Los trapos sucios de la primera familia del punk
Vivienne Westwood confirma las sospechas: su matrimonio con Malcolm McLaren fue un calvario El creador de los Sex Pistols muri¨® hace dos a?os, pero la modista a¨²n no hab¨ªa hablado mal de ¨¦l El hijo de ambos, el fundador de Agent Provocateur, pele¨® en vano por hacerse con su herencia
Vvienne Westwood siempre hab¨ªa tenido buenas palabras para su ex Malcolm McLaren. Hasta que hace unos d¨ªas el Daily Mail public¨® unas declaraciones de la modista describiendo al catalizador del punk como un ser cruel que rivalizaba hasta con su familia. ¡°Malcolm siempre tuvo envidia de mi negocio y se deslom¨® para hacerme la vida imposible¡±, denunci¨®.
El funeral de McLaren, hace dos a?os, fue at¨ªpico como su vida. Una chica disfrazada de hada bail¨® claqu¨¦ junto al f¨¦retro, y Westwood, maestra de ceremonias, record¨® el c¨¦lebre rechazo a la autoridad del malogrado creador de los Sex Pistols. Cuando ella se dispon¨ªa a abordar su recurrente tema de la responsabilidad medioambiental, Bernard Rhodes, m¨¢nager de The Clash, grit¨® al fondo de la iglesia: ?Esto va sobre Malcolm, no sobre ti! Ahora eres parte del sistema¡±. La insolencia resumi¨® la dif¨ªcil relaci¨®n entre la hoy dama del Imperio brit¨¢nico y el eterno iconoclasta.
¡°Malcolm siempre tuvo envidia de mi negocio y se deslom¨® para hacerme la vida imposible¡±, denunci¨® Westwood. "¡°No estaba interesado en las ideas, simplemente, en ser superior a los dem¨¢s. Necesitaba el ¨¦xito¡±
Westwood y McLaren se conocieron en la primera mitad de los sesenta. Ella era una profesora de primaria casada y con un hijo de tres a?os, Ben Westwood. ?l, un estudiante de Bellas Artes de 17 a?os criado con una abuela lun¨¢tica que nunca le escolariz¨®. ¡°Vivienne quer¨ªa a su marido, pero se aburr¨ªa¡±, recuerda el escritor y acad¨¦mico Fred Vermorel, que asist¨ªa con McLaren a la escuela de arte de Harrow y present¨® a la pareja. ¡°Ella proced¨ªa de un ambiente proletario y provinciano. No sab¨ªa lo que eran los espaguetis. De Malcolm le gust¨® que era jud¨ªo, ex¨®tico, cosmopolita y culto. Se obsesion¨® con ¨¦l. Por entonces, Malcolm era muy intenso, quer¨ªa ser comoWarhol y no estaba interesado en las mujeres. Al mismo tiempo, su abuela le advert¨ªa de que Vivienne era una depredadora¡±. McLaren perdi¨® su virginidad con Westwood, empezaron a dormir juntos en un coche y casi de inmediato ella se qued¨® embarazada. La abuela de McLaren les entreg¨® dinero para interrumpir el embarazo.Westwood se lo gast¨® en un conjunto de cachemir.
Tuvieron un hijo, Joe Corre, y se lanzaron al negocio textil. En 1971 abrieron la tienda Let it Rock, vendiendo prendas de segunda mano estilo Teddy Boy. En 1975, el establecimiento mut¨® en Sex, una boutique subversiva, repleta de parafernalia sadomasoquista. McLaren reclut¨® entre sus habituales a los Sex Pistols.
Westwood hoy encabeza una firma de lujo global. Para quienes conocieron a la pareja, el negocio nunca hubiese sido posible sin McLaren. ¡°Se tiende a borrar su influencia. En la retrospectiva que hizo el Victoria & Albert apenas se menciona a McLaren: ¨¦l casi les denuncia¡±, opina Velmorel, autor del libro sobre Westwood Fashion perversity and the sixties laid bare. ¡°Vivienne no naci¨® para ser dise?adora. Tiene talento, pero siempre se ha nutrido de influencias masculinas. Primero, McLaren; despu¨¦s, el pintor Gary Ness, y actualmente, su marido, Andreas Kronthaler. Y digamos que el matrimonio con Kronthaler no es convencional¡±, ironiza.
McLaren perdi¨® su virginidad con Westwood, que se qued¨® embarazada casi de inmediato. La abuela de ¨¦l les dio dinero para interrumpir el embarazo. Ella se lo gast¨® en ropa
Seg¨²n Westwood, McLaren siempre se ¡°port¨® mal¡± con su hijo. Corre, que rechaz¨® el apellido paterno, nunca ocult¨® la tensa relaci¨®n entre ellos. En las oficinas de Agent Provocateur, la empresa de lencer¨ªa que fund¨® y vendi¨®, los empleados sab¨ªan que era mejor ni mentar la figura paterna. Durante el funeral, Corre se despach¨®: ¡°[Mi padre] te animaba a saltar del precipicio, pero no estaba a tu lado cuando necesitabas ayuda¡±. Entre ellos se acumularon los desencuentros hasta que McLaren enferm¨® de c¨¢ncer y su hijo viaj¨® hasta Suiza para acompa?arle en la ¨²ltima etapa. Corre interpret¨® este acercamiento como una reconciliaci¨®n in extremis. Sin embargo, quien John Lydon (cantante de los Sex Pistols) describi¨® como ¡°el hombre m¨¢s malvado sobre la tierra¡± se guardaba un desaire de ultratumba. McLaren dej¨® todo lo que ten¨ªa (unos 200.000 euros y nada de royalties de los Sex Pistols) a Young Kim, su pareja durante una d¨¦cada. Corre apel¨® alegando que su padre ten¨ªa las facultades mentales disminuidas. Perdi¨® el recurso. Allegados de McLaren no entienden c¨®mo alguien que vendi¨® su empresa por unos 70 millones de euros hostigue a la novia de su padre por dinero.
En sus declaraciones, Westwood asest¨® una ¨²ltima pu?alada al considerado ide¨®logo del punk: ¡°No estaba interesado en las ideas, simplemente, en ser superior a los dem¨¢s. Necesitaba el ¨¦xito¡±. Pocos se atreven a defender p¨²blicamente a McLaren, pero en privado ponen en duda el retrato que pinta de ¨¦l la dise?adora. Amigos del empresario creen que Westwood reescribe la historia, que se otorga demasiado protagonismo. Y que estrope¨® su funeral hablando de ecolog¨ªa.
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