciudad aut¨®noma y se las arregl¨®, se ignora c¨®mo, para regresar a la ciudad espa?ola en patera, adonde lleg¨® el 10 de diciembre. Detectado por la polic¨ªa municipal, fue trasladado al centro en el que se encuentran los varones menores de edad tutelados por la ciudad. Toda una odisea.
?En qu¨¦ tuvo suerte, entonces? Primero, en que tropez¨® con miembros de la ONG Caminando Fronteras mientras vagaba por las cercan¨ªas de Melilla. Esa entidad alert¨® a la Defensora del Pueblo. Y cuando el muchacho ya hab¨ªa vuelto se top¨® con miembros de otra ONG, en este caso Human Rights Watch.
Demasiados ojos y o¨ªdos como para que las autoridades espa?olas, que niegan tener algo que ver con las expulsiones irregulares, puedan sortear las necesarias explicaciones. La fiscal¨ªa ha abierto una investigaci¨®n a instancias de la Defensora del Pueblo en averiguaci¨®n de responsabilidades. Hay muchas inc¨®gnitas a despejar en la secuencia de hechos; entre otras, qui¨¦nes son los supuestos polic¨ªas que practican redadas arbitrarias y expulsiones irregulares a Marruecos, donde se presume que permanece todav¨ªa Mohamed, el guineano de 17 a?os al que echaron junto con Ibrahim.
Esta no es la peor de entre las historias de la inmigraci¨®n en condiciones precarias, siempre llenas de zozobras y de muertes. No es peor, desde luego, que la del beb¨¦ de ocho meses que se ahog¨® frente a Melilla, el 8 de octubre, en el naufragio de la patera en que le hab¨ªan metido junto con otras 13 personas. Pero Ibrahim y Mohamed eran adolescentes acogidos a la tutela de las autoridades espa?olas, en concreto las de Melilla, cuando les echaron. Por eso hay que averiguar qui¨¦n viola los derechos humanos, de manera tan flagrante, en un pa¨ªs civilizado.
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