Lo importante son las instituciones
Las reformas influyen en el desarrollo m¨¢s que la geograf¨ªa o el clima
La pol¨¦mica entre los que consideran que los factores geogr¨¢ficos son los determinantes principales del crecimiento de las econom¨ªas a largo plazo y los que se oponen a esa idea y defienden que la causa fundamental son las instituciones ¡ªlas reglas con las que se dotan las sociedades para regular sus relaciones pol¨ªticas y econ¨®micas¡ª ha vuelto a resurgir con la publicaci¨®n del libro de Acemoglu y Robinson Why nations fail (Por qu¨¦ fracasan las naciones).Gabriel Tortella ha reportado en este peri¨®dico sobre los ¨²ltimos episodios del debate y lo ha valorado.
Debo empezar confesando cierta decepci¨®n con el libro de Acemoglu y Robinson, que confunde, m¨¢s que aclara, la l¨ªnea argumental desarrollada por ellos mismos en publicaciones anteriores. Para comprender la decisiva importancia de los factores institucionales resulta fundamental distinguir entre instituciones pol¨ªticas ¡ªlas reglas que gobiernan las relaciones de poder¡ª e instituciones econ¨®micas ¡ªlas reglas que ordenan las actividades y relaciones econ¨®micas entre los ciudadanos¡ª. Son las segundas las que generan incentivos positivos o negativos para el desarrollo econ¨®mico.
En muchos casos, una buena calidad de las primeras conduce a una mejor calidad de las segundas, pero no siempre. La India entre la independencia y 1985 ser¨ªa un ejemplo de buenas instituciones pol¨ªticas y malas econ¨®micas, mantenidas estas para consolidar el predominio electoral del partido mayoritario. Y en algunos casos, aunque sea infrecuente, grupos que ejercen el poder autoritariamente han mejorado sustancialmente las instituciones econ¨®micas impulsando el crecimiento de sus econom¨ªas. El r¨¦gimen franquista y el r¨¦gimen militar de Corea del Sur en la d¨¦cada de los sesenta, el Partido Comunista Chino desde principios de los ochenta y el r¨¦gimen militar et¨ªope desde mediados de los noventa ser¨ªan ejemplos de esta posibilidad. El cambio en la distribuci¨®n de recursos, que suele acompa?ar al ¨¦xito econ¨®mico impulsado por las reformas, puede facilitar un cambio en las instituciones pol¨ªticas. Sucedi¨® en Espa?a y en Corea, pero no lo est¨¢ haciendo en China. Al menos por el momento.
Observando los ¨²ltimos 250 a?os es f¨¢cil asociar aceleraciones sostenidas en el crecimiento con cambios en las instituciones econ¨®micas. En ellas, los factores geogr¨¢ficos y naturales han desempe?ado un papel permisivo a veces, obstaculizador otras, cuya importancia ha ido disminuyendo con el desarrollo tecnol¨®gico y el abaratamiento del transporte, pero que no pueden explicar cambios bruscos y sostenidos en la evoluci¨®n de las econom¨ªas. Ni tampoco, claro est¨¢, reversiones en crecimiento, como la experimentada por Argentina desde el segundo tercio del siglo XX. Alemania ten¨ªa los recursos naturales necesarios para la primera revoluci¨®n industrial, pero no se incorpor¨® a ella hasta despu¨¦s de las guerras napole¨®nicas, cuando se produjo un cambio en las reglas impuestas sobre la sociedad.
Una tesis de Acemoglu y Robinson es que factores geogr¨¢ficos y naturales condicionaron el tipo de colonialismo practicado por las potencias: extractivo cuando hab¨ªa recursos naturales y densidad de la poblaci¨®n, y de asentamiento cuando no los hab¨ªa y el clima era suficientemente benigno. Y que el tipo de colonialismo propici¨® unas instituciones econ¨®micas m¨¢s adecuadas (en el de asentamiento) o menos adecuadas (en el extractivo) para incorporarse al desarrollo tecnol¨®gico posterior. Dada la persistencia institucional, resultado de que las malas instituciones tienden a perpetuar relaciones de poder que excluyen a los reformadores, las consecuencias de aquellos factores geogr¨¢ficos han seguido m¨¢s o menos presentes en todo el proceso hasta nuestros d¨ªas, pero han estado lejos de constituir una relaci¨®n determinista.
En las experiencias m¨¢s recientes, la importancia de los recursos naturales y geogr¨¢ficos parece a¨²n menor. Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, ricos en recursos naturales, crecieron entre 1960 y 2000 menos que la media. Consecuencia de la ¡°maldici¨®n de los recursos naturales¡±, que combina elementos macroecon¨®micos ¡ªapreciaci¨®n y volatilidad del tipo de cambio¡ª, incentivos adversos a la innovaci¨®n en otras l¨ªneas de producci¨®n y, sobre todo, desv¨ªo de rentas cuando las instituciones son d¨¦biles.
La forma de ejercer el poder explica el estancamiento de pa¨ªses africanos
El ?frica subsahariana representa un ejemplo claro de la importancia de las instituciones frente a los factores geogr¨¢ficos. Ha sido la forma de ejercer el poder en la mayor¨ªa de los nuevos pa¨ªses, que ha excluido de la vida econ¨®mica a una proporci¨®n alta de la poblaci¨®n y que ha dificultado la generaci¨®n de rentas, la causa principal del prolongado estancamiento de esas econom¨ªas. Precisamente en los pocos pa¨ªses (Botsuana y Mauricio, por ejemplo) en los que el poder se ejerci¨® de forma diferente, las econom¨ªas crecieron vigorosamente. M¨¢s recientemente, los pa¨ªses que avanzaron en el proceso reformador de principios de los noventa, cambiaron su modelo econ¨®mico y mejoraron sus instituciones se han situado en una senda de crecimiento que podr¨ªa persistir si las reformas contin¨²an. Ghana, Namibia, Tanzania, Mozambique y Ruanda son buenos ejemplos.
Las malas instituciones econ¨®micas han servido a las ¨¦lites africanas para conservar el poder y ejercer su control sobre las fuentes de riqueza. Por eso se han mantenido durante tanto tiempo, un nuevo ejemplo de la persistencia de las malas instituciones. Los dos ¨¦xitos africanos mencionados desarrollaron buenas instituciones por causas y mecanismos diferentes. Botsuana, porque hab¨ªa una tradici¨®n precolonial de control de los jefes por parte de la asamblea de los generadores de renta y porque ¡ªy esto fue importante¡ª tuvieron la fortuna de tener un l¨ªder (Khama) de una gran altura pol¨ªtica. Mauricio, porque resolvi¨® una situaci¨®n potencialmente muy inestable, complejidad ¨¦tnica y econom¨ªa monocultivo, mediante el consenso pol¨ªtico y el dise?o consensuado de buenas pol¨ªticas econ¨®micas. La forma de resolver en Mauricio las tensiones ¨¦tnicas es bien diferente a como se han desarrollado en el resto de la regi¨®n, en donde con frecuencia se han blandido banderas ¨¦tnicas en la lucha por el control del poder, lo que ha llevado a convertir en sangrientos enfrentamientos nacionales lo que eran conflictos locales, con consecuencias devastadoras y duraderas.
No puedo estar de acuerdo con la afirmaci¨®n de Gabriel Tortella de que la teor¨ªa institucional no explica nada, porque no aclara de forma convincente c¨®mo surge la divergencia institucional, que condiciona las diferentes experiencias de crecimiento. Sabemos bastantes cosas sobre la din¨¢mica institucional: conocemos su persistencia cuando es de baja calidad, pero tambi¨¦n los c¨ªrculos virtuosos que es capaz de generar cuando las reformas adquieren adeptos; tambi¨¦n c¨®mo mueren los intentos de reforma cuando los perdedores del proceso que desatan tienen mucho poder. Sabemos menos acerca de c¨®mo se desarrolla en la sociedad lo que llamamos instituciones informales, aquellos c¨®digos de conducta que condicionan las consecuencias de las normas y de otras instituciones formales y que son muy relevantes para la evoluci¨®n de las econom¨ªas.
Pero, pese a estas insuficiencias, la teor¨ªa institucional nos permite comprender mejor la din¨¢mica de las econom¨ªas a largo plazo. Si se me permite una analog¨ªa, la f¨ªsica te¨®rica ha explicado muchas cosas relevantes antes de desarrollar la teor¨ªa del Big Bang.
Carlos Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico de la Universidad Complutense. Acaba de publicar Subdesarrollo y esperanza en ?frica (Galaxia Gutenberg, 2013).
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